En teoría, las comisiones unidas de Reforma Política-Electoral, de Puntos Constitucionales, de Gobernación y Población trabajan en la elaboración de un proyecto de dictamen, pero los no hay consensos, por lo que los diputados del oficialismo advirtieron que si para el próximo miércoles no se avanza en esa vía, ellos solos aprobarán el dictamen que contenga lo solicitado por el presidente AMLO y lo votarán en el pleno, aunque prevén que sea desechado, por lo que diseñan ya un plan B, por la vía de las reformas a leyes secundarias y, de postre, preparan ya mantener el control en la designación de cuatro consejeros del INE para reponer los que en abril terminan su periodo.
La reforma electoral, que implica cambios radicales en la conformación del Congreso de la Unión, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), constituye uno de los platillos más esperados en el banquete de lo que llaman la Cuarta Transformación de la vida pública del México.
Hasta la semana anterior, parecía que esas viandas se cocinaban a fuego lento, pero la marcha ciudadana “para defender al INE”, realizada el pasado domingo 13 de noviembre en más de 50 ciudades del país, ocasionó que los cocineros de Morena en la Cámara de Diputados aceleraran el proceso del mise and place, es decir, la organización de los ingredientes y utensilios para elaborar el platillo, en este caso, el proyecto de dictamen y aprobarlo en comisiones, donde solo necesitan mayoría simple —y la tienen—, pero ahora ya con sentido de urgencia.
Al día siguiente de la manifestación callejera, desde el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, famoso por los banquetes que ahí se sirven desde el siglo antepasado, el comensal principal, el presidente Andrés Manuel López Obrador, urgió a que esté listo su platillo debidamente solicitado.
Dijo que si los guisanderos de San Lázaro no logran preparar el guiso que implica cambiar la Constitución, entonces pediría otro plato (mandaría un paquete de reformas a las leyes secundarias en materia electoral, para insistir en los puntos más importantes del dichoso guiso).
Luego de una serie de críticas, 24 horas después, admitió que su “Plan B” no alcanza para lo que quiere merendarse: eliminar los diputados y senadores plurinominales, aunque en la comanda (iniciativa) dice que lo que ordenó fue desaparecer los legisladores de mayoría relativa para que únicamente queden plurinominales. También admitió que, solo con reformas legales, tampoco se puede cambiar la forma de elegir consejeros y magistrados electorales.
Dicho eso, anunció que ahora encabezará una marcha para el 27 de noviembre, lo cual fue calificado por la oposición, como la intención de mostrar músculo político en eso de sacar gente a las calles, porque no le gustó, ni tantito, la respuesta que tuvieron las organizaciones sociales que convocaron a defender al INE de lo que consideran, la intención del gobierno de controlar las elecciones, como ocurrió en los buenos tiempos del PRI.
Le atizan al fogón
Mientras, en la cocina de San Lázaro, en teoría, se analizan las 107 iniciativas en la materia puestas sobre la mesa de los cocineros, pero, aseguran los bien informados de lo que pasa ahí, junto a los fogones, solo una fue llevada a la plancha principal (la del pedido del presidente) y el resto las enviaron a un rincón a un lado de la alacena.
Además, por lo menos hasta el viernes, no habían sesionado los integrantes de la sub comisión designada para analizar las iniciativas y a partir de ellas confeccionar el proyecto de dictamen de reforma constitucional.
Sin embargo, desde el martes pasado, antes de iniciar la sesión en la Cámara de Diputados, el coordinador de la fracción legislativa de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco, le subió la intensidad al fuego de las hornillas de la estufa donde habrá de cocerse el mentado potaje y lanzó un ultimátum a las bancadas de oposición:
El guisandero poblano dijo que si para el próximo miércoles 23 de noviembre, no se llega a un consenso con las bancadas de oposición, entonces se presentará ante los integrantes de las comisiones unidas de Reforma Política-Electoral, de Puntos Constitucionales, de Gobernación y Población, el proyecto que preparen solo los legisladores del oficialismo (en realidad la iniciativa de reforma constitucional que mandó el presidente) y la aprobarán en comisiones, de inmediato (el día 28), para estar en condiciones de pasarlo al horno, el día de noviembre, cuando el pleno deberá votarlo, aunque todo parece indicar que no se lograrán las dos terceras partes para que sea aprobado.
Para media semana ya estaban alineados los ayudantes de cocina del partido guinda teniendo claro que la orden es ir preparando, paralelamente los dos guisos.
El secretario de la comisión de Reforma Política-Electoral, el morenista, Hamlet García Almaguer, explicó lo que harían sus compañeros del partido: “Nosotros nos vamos a anclar a las propuestas presidenciales”.
Dijo que insistirán en la reforma presentada por el presidente López Obrador y, si se rechaza en el pleno se seguirá una ruta parecida a la transitada con la reforma eléctrica: “Presentaríamos a la brevedad una propuesta de legislación secundaria, que no requiera ningún consenso con la oposición (al cabo) nos bastan los votos con nuestros aliados, para poder transitar en un plan B que sería esta reforma secundaria”.
La idea es que los cambios a las leyes secundarias salgan antes del 7 de diciembre.
Mientras en comisiones se intenta cubrir las formas. El jueves pasado, los integrantes de una de las comisiones encargadas de aprobar el dictamen, la de Puntos Constitucionales, autorizó a su presidente convocar, la próxima semana a instalarse en sesión permanente para preparar el proyecto.
En tanto, el secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales, el diputado de MC, Salvador Caro Cabrera dijo que es evidente que el proyecto de reformas a leyes secundarias lo va a mandar el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, “con puntos y comas, porque no quiere que se vuelvan a equivocar como ha sucedido en el tema del presupuesto y otros temas legislativos”.
