Múltiples deportistas han revelado haber sido hostigadas en redes sociales y alzan la voz para pedir un alto a los hostigamientos contra las mujeres.
La violencia machista en contra de las jugadoras de fútbol mexicanas ha quedado evidenciada, en días recientes, a través de redes sociales. Los casos de Scarlett Camberos, Selene Varela, Jana Gutiérrez, Greta Espinoza, Deneva Cagigas, Renata Masciarelli, Nailea Vidrio, Selena Castillo, Norma Palafox, Sabrina Enciso y Selene Cortés, no son aislados y representan a un porcentaje mínimo de mujeres que se han atrevido a alzar la voz y denunciar las múltiples violencias que viven al momento de realizar su trabajo en el terreno de juego.
En entrevista con El Heraldo Digital, Adrianelly Hernández Vega, investigadora, docente y directora del sitio virtual Cancha y Aparte, la violencia machista contra las jugadoras de fútbol profesional existe desde la creación de la Liga Mx Femenil, a finales de 2016; y es consecuencia de que en el país prevalece una estructura social que sostiene, permite, normaliza y oculta las violencias contra las mujeres dedicadas al deporte. Las distintas violencias que viven las jugadoras son ocasionadas por el machismo que ha rondado el fútbol en México desde sus orígenes.
“La liga femenil surgió como un apéndice del varonil; desde ahí viene el despreció contra las mujeres que están en un espacio que es considerado ‘masculino’. En el imaginario patriarcal es una invasión femenina al espacio masculino y de ahí proviene ese maltrato y las violencias contra las deportistas”.
La también docente explicó que las jugadoras de fútbol están expuestas a distintos tipos de violencia: la económica, al no percibir el mismo salario que sus contrapartes masculinas; la psicológica, pues muchas veces los clubes demeritan su valor como deportistas y las hacen sentir “menos”; la mediática, debido a que los medios de comunicación no le dan la misma cobertura a los partidos femeniles y no trabajan con perspectiva de género; y el acoso físico y digital, el cual ha sido denunciado por diversas jugadoras mexicanas.
Violencia y acoso digital
Según la investigadora y directora del sitio virtual Cancha y Aparte, este tipo de violencia surge porque las futbolistas, históricamente, han sido vistas como objetos de consumo masculino y no por su trabajo en el terreno de juego.
“Se concibe a las jugadoras como un objeto de consumo y las exigencias hacia ellas suelen no estar relacionadas con el fútbol, sino con está idea de verlas como un objeto que puedes tomar. De ahí este acoso constante”.
El pasado 22 de marzo de 2023, Selene Cortés, jugadora del Pachuca, reveló, a través de sus redes sociales, que ha sido víctima de acoso digital en más de una ocasión. La deportista compartió una serie de fotografías donde se aprecia cómo un supuesto “fanático” le envió mensajes explicitos e incluso la amenazó de muerte en reiteradas ocasiones.
Su caso no es aislado, en 2020, Greta Espinoza, jugadora del Tigres dio a conocer que estaba siendo acosada a través de sus redes sociales; la deportista aseveró que recibía mensajes que ponían en riesgo la vida de ella y de su familia. De igual manera, en 2021, Deneva Cagigas, jugadora de Pumas UNAM, declaró que también recibía mensajes de acoso, por lo que exigió un alto a la cosificación de la mujer. Un año más tarde, en 2022, Renata Masciarelli, entonces guardameta de las Águilas, acusó que un usuario de Instagram la acosaba constantemente y la amenazaba de muerte.
Al respecto, Adrianelly Hernández señaló, en entrevista, que la violencia digital y el acoso contra las jugadoras no solo es de índole sexual, sino que también las juzgan por su orientación sexual, su aspecto físico y por la forma en la que utilizan sus redes sociales. Las deportistas constantemente reciben amenazas, mensajes explícitos y en algunos casos las agresiones traspasan la barrera digital y llegan al espacio físico. Tal es el caso de Scarlett Camberos, quien el pasado 21 de marzo anunció su salida del club América, y del país, debido a la violencia que sufría tanto en plataformas digitales como físicamente.
Cuando la violencia digital se traslada al espacio físico
Scarlett Camberos sufrió, por casi un año, el constante acoso y acecho de un hombre identificado como José Andrés “N”. El agresor de la deportista comenzó a hostigarla con mensajes explícitos en redes sociales, pero no solo eso, el sujeto también la seguía a los lugares que ella frecuentaba y se tomaba fotografías similares a las de ella, esto con la intención de hacer creer a sus seguidores que tenían una relación sentimental.
