La tortura en México fue una práctica constante y generalizada que no se ha podido erradicar del todo, por lo que el reto de combatirla es enorme y ningún esfuerzo será suficiente para aportar a favor de la prevención del delito y la protección a las víctimas, señaló la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra.
Al inaugurar el seminario sobre la práctica ética del ejercicio médico en la aplicación del Protocolo de Estambul, dijo que es necesario eliminar la tortura en el país, lo cual será posible si estos temas se llevan a la agenda nacional, para incidir a favor de todo aquello que evite que se cometan violaciones a los derechos humanos. “La tortura es una práctica atroz y degradante que debe evitarse; es la expresión máxima del abuso de poder y una violación a los derechos humanos injustificable”.
Añadió que sin la profesionalización y compromiso de los funcionarios públicos, peritos y personal que tiene bajo su resguardo a víctimas de violaciones a derechos humanos, nada será suficiente para erradicar las prácticas que deriven en violaciones a su dignidad, como la tortura.
La erradicación efectiva del maltrato en todos los órdenes no es tarea sencilla y se requiere de la suma de esfuerzos, de compromiso individual y colectivo para evitar que esta práctica se siga repitiendo, además de que el papel de instituciones y organizaciones de la sociedad civil son una fuente inagotable para la capacitación y para evitar tratos crueles, inhumanos y degradantes.
César Arellano García
Fuente: La Jornada