¿Auditoría a la UAdeO? Sylvia Paz Díaz, protegida de Quirino y Aguilar Padilla

ÁLVARO ARAGÓN AYALA

En función de gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel solapó la corrupción en la Universidad Autónoma de Occidente en la que puso al frente a Sylvia Paz Díaz Camacho, quien creó una red de complicidades al interior de la casa de estudios, entramado que es exhibido una vez más por un segmento de académicos y administrativos de la institución de educación superior.     

La exigencia de los trabajadores de la UAdeO de que se audite y cese a la Rectora y se desmantele la corrupción en la casa de estudios data del 2019. En aquel año la demanda topó con la protección que le brindaba Ordaz Coppel a Sylvia Paz Díaz y ahora choca con el presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso Local, Sergio Mario Arredondo Salas, yerno de uno de los “propietarios” de la Universidad, el ex gobernador Jesús Aguilar Padilla. 

El diputado Sergio Mario Arredondo fungió como director del Cobaes durante el quirinato, en el que su suegro, Jesús Aguilar, creó el Patronato de la UAdeO como instrumento de filtración y control alterno de la institución de educación superior. La “Universidad Lince” es considerada una agencia de colocaciones del PRI y de jubilados de la UAS. 

Sin pertenecer a la Universidad, Sylvia Paz Díaz Camacho asumió por primera vez la Rectoría de la institución en enero del 2017 por “designación directa” del entonces gobernador Quirino Ordaz. En su primera gestión, la institución alcanzó su autonomía, pero sin autonomía, lo que le permitió a Quirino y a Jesús Aguilar Padilla seguir manteniendo el dominio de la casa de estudios. 

A finales del 2019, Díaz Camacho es reelecta por consigna de Quirino Ordaz quien manipuló a su antojo la “elección interna” de la Rectora, atropellando la voluntad de los universitarios que calificaron de antidemocrático el proceso de ratificación. Antes y después de la reelección -Sylvia Paz tomó protesta por segunda vez el 7 de enero del 2020-, la Rectora fue acusada de nepotismo, tráfico de influencias y de alta corrupción. 

Los señalamientos fueron vertidos por un grupo de académicos y administrativos que denunciaron que la Rectora atentaba contra sus derechos laborales y sindicales, que realizaba negocios con el presupuesto universitario, que privilegiaba con horas-base a priistas y jubilados de la UAS. Quirino “archivó” las acusaciones. Nunca las atendió. 

A poco más de 100 días del gobierno de Rubén Rocha Moya, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Occidente (SITUADO) revivió las viejas denuncias y exigió al Congreso del Estado la práctica de una auditoria y el cese de la Rectora, involucrándola de nuevo en actos de nepotismo y de estar asignando nuevas plazas a figuras relevantes del PRI para cumplir con compromisos políticos. 

La exigencia del SITUADO fue varada por la Comisión de Fiscalización del Congreso Local a cargo de Sergio Mario Arredondo. Los diputados del PRI le rehúyen al tema de la auditoría y de la higienización de la UAdeO: una de las protegidas de la Rectora es la ex Senadora del PRI, Diva Hadamira Gastélum Bajo, a quien se le entregó, dice la denuncia, una plaza de tiempo completo, con apenas un año de ingreso a la Universidad.