Buenos Aires. Mientras el presidente, Javier Milei, viaja por el mundo hablando del “milagro argentino”, las cifras del aumento permanente de la pobreza llegaron a casi 53 por ciento en el primer trimestre del año y afecta a 24.9 millones de personas en todo el país, 66 por ciento de los niños y niñas son pobres, a esto se añade que 8.5 millones de habitantes está en situación de indigencia, y todo sigue en aumento con los nuevos decretos del gobierno, que violentan abiertamente la Constitución.
En el tema de la pobreza, el más delicado el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos destacó que más de la mitad de las personas de 0 a 14 años fueron pobres, mientras que para los grupos de 15 a 29 años es de 60 y de 30 a 64 años es de 48.6 por ciento, cuando el país tiene una población nacionales es de más de 45.8 millones personas.
La mayor incidencia de la pobreza se registra en las regiones Noreste, con 62.9 por ciento, y Noroeste, con 57.0. Las menores, por su parte, se registraron en las zonas de la Patagonia, con 49.1 por ciento y en la pampa, con 49.9 por ciento.
En tanto, la tasa de indigencia se ubicó en la primera mitad del año en el 18.1 por ciento, 6.2 puntos por encima del semestre anterior y con un ascenso de 8.8 puntos en la comparación interanual, constituyendo el valor más alto desde el segundo semestre de 2003.
Es una de las consecuencias de lo actuado a casi diez meses de haber asumido el gobierno Milei, ya que el salario mínimo perdió 26 por ciento y cada vez se cierran más las posibilidades de cambios, porque lo único que interesa a la administración actual es cumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estamos hablando hoy de índices de pobreza similares a los de diciembre de 2001, cuando el país llegó a la cesación de pagos y estalló como nunca antes había sucedido. Ni en pandemia sucedió esto. Siete de cada diez niños es pobre y uno de cada tres no tienen que comer.
Tan sólo 35 por ciento de jubilados son pobres y el resto de las jubilaciones no mínimas no alcanzan a cubrir la canasta básica.
Esto se conoce cuando comenzó el paro de 48 horas de las Universidades de todo el país, ante el intento del gobierno de desfinanciar a las altas casa de estudio y también a la educación en general, que harán una manifestación el próximo 2 de octubre, que será acompañada por las centrales sindicales y movimientos sociales.
El rector de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Gelpi, pidió expresamente a Milei que revise su decisión de vetar la ley de financiamiento educativo que fue aprobada por las dos cámaras del Congreso: “Respeto la opinión del Presidente pero no la comparto en absoluto: creo que se está desfinanciando al sector público de la educación y lo vamos a pagar caro”.
Por otra parte la empresa consultora Poliarquía informó que la imagen positiva de Milei sigue en bajada aceleradamente, y llegó a siete puntos en este mes, y en agosto había bajado a 40, en casi diez meses de gobierno.
La economía cotidiana, los aumentos permanente y el desempleo, agravan la situación y se responsabiliza al presidente de las políticas económica por la crisis. También cayó el Índice de Confianza este mes, al llegar a 14.8 por ciento, cuando en agosto fue de 2.16 por ciento.
“Hay cambio de clima anímico, vemos un crecimiento de sentimientos negativos”, sostuvo Shila Vilker, directora de la consultora Trespuntozero. “Pasamos de la esperanza y la expectativa, de la promesa de futuro que había abierto el oficialismo, a un incremento de los indicadores de antipolítica”, señaló a una radio local.
Otro tema clave es el intento de Milei y sus asociados de privatizar Aerolíneas Argentinas (AA), lo que comenzó a discutirse en la cámara de diputados en el Congreso y los opositores de Unión por la Patria, lograron con otros sectores alargar el plazo del debate.
Por su parte la Mesa Nacional del Transporte resolvió realizar un paro nacional de 24 horas el próximo 17 de octubre, durante la conmemoración de día de la lealtad peronistas. Los pilotos de Brasil se solidarizaron con sus pares argentinos y no volarán ningún avión de AA que se vendan a ese país y no aterrizarán vuelos en Argentina.
Stella Calloni, corresponsal
Fuente: La Jornada