Catedrática de la Facultad de Historia de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), en una breve charla sobre Entierros en la villa de Culiacán; aspectos sociales y psicológicos vinculados a la cultura funeraria durante la Colonia, tema vinculado a sus investigaciones de doctorado, que transporta a estos aspectos históricos.
Venecia Citlali Lara Caldera, investigadora universitaria haciendo una adaptación propositiva y de impacto cultural, en relación a sus investigaciones, abordó preguntas sobre cómo se vivía, qué se pensaba y cómo era transformado a términos sociales y psicológicos la cultura funeraria de aquella época, sociedad dinámica integrada por mulatos, indios laboríos (indígena que trabajaba), españoles, mestizos y castizos.
“Ellos, al momento de los funerales, dejaban libros de entierro bastante detallados que nos permiten ver las dinámicas de entierros y que eran bastante fluidas y flexibles, de los cuales podemos ver cómo se mueven aspectos psicológicos en el entendido de cómo entender ese dolor y ese sufrimiento y cómo perpetuaban la memoria de aquellos que se van con las estructuras sociales coloniales”, explicó.
La académica de Historia compartió que los sepulcros, según registros de estos, se hacían dentro del templo o en sus paredes laterales bajo una jerarquización de precios que, para los académicos de la actualidad, es la jerarquización de la estructura social.
En las investigaciones, encontró que no importaba si se era mestizo o esclavo para ser enterrado en lugares de mediana o más distinción, practicándose la no exclusión en términos socioculturales.
Tales datos, dijo, fueron referenciados gracias a la existencia de libros llamados de fábricas, los cuales pertenecían a las parroquias, tomos de ingresos o fiscales, que constataron los movimientos económicos, relacionados a compra de misas y cirios, dejando como rastro aquellas familias que deseaban perpetuar la memoria de sus difuntos.
Lara Caldera contó que en el noroeste de la Nueva España no se tenían monedas circulantes en ciertas etapas del año, dándose los intercambios por productos y servicios a cambio de hebillas de plata, zapatos, aretes, rebozos, reces o pistolas, o bien, más cantidad de trabajo por una misa o en un cirio, una dinámica económica que se nos permite conocer a través de estos registros.
Este tema, la investigadora lo compartió con alumnos del Tecnológico Nacional de México Campus Culiacán, al cual fue invitada por el Instituto Municipal de Cultura Culiacán en el marco el festival tradicional del Día de Muertos, así como del proyecto Enjambre de ideas.