La Comisión Estatal para el Acceso a la Información Pública aceptó el recurso de revisión interpuesto por respuestas donde incluyen basura cibernéticas y formatos ilegibles de parte de la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno de Sinaloa
Por Eduardo Sánchez Encinas
Se distinguen por burlar la transparencia en Sinaloa. Lo hacen a carcajadas a pesar de los órganos garantes como la CEIAP. “Sin pedos, plebes”.
La Coordinación de Comunicación Social del Gobierno de Quirino Ordaz Coppel lo forja una y otra vez sin muchas sanciones. Menos ejemplares.
El Jefe de la CCS Alberto Camacho García y Jair Flores descubrieron un “paraíso” burocrático y de engaños para custodiar su información comprometedora y mantenerla a salvo de la ciudadanía y de las suspicacias periodísticas.
La Unidad de Transparencia de la CCS a cargo de David Omar Ortiz Achoy, perfectamente conduce la truculencia de la entrega parcial, condicionada y amañada fuera del principio de máxima publicidad y accesibilidad de la Ley de Transparencia y de Acceso a la Información Pública del Estado.
Los ejemplos son más que claros en las respuestas a los folios 00759721 y 00745121 interpuestos en la Plataforma Nacional de Transparencia al inicio del mes de Julio.
El escondite perfecto
Mediante el folio 00759721 se solicitaríacopia digital en su versión pública de todos los contratos de la Coordinación de Comunicación Social“con la empresa Integra-LAB SA de CV y sus respectivos productos entregables que comprueban el trabajo realizado correspondiente a los años 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021…”
De una manera puntual se requirió la entrega de “los estudios completos de posicionamientos de medios de comunicación estatales respaldados en las facturas 000001280 y 000001281 de la empresa Integra Lab, por considerar que es información pública de interés para el Estado y todos los estudios en sus versiones públicas realizados para la dependencia desde el 2017 a la fecha de parte de esa empresa…”
La estrategia fue doble. En la respuesta de la PNT cargan archivos no accesibles y más tarde mandan un correo electrónico que permanece en la bandeja de correos no deseados por días con una acta de reserva de la información hasta concluir el año.
La queja claro es por diversos motivos entre ellos por violentar el principio de máxima publicidad, por contravenir a la ley y no responder de manera rápida y expedita y no usar un medio adecuado y verificado al que cualquiera pueda acceder. -por cargar archivos no accesibles a todos.
La queja del recurrente agrega que al intentarse abrir los archivos “aparece un error y se convierte en basura digital- anexo archivo de captura-. Podrían estar mandando no solo basura sino virus digitales para evitar la entrega de información. -son comunes estas prácticas en esa dependencia para no entregar información y dilatarla”.
La intención claro, era mantener la reserva de la información de los estudios de rating de medios de comunicación fuera de la queja interpuesta y lograr el objetivo de salir de la administración estatal sin darlos a conocer.
No hay duda son buenos con las mentiras. “Idearios de la cábula”.
Otra cueva
De la misma forma en la solicitud 00745121 se pidió copia digital- en versión pública- de todos los contratos de la CCS con la empresa CALASAN PUBLICIDAD S.C. y sus respectivos productos entregables que comprueban el trabajo realizado correspondiente a los años 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021.
También se les pidió entregar al menos 5 facturas de cada año. La respuesta de la Coordinación fue una invitación a consulta directa en las instalaciones de la CCS con todo y la pandemia y un par de archivos con basura cibernética.
Por eso se interpuso el recurso RR00047921 por violentar el principio de máxima publicidad y contravenir la ley al responder “que la entrega de la información sería por documentación a consulta directa en la oficina de la coordinación social de comunicación y no como se pidió: debía ser de manera digital y por la plataforma nacional de transparencia. Además de cargar archivos no accesibles a todos…”.
Otra trastada más del Alberto y el Jair. “Sin pedos”.