En México, 50.4 millones de personas carecen de acceso a servicios de salud, lo que significa el 39.1 por ciento de la población, destacó Alida Marcela Gutiérrez Landeros, coordinadora general de análisis de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Al participar en la Cátedra Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)- Coneval, Conferencia sobre pobreza, evaluación, monitoreo y gestión administrativa, la funcionaria explicó que la carencia creció respecto al 2018, cuando inició el sexenio.
En ese año, 20.1 millones de personas carecían de acceso a servicios de salud, lo que representó 16.2 por ciento de la población que había en ese momento.
Gutiérrez explicó que en el 2018 desapareció el seguro popular y que actualmente funciona el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que es un organismo descentralizado sectorizado a la Secretaría de Salud.
“Desde el seguro popular se viene diciendo: es universal, es para todas las personas que no cuenten con el acceso vinculado a su trabajo; aún así, estamos viendo que 38 por ciento sigue reportando que no tiene acceso a los servicios de salud”, destacó la ponente.
Detalló que en cuanto a IMSS Bienestar- un organismo que desde mayo del 2023 otorga gratuitamente servicios de salud, medicamentos y otros insumos asociados a personas sin seguridad social- sólo 0.2 por ciento de la población está afiliado.
Comentó que la pandemia impidió la operación del Insabi y que ha habido un aumento considerable de las personas que tienden a ir a consultorios adyacentes a farmacias, lo cual no se considera acceso a salud.
La carencia de salud forma parte de las seis condiciones que el Coneval toma en cuenta para medir la pobreza multidimensional, entre las que se encuentran: rezago educativo, acceso a la seguridad social, a la vivienda, a servicios básicos de ésta y a la alimentación nutritiva y de calidad.
Coneval realiza sus estimaciones con base a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, cuyos últimos datos son al 2022.
Jessika Becerra
Fuente: La Jornada