El gobierno federal calcula el costo inicial que implicaría la reforma que pretende impulsar en las pensiones de los trabajadores, de tal forma que aporte parte de los recursos requeridos y no sea una carga directa y de un solo golpe al sector empresarial
, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los cambios aplicados al inicio del sexenio en acuerdo con la iniciativa privada fueron insuficientes: quiero que quien se jubile reciba una pensión digna, pero eso con las leyes actuales no se logra
.
Ratificó su determinación de revertir parte de las modificaciones que se aprobaron en el sexenio de Ernesto Zedillo con efectos nocivos para los trabajadores, porque al jubilarse perciben la mitad o 40 por ciento de lo que devengaban cuando estaban activos.
La reforma es importante porque las repercusiones más drásticas para los asalariados se resentirán en el próximo sexenio, por lo que sugirió una intervención gubernamental de inicio y posteriormente asuma el costo el sector empresarial para que si al momento de jubilarse percibe dos o tres salarios mínimos, eso sea lo que obtenga como pensión.
Consideró que la canalización de estos recursos es viable en virtud de la política fiscal, que puso fin a los privilegios de algunos sectores que encontraron la vía de no pagar impuestos, lo que ha permitido que en este sexenio la recaudación pasara de 3 billones de pesos anuales a 4.5 billones de pesos sin aumentar gravámenes, con las mismas tasas, es decir, ahora tienen que pagar los que no pagaban
y esto incrementó 50 por ciento la captación en términos nominales.
Aseveró que esta decisión forma parte de una estrategia –sustentada principalmente en los programas sociales– de apoyar desde abajo, de tal manera que permita fortalecer su ingreso y repercuta hacia arriba, reactivando el consumo y, por ende, la economía, lo cual funcionó en la pandemia.
Es contrario a la estrategia burda y mentirosa de los neoliberales de rescatar a los de arriba como está ocurriendo en Argentina con el presidente Javier Milei, quien ya convirtió las deudas de argentinos ricos en deuda pública
.
En su conferencia declaró que se utiliza el mismo razonamiento del Fobaproa de rescatar a los de arriba para que, en la lógica de que si llueve arriba, gotea abajo, esto provoque rescatar a los medianos y a los de abajo
, lo cual calificó de una vacilada.
Destacó que en su administración se puso fin a mecanismos de evasión fiscal que se concedió en el pasado a sectores privilegiados como la compensación fiscal
, que permitía a una empresa con utilidades de 30 por ciento crear empresas fantasmas
que siempre reportaban pérdidas para canalizar hacia ellas las ganancias y evadir el pago de impuestos y no pagar nada porque repartían la utilidad
.
López Obrador mencionó que con esta estrategia no hace falta aumentar impuestos, puesto que permite incluso si no se roban el dinero, alcanza para que les llegue a 35 millones de hogares, aunque sea un pequeño apoyo, un pequeño programa de Bienestar
.
Subrayó que recientes estudios confirman que la entrega de programas sociales tiene como consecuencia inmediata la reactivación del consumo, refiriendo que ha recibido propuestas del sector empresarial para que se modifique la periodicidad de la distribución y sea quincenal en vez de bimestral. Sin embargo, reconoció que es difícil por la complejidad que implica la dispersión de recursos.
Aunque no existe plan formal, descartan que el gobierno vaya por el dinero de las Afore
Braulio Carbajal
El domingo pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que mandaría al Congreso una propuesta de reforma al sistema pensionario; sin embargo, información obtenida por La Jornada indica que ni el sector empresarial ni el gubernamental encargado del tema tienen conocimiento de la existencia de un documento formal.
No obstante, en una entrevista radiofónica, Guillermo Zamarripa, presidente de la Asociación Mexicana de Administradora de Fondos para el Retiro (Amafore), afirmó anoche que en la conferencia mañanera el mandatario mandó un mensaje más claro de que quiere mejorar el sistema de pensiones.
Con lo dicho hoy por el presidente López Obrador se disipa esta idea de que van por el dinero de las pensiones, fue muy claro en decir que no. Él pone énfasis en las tasas de remplazos para que éstas sean mejores
, aseguró el representante del sector privado.
Previamente, fuentes cercanas de la Amafore y de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) se dijeron sorprendidas
por las declaraciones del mandatario, pues aseguraron que hasta el momento no existen planes de realizar nuevos cambios a las leyes pensionarias del país.
En su declaración del domingo pasado, en Río Blanco, Veracruz, el presidente López Obrador mencionó, sin dar mayores detalles, que enviará al Congreso una nueva reforma en materia de pensiones, dado que la contrarreforma laboral del presidente Ernesto Zedillo fue inhumana e injusta.
Dicha reforma, la que dio pie a las Afore, eliminó el anterior sistema, denominado ley del 73, con la cual el gobierno se hacía cargo de la pensión del trabajador, la cual asciende a 100 por ciento del salario promedio a lo largo de su vida laboral.
En tanto, este martes en su conferencia mañanera agregó detalles al señalar que su gobierno analizará la cuota que debe aportar para que los trabajadores reciban una pensión de jubilación que sea igual al sueldo que reciben en activo, y no menos de la mitad como sucede actualmente pese a la reforma que entró en vigor en 2021.
Dicha reforma, catalogada ahora como insuficiente por el mandatario, aumentó de 6.5 a 15 por ciento la aportación obligatoria de los trabajadores a su Afore; no obstante, dicho incremento no corrió a cargo de ellos, sino de los patrones, quienes se comprometieron a aumentar la aportación de manera paulatina hasta llegar a 2030.
Actualmente, de acuerdo con datos de la Consar, el ahorro para el retiro de aproximadamente 73.9 millones de mexicanos asciende a 5 billones 778 mil millones de pesos, recursos que son administradoras por las 10 Afore que operan en el mercado, mismas que por hacerlo cobran una comisión anual sobre el saldo a los trabajadores.
Alonso Urrutia y Emir Olivares
Fuente: La Jornada