El submarino cayó verticalmente como “una flecha” hacia el fondo del océano por lo que recibió un aumento instantáneo de la presión.
El submarino Titán implosionó hace un mes matando a los cinco tripulantes entre los que iba el CEO de la empresa OceanGate, Stockton Rush, quien ha sido señalado como el causante de la tragedia por anteponer las las ganancias que la seguridad en la construcción del sumergible, en ese sentido, un ingeniero experto en submarinos analizó la única pieza del navío intacta cuyos resultados darían fin a las especulaciones sobre la causa del mortal accidente.
El ingeniero español José Luis Martín aseguró que el semicasquete esférico que formaba la proa del sumergible, es la pieza que “tiene toda la información para comprender la tragedia del Titán”, indicó para Nius. Dicha parte estaba equipada con un ojo de buey que permitía a los turistas a bordo poder observar el exterior del fondo del mar donde reposan los restos del Titanic desde hace 111 años.
¿Por qué la proa del Titán no se destruyó?
La manera como fue encontrada la proa del Titán sin que haya registrado el mismo daño como el resto del navío sufrió por la presión del mar que los “aplastó”, es la clave para definir la causa del incidente, enfatizó el experto:
“Que esa pieza esté intacta, sin grietas y sin fisuras, es la clave de todo. Su estado indica que salió despedida de la parte cilíndrica a una velocidad supersónica”: José Luis Martín.
Para ejemplificarlo, el ingeniero describió: “Vamos a imaginarnos una botella de plástico. La cogemos, sin agua, y la ponemos en una superficie en posición horizontal. Y vamos a desenroscar el tapón casi hasta el final. Ahora la apretamos a gran velocidad.
El tapón sale disparado como una flecha, ¿verdad? Pues eso es lo que pasó con el Titán. El tapón en este caso sería la pieza que formaba la proa y que fue encontrada en buen estado. El resto de la botella sería lo que quedó del sumergible”, describió el experto en submarinos.
El análisis de la pieza del Titán que no se destruyó
Lo anterior confirmó las teorías dadas a conocer sobre que el diseño del Titán fue elaborado de manera errónea, además del uso de los materiales con los que fue creado los cuales no resistieron la alta presión del fondo del océano.
“El brusco aumento de presión que fue instantáneo, deformó el casco y lo comprimió. Al comprimirlo, perdió su forma de cilindro, y entonces se produjo la caída. La caída fue instantánea, el casco no soportó ese aumento instantáneo de la presión y colapsó. El semicasquete esférico salió disparado a una velocidad increíble y por eso ha quedado intacto”, señaló el experto, quien analizó cómo fue que el Titán se destruyó:
“Al quedarse sin propulsión, el sumergible cambia rápidamente de posición debido al peso de unos 400 kilos (de los cinco ocupantes) concentrado en la proa del sumergible Debido a esa posición, el Titan ‘cae verticalmente como una flecha hacia el fondo’.
Al caer bruscamente a unos 900 o mil metros de profundidad, el casco recibe un aumento instantáneo de la presión del orden de 90 a 100 kilos por centímetro cuadrado, lo que se traduce en ‘una súbita contracción por reducción instantánea del diámetro por la parte cilíndrica’.
En ese momento entra el agua y entonces, entre los 2 mil 500 y 2 mil 700 metros de profundidad “el submarino implosionó por ponerse la parte habitable del interior del casco que estaba a presión atmosférica de 1 kg/cm2, a 270 kg/cm2 en unas milésimas de segundo”, finalizó el ingeniero.
RMG
Rodrigo Mendoza González
Fuente: El Heraldo de México