Por su parte, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, expuso que ninguno de los cambios sustanciales planteados por el presidente en su iniciativa, implican solo cambios a leyes secundarias.
“El presidente no puede cambiar absolutamente nada de lo que incluye el corazón de su reforma”, recalcó.
Asimismo, advirtió que si los legisladores del oficialismo (Morena, PT y PVEM) presentan algo que vaya en contra de la Constitución, el grupo parlamentario de Acción Nacional presentará una acción de inconstitucionalidad, junto con el resto de la oposición.
En tanto, los coordinadores Jorge Romero Herrera, del PAN; Luis Espinosa Cházaro, del PRD y Rubén Moreira Valdez del PRI, cerraron filas y anunciaron el “reencuentro” de la coalición legislativa de oposición en el recinto de San Lázaro
Recaudo legislativo
Una comisión integrada por 19 diputados de Morena, PT, PVEM, así como del PRI, PAN y PRD, reunieron las 107 iniciativas en la materia presentada ante el Congreso; sin embargo, la prioritaria para Morena y sus aliados es la confeccionada por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, Pablo Gómez y enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados el 28 de abril de 2022.
Esa iniciativa contempla reformar 18 artículos constitucionales: que son los siguientes: 35, 41,51, 52, 53, 54, 55, 56, 60, 63, 73, 99, 105, 110, 111, 115, 116 y 112.
Comanda 1. -Cambios planteados por el presidente Andrés Manuel López Obrador que requieren reforma constitucional
1. Conformación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas y de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. (artículos 41 y 99).
2. Elección mediante sistema de listas por entidad federativa y reducción del número de legisladores (artículos 51,52,53,54,55,56,60,63, 116 y 112).
3. Financiamiento a partidos políticos (artículo 41).
4. Reducción de integrantes de congresos locales, ayuntamientos y alcaldías (artículos 115,116 y 122).
5. Acceso de los partidos a radio y televisión con fines electorales (artículo 41).
6. Unificación de las autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales y extinción de los organismos públicos locales y los tribunales electorales de las entidades federativas. (artículos 41, 73,99, 105, 110, 111, 116 y 112).
7. Voto electrónico (artículo 35).
Comanda 2.-Cambios planteados en iniciativas presentadas que solo requieren reformas a leyes secundarias
1. Eliminar el transfuguismo parlamentario.
2. Mayores controles en propaganda gubernamental.
3. Nulidad de elecciones por injerencia de crimen organizado.
4. Regular gobiernos de coalición.
5. Elecciones primarias.
6. Regular las candidaturas comunes.
7. Temas de fiscalización para eliminar sanciones “excesivas”, como las que ameritaron la cancelación de candidatos de Morena a gobernador de Guerrero y Michoacán en 2021.
El oficialismo quiere, como postre, controlar elección de los cuatro consejeros del INE que sustituirán a los que concluyen su encargo
Horas después de la marcha en defensa del INE del pasado 13 de noviembre, el oficialismo dejó ver que no se conformarán con el plato de segunda mesa, es decir, sólo con cambios a las leyes secundarias en materia electoral.
El líder de la bancada morenista Ignacio Mier Velazco dijo que los votos que tienen en la Cámara de Diputados les dan para designar al menos a tres de los cuatro consejeros electorales que deban sustituir a los cuatro que terminan su periodo de servicio el 3 de abril de 2023.
Y advirtió: “No habrá ni negociación ni concertación ni reparto de cuotas. Será el pleno que vote las quintetas y aquellas que garanticen una verdadera representación de los ciudadanos para representar la legalidad la transparencia la certeza la equidad en los procesos electorales. Preferimos mil veces o más que sea insaculación y no producto de una concertación o concertacesión”, recalcó.
De acuerdo con el artículo 41 constitucional los consejeros del INE serán electos por el voto de las dos terceras partes de la Cámara de Diputados, mediante el siguiente procedimiento que establece la designación de un comité técnico de evaluación, integrado por siete personas de reconocido prestigio, de las cuales tres serán nombradas por la Cámara de Diputados, dos por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y dos por el INAI.
El comité integrará una quinteta por cada consejero a elegir que se someterá al pleno de la Cámara de Diputados.
Si no se alcanza la votación requerida en el Pleno, la Suprema Corte de Justicia de la Nación realizará, en sesión pública, la designación mediante insaculación de la lista conformada por el comité de evaluación.
La idea de Mier Velazco es que desde la segunda quincena de diciembre comience el proceso con la definición del Comité Técnico, para luego someter a consideración de la Jucopo los lineamientos de evaluación y emitir la convocatoria abierta a todos los ciudadanos.
Durante enero sería el proceso de registro de aspirantes.
En ese sentido, el coordinador de los diputados priistas, Rubén Moreira, indicó que, si bien está previsto que haya insaculación, si no se logran sacar los nombramientos en el pleno, los priistas apelan al diálogo.
A su vez, el líder de los diputados del PAN, Jorge Romero Herrera, afirmó que también en ese proceso van juntos los tres partidos, mientras que el líder de los legisladores perredistas, Luis Espinosa Cházaro, dijo que esas designaciones deberán hacerse “sin camisas de fuerza”, ni imposiciones.
Opinó que Morena cometería un error si, al no ser aprobada la reforma constitucional empujada por el presidente, incluso con insultos, el oficialismo busque imponer a los consejeros electorales.
“Un insaculado no puede llevar a cabo la gestión de la elección de un país de 130 millones de habitantes”, afirmó.
El horno no está para bollos; los guisanderos no han comenzado ni a acitronar la cebolla y ya acusan irritación ocular; los invitados al banquete comen ansias, pero saldrán a la calle a dar una vuelta, en lo que ponen la mesa.
Diego Badillo
Fuente: El Economista