El cáncer colorrectal es uno de los más comunes y que más muertes provoca en la población mexicana a causa de la detección tardía de esta enfermedad, por lo que el médico especialista en radio-oncología, Gabriel Alejandro Contreras Palafox, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), explica los signos, síntomas y factores de riesgo que pueden desencadenar esta neoplasia y la manera de prevenirla.
Primero, explicó que la neoplasia colorrectal es el cáncer originado en el colon o en el recto, provocado, principalmente, por factores genéticos y/o dietas altas carbohidratos y grasas, sedentarismo, obesidad y enfermedades cardiovasculares, que también pueden desencadenarlo.
“El principal factor de riesgo son los pólipos, crecimiento en el revestimiento interno del colon o del recto, por herencia familiar o de manera aislada. Otro de los factores es la dieta baja en frutas y verduras y alta en grasas saturadas y carnes rojas”, apuntó el especialista.
Los signos varían de acuerdo con el tipo, anatomía y ubicación del pólipo (colon derecho, colon izquierdo o recto); y la etapa de la enfermedad.
“Los síntomas van a ir variando la aparición. En algunos casos, cuando es de colon derecho, el tumor o pólipo crece mucho más rápido que en los otros sitios del intestino y se ulcera por lo que los pacientes van a presentar sangrado oculto en heces, dolor abdominal y pérdida inexplicable de peso. Si fuera del lado izquierdo, ese tumor es más fácil de palpar y cuando es muy abajo, es decir, en el recto, el paciente lo puede palpar porque se parecen a las hemorroides, pero al hacer una colonoscopia se descubre que es tumoración que provoca sangrado”, detalló.
Como especialista en radio-oncología, destacó que el cáncer de colon o de recto son curables retirando quirúrgicamente los pólipos y aplicando quimioterapias y radioterapias posteriores cuando se trate de un tumor localizado en el colon izquierdo o en el derecho; pero el de recto, debe tratarse con quimioterapia o radioterapia antes de considerar una cirugía.
“Yo le digo a mis pacientes que el cáncer se puede curar en etapas tempranas porque no ha invadido las capas más profundas del intestino grueso y está autolimitado. En etapas más avanzadas el tumor ya no está solamente en el intestino, sino que ya hizo metástasis al hígado o hace implantes peritoneales en el resto del estómago”, expuso.
En cualquiera de los casos, Contreras Palafox aconseja prevenir cambiando los hábitos alimenticios, practicando actividad física y ejercicio diario, además de realizar la colonoscopia a partir de los 40 o 45 años.