Tijuana, BC ., El hombre que intentó obligar a la tripulación del vuelo 3041 de Volaris –que cubría la ruta León-Tijuana– a llegar hasta San Diego, California, “es un muchacho que venía muy asustado. Fue un incidente a causa de la situación que estamos viviendo en Guanajuato… habían secuestrando a su esposa, y tenía amenazas, busca protección, está huyendo de los malos (narcos)”, platicó Jesús Torres, el pasajero que consiguió neutralizarlo y convencerlo de que debía entregarse a las autoridades mexicanas.
El vuelo debió despegar de León, Guanajuato, a las 2 de la madrugada del domingo; sin embargo se retrasó. Cuando finalmente despegó no llevaba más de 30 minutos en el aire cuando comenzó el incidente: uno de los pasajeros tomó de rehén a una de las sobrecargos –la amenazó con un lapicero que le puso en el cuello– y la llevó hasta la parte delantera del avión.
Ahí le dijo que debían aterrizar en San Diego y no en Tijuana. Cuando la joven le dijo que eso era imposible, el hombre amagó con abrir la puerta del aparato en pleno vuelo y saltar. Uno de los pasajeros que viajaban en la parte delantera, un mexicano que vive en Estados Unidos, intervino y lo sometió.
Hablé con él –narró Jesús– le pedí que soltara a la aeromoza, le dije que pensara en su familia. Estaba muy nervioso, estresado. Me dijo que tenía miedo porque habían secuestrado a su esposa, él quería protección, hacerse escuchar porque sentía que nadie lo protegía
.
Jesús Torres, el pasajero que lo sometió, pidió protección para ellos porque vienen con miedo, huyendo
. Los pasajeros del vuelo León-Tijuana llegaron sanos y salvos al Aeropuerto Internacional de Tijuana, la tarde de este domingo y todos coincidieron en que el trato de la aerolínea fue muy desafortunado.
Creo que hice lo correcto, mi parte fue humana, velar por la seguridad de la aeromoza y de él mismo. Sintió miedo de que pudiera traer un arma por la situación que se vive en el país, pero vi que era un lapicero. Es un poquito turbia la situación que se está viviendo. Debe haber más seguridad para todos. Las aeromozas estaban asustadas. Él buscaba protección, pero estaba desesperado y le puso la mano sobre el cuello a la muchacha.
Estuvieron más de dos horas en Guadalajara, a donde se desvió la aeronave para bajar al joven agresor, y después reiniciaron su vuelo a Tijuana sin ningún apoyo sobre lo que había pasado. Los pasajeros permanecieron en la aeronave de Volaris sin recibir alimento hasta las 11:30 de la mañana, hora del Pacífico; 13:30 horas de la Ciudad de México, cuando finalmente aterrizó en esta frontera.
Cuando le preguntaron a Jesús Torres por qué se expuso a sufrir una agresión y someter al joven, dijo que fue “por el bien de todos. Él quería abrir la escotilla en pleno vuelo, sé que no hubiera podido, pero había una alerta muy grande en el avión, la gente se asustó también.
“Él no quería bajar en Tijuana porque sigue siendo México. Pienso que fue un acto de desesperación. Entró en una crisis de ansiedad. Él está peleando por su vida y la de su familia. México debería darle protección.
Lo que yo supe por medio de él fue que estaba huyendo del narcotráfico y buscaba protección en Estados Unidos; es de Pénjamo, además viajaba con sus dos hijos y esposa
, comentó Torres.
Mireya Cuéllar,
Fuente: La Jornada Baja California