En un hecho sin precedentes el senado de la república aprobó que se castiguen los matrimonios forzados de menores.
En un hecho sin precedentes, el pasado miércoles, el Senado de la República aprobó la iniciativa propuesta por la diputada federal y activista Eufrosina Cruz, con la que se castigará el matrimonio forzado de menores (también conocido como matrimonio infantil) en México, con una pena de hasta 18 años de prisión y una multa, que puede aumentar de valor en caso de que la víctima sea integrante de una comunidad indígena o afromexicana.
“…estoy muy contenta porque acaba de aprobar, el Senado de la República, la iniciativa que impulsamos para que, en este país, los matrimonios infantiles o equiparable se consideren delito grave, que nunca más nadie ultraje el cuerpo de una niña, violente el cuerpo de una niña, menos en el nombre de la cotidianidad, del uso y costumbre, eso ya va a estar tipificado como delito grave”, dijo en un video que publicó en sus redes sociales la diputada federal Eufrosina Cruz.
“…el uso y costumbre, que amo, que defiendo, que yo sé que las niñas aman y defienden, es la lengua, es la vestimenta, pero no la violación a sus cuerpos, no el abuso a sus cuerpos, eso se llama abuso”, sentenció en el video la activista.
En 2019, el Senado aprobó la prohibición de los matrimonios infantiles en el país.
A pesar de ello, actualmente México ocupa el octavo lugar a nivel mundial con más mujeres menores de 18 años casadas o en unión informal; la mayoría de estas menores se encuentran entre los 12 y 17 años de edad.
Además, a finales del año pasado la organización en defensa por los derechos de las infancias Save the Children denunció que en México una de cada 100 niñas de entre 12 y 14 años están casadas.
- 18 años de cárcel, la pena máxima por este delito.
- 1 de cada 100 niñas está casada o en unión libre.
- México tiene el octavo lugar en el mundo con más mujeres menores de 18 años, casadas.
- De acuerdo con el Inegi, en los últimos cinco años se han casado 14 mil 957 menores de 18 años.
PAL
Fuente: El Heraldo de México