Egresar profesionistas de éxito, con los más altos estándares de calidad educativa, capaces de responder a los desafíos y exigencias del mundo, es una de las misiones de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), por tal razón, en los últimos años ha realizado inversiones en infraestructura que impactan de manera positiva en la formación de sus estudiantes y un ejemplo de ello, es el Centro de Simulación Clínica de la Facultad de Medicina (CSiCuas).
Esta obra de vanguardia, entró en funciones en el 2011 con el propósito de apuntalar una educación de calidad en salud para el beneficio de la región y del país, y desde entonces, ha permitido que cientos de estudiantes lleven a la práctica los conocimientos adquiridos de manera teórica, al poder replicar de forma interactiva y supervisada, situaciones médicas que pueden presentarse en la vida real.
“Mantener a los estudiantes preparados al día, que ellos entiendan lo que es el proceso de vida hospitalaria durante la fase escolar y puedan llevar a cabo procedimientos que muchas de las veces se realizan por primera vez cuando uno está haciendo el internado”, indicó el doctor Alberto Páez Salazar, coordinador del CSiCuas.
Este espacio, que funciona como una herramienta pedagógica novedosa en la adquisición de habilidades y competencias de alto impacto en el campo de la salud, está preparado para recibir de manera simultánea a alrededor de 150 estudiantes por hora, distribuidos en las siete estaciones equipadas con tecnología de punta, como lo es el área de choque, área de hospitalización, zona de técnicas invasivas, área de habilidades clínicas, además área de pediatría, espacio en el que se puede manejar desde un recién nacido, hasta un adolescente de 18 años y hacer procedimientos como convulsiones.
“Nuestra sala de reanimación es muy parecida a la de un hospital en la vida real, ya que contamos con todo lo necesario para llevar a cabo el proceso de atención de un paciente en estado crítico, también contamos con un área de hospitalización en la cual, podemos estar monitoreando a los pacientes y estarlos vigilando con tomas de signos vitales, monitoreo a través de pantalla por telemetría y nos sirven de entrenamiento porque podemos simular diferente casos clínicos”, expuso el galeno universitario.
Asimismo, también cuenta con la estación gineco-obstetricia, en la cual a través del simulador SimMom, se puede llevar a la práctica un trabajo de parto avanzado, equipamiento que solo se encuentra en dos espacios en el estado, siendo uno de estos, en el Centro de Simulación Clínica de la UAS.
Los recursos educativos, se transforman y en el campo de la medicina no es la excepción, es por eso que por medio de la sala interactiva, donde además de desarrollarse sesiones de aprendizaje y cursos de certificación en Soporte Vital Básico (BLS) y Soporte Vital Cardiovascular Avanzado (ACLS), se encuentra Harvey, maniquí de nueva generación, que proporciona formación cardiopulmonar.
“Uno de los maniquís de alta fidelidad más importantes que se tienen desarrollados a nivel mundial, es el Harvey, donde podemos modificarle los ritmos cardiacos hasta en 38 diferentes situaciones clínicas que son sumamente importantes para que un médico especialista, un médico general y, sobre todo el estudiante de Medicina esté preparado para la atención de este tipo de pacientes”, destacó Páez Salazar.
Este centro, que permite la enseñanza en reanimación cardiopulmonar, es reconocido por contar con el aval de la Asociación Americana del Corazón, (AHA por sus siglas en inglés), y posicionando a la Máxima Casa de Estudios Sinaloense como “la única universidad del noroeste del país que tiene un centro de simulación con un centro AHA, en donde tenemos una productividad muy alta que nos coloca dentro de los primeros 15 lugares reconocidos por la AHA a nivel México”, resaltó.
El Centro de Simulación Clínica, que recibió en el 2018 una inversión de más de 14 millones de pesos en equipamiento con todos los niveles de simulación, hoy es un espacio de vanguardia en la enseñanza de la medicina, donde cientos de jóvenes que se forman en las aulas de la Facultad de Medicina, replican situaciones en diversas áreas, enriqueciendo sus conocimientos y egresando como profesionales con alto valor humanista y académico.