Caminando por la misma avenida en la que gritó consignas hace más de medio siglo, en la marcha del 10 de junio de 1971, don Luis Tuñón Arriaga no pierde la esperanza de que algún día los autores de la masacre del halconazo –entre ellos el ex presidente Luis Echeverría– sean llevados a juicio. Si ayer volvió a alzar la voz, fue para no dejar morir esa demanda.
Quien fuera estudiante de la Prepa 7 y la Facultad de Derecho de la UNAM enfatiza: “Hemos estado en la exigencia de que se castigue a los responsables. Díaz Ordaz ya se murió, pero la historia lo debe juzgar como a un genocida, igual que a Echeverría, porque a pesar de que acaba de cumplir 100 años, ese señor es un criminal en potencia”.
Unos metros más adelante, David Roura cuenta que aún tiene la marca del golpe que recibió en la nariz hace 51 años por uno de los halcones, pero sobrevivió a aquel ataque porque cuando empezaron los balazos, se escondió debajo de un carro. “Estos años han sido muy duros”, dice, tras reconocer que pese a las pruebas y la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la justicia aún no llega.
No ha habido voluntad política en el gobierno actual, como no la hubo en otros sexenios, lamenta. Por ello, pese a las dolencias y los obstáculos, no ha faltado a una sola marcha. “Los que sobrevivimos al ataque del halconazo hemos luchado por que el 10 junio la marcha y el caso legal tengan un lugar”.
Ambos sobrevivientes, junto con cientos de personas más, participaron ayer en la movilización para conmemorar el 51 aniversario de la masacre del Jueves de Corpus, que partió del Casco de Santo Tomás hacia el Zócalo capitalino, en medio de consignas y pancartas como “10 de junio no se olvida”, “Fue el Estado” y “Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”.
Al arribar a la Plaza de la Constitución –donde ayer se realizó un concierto del cantautor cubano Silvio Rodríguez–, se llevó a cabo un mitin, donde Félix Hernández Gamundi, dirigente del Comité del 68, lamentó la persistencia de la impunidad en el caso de la matanza del halconazo, pero indicó que este gobierno aún puede “enmendar la página” si envía toda la documentación sobre el tema a la CIDH.
Frente a estudiantes y activistas de diversas organizaciones sociales y populares, Hernández Gamundi enfatizó que este y otros agravios históricos “ocurren porque estamos en un ambiente de total impunidad. Si logramos atacarla a través de estos casos, estaremos en condición de romper con dicho estado”.
Por su parte, en redes sociales, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos destacó que a 51 años de los hechos “aún se desconoce el número real de personas muertas, desaparecidas y heridas” y el caso “permanece impune”. Por la misma vía, la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos recordó la obligación del Estado en materia de justicia, verdad y reparación.
Jessica Xantomila y Fernando Camacho
Fuente: La Jornada