La jugadora utilizó sus redes sociales para denunciar a su acosador y las prácticas que estaba realizando. No obstante, el sujeto hackeo sus redes sociales e inventó que eran pareja. La situación escaló al plano físico, cuando la centrocampista se encontró con su agresor de camino a su casa. Ante esta situación, Camberos optó por acudir a las autoridades y denunciar a José Andrés “N”, sin embargo, el hombre únicamente obtuvo una medida cautelar de arresto domiciliario por 36 horas.
El agresor de Scarlett Camberos ya había sido denunciado, previamente, por otras jugadoras del club América. Jana Gutiérrez y Selene Varela también habían señalado al mismo hombre por acoso. Sin embargo, su testimonio no trascendió y las autoridades no tomaron medidas contra el sujeto involucrado. De igual manera, se desconoce si el club o la Liga Mx Femenil activaron algún protocolo en defensa de las jugadoras violentadas.
En este sentido, Adrianelly Hernández comentó que hace falta crear una comisión dedicada a darle seguimiento y asesoramiento a las deportistas que sufren acoso y violencia digital. La investigadora señaló que, hasta ahora, la Liga Mx Femenil no ha hecho público el protocolo que tiene en cuanto a violencia y acompañamiento a las víctimas, hecho que pone en tela de juicio sí las medidas son eficaces o insuficientes.
“La verdad es que no han hecho público el protocolo que se sigue. Los clubes aseguran que trabajan en capacitaciones y cursos en materia de género, pero en la práctica no parece que haya sanciones contra los agresores. Creo que todo se queda en el papel y no va más allá. Hay casos de jugadoras que han preferido irse debido a la violencia que sufren y al poco apoyo que reciben. Hasta ahora, la liga y los clubes se han quedado en palabras”.
Nombrando delitos contra jugadoras de fútbol: acecho digital
En entrevista con El Heraldo Digital, Diana Murrieta, presidenta y fundadora de la organización Nosotras para Ellas, dio a conocer que las jugadoras de fútbol mexicanas no sólo son víctimas de acoso, sino que también enfrentan acecho digital, un delito que permanece invisibilizado en las legislaciones mexicanas.
“El acoso digital es ese hostigamiento o acercamiento indeseado o sin consentimiento hacia una persona a través de medios de comunicación digitales. Se caracteriza por tener un fin lascivo, con una connotación sexual. Puede ser desde una fotografía no deseada, una petición, una amenaza o propuestas”.
Aunque el acoso digital es un delito en México, es difícil que una mujer consiga medidas de protección en un Ministerio Público, pese a presentar una denuncia y, cuando lo logra, estas medidas tienen una vigencia muy corta (de horas a meses), por lo que en la práctica no resultan útiles para las víctimas.
Por su parte, “el acecho digital parte desde el hostigamiento y el acercamiento sin índole sexual”. La principal característica de los acechadores es que constantemente contactan a su víctima, ya sea con mensajes de texto, fotografías o asistiendo a los lugares que ella frecuenta. En este sentido, Diana Murrieta, especificó que Scarlett Camberos fue víctima de acoso y acecho, puesto que su agresor la hostigó y persiguió por más de un año.
Actualmente, el acecho no está tipificado en las leyes mexicanas, por lo que este delito permanece invisibilizado. Ante esta situación, la fundadora de la organización Nosotras para Ellas señaló que en el país urge legislar delitos preventivos como el acecho, ya que es un tipo de violencia que afecta la vida de las víctimas y podría evitar que el agresor llegue a cometer un crimen mayor.
“Vivimos en una normalización de la violencia que no nos permite ver que la violencia puede ser incluso por celular y que también afecta. Las víctimas de acoso y acecho pierden la seguridad de salir a la calle, porque viven con miedo de que alguien las esté siguiendo; además, pierden la libertad de compartir contenido en redes sociales por temor al uso que le podrían dar sus fotografías”.
Finalmente, Diana Murrieta lamentó que, actualmente, sean las mujeres quienes tienen que huir del país, o acudir a refugios, para salvaguardar su integridad ante sus agresores digitales. “Ellas son las que se tienen que ir y ellas van a tener que cambiar su vida porque a México le quedó grande el tema y no las van a poder proteger porque el delito no existe”.
Luz Elena Morales
Fuente: El Heraldo de México