Utilizaron a los especímenes de la raza Holstein-Friesian, consideradas como las más longevas, adaptables y mejores productoras de leche.
Un grupo de científicos de la Universidad de Ciencias y Tecnologías Agrícolas y Forestales del Noroeste de China clonó exitosamente a tres vaquitas lecheras de la mejor raza del ganado bovino, las conocidas Holstein-Friesian catalogadas como las “supervacas” cuya rama se distingue por su alta producción de leche, carne, aunado a su adaptabilidad al entorno. De acuerdo con el instituto, el pasado martes 31 de enero fue que la clonación se llevó a cabo mediante la transferencia nuclear de células sománticas. Esto significa que juntaron una parte corporal del espécimen junto con un óvulo para hacer una fertilización in vitro. De acuerdo con el comunicado de la academia, el primer becerro en “nacer” pesó 56.700 kilogramos y midió 113 centímetros.
La vaquita clonada “nació” con excelente salud
A solo media hora de su nacimiento, ingirió inmediatamente “calostro” —líquido que proporciona todos los nutrientes que protegen a los recién nacidos—. De acuerdo con sus análisis clínicos, el becerro estaba completamente sano y su forma corporal además del color de su pelaje eran idénticos a los de la vaca donante de células. La Universidad aclaró que para la clonación se eligió ganado bovino de alto rendimiento, longevo y resistentes al estrés, las cuales se ubicaban en diferentes fincas del país asiático. Lo que hicieron los científicos fue recolectar tejido de las vacas donantes, luego los cultivaron y procedieron a clonar los embriones, que posteriormente fueron transferidos al útero de las vacas receptoras.
Y es que, la taza de preñez en las hembras, alcanzó el 42 por ciento de un total de 120 embriones. Pasados los 200 días de gestación bajó al 17.5 por ciento. Esto representó un gran avance en la aplicación de esta tecnología para la reproducción de vacas lecheras de alto rendimiento. De acuerdo con Jin Yaping, uno de los autores de este interesante trabajo científico, la aplicación de estos avances en la rama de la clonación de células somáticas evita que los riesgos de bioseguridad ocurran. Es decir “introducir al ganado vivo, ahorra —en gran medida— los recursos de germoplasma de alta calidad —los cuales están a punto de ser eliminados—.”, puntualizó el especialista.
Destacaron que esta técnica ayudará a renovar, conservar y expandir el “ganado de supervacas reproductoras de raza fina nacionales”, así como la población de toros sementales “con derechos de propiedad intelectual independientes”, finalizó.
¿La motivación? Su industria láctea depende de las importaciones
China depende en un 70 por ciento de las importaciones de ganado bovino para poder surtir su industria de lácteos. Cuenta con una población total de alrededor de 6.6 millones de vacas Holstein. Sin embargo, en promedio, solo cinco de cada 10 mil de esos animales son altamente productivos, longevos y resistentes al estrés. La motivación está muy clara, es por esta razón que su idea es establecer —dentro de 2 a 3 años—un rebaño conformado por más de mil supervacas lecheras. Quieren que todas “nazcan” mediante la tecnología de la clonación, recolección de ovocitos, producción de embriones “in vitro” y la regulación del ciclo estral del ganado vacuno. Digamos que puedan controlar el celo, que regularmente tiene un promedio de 21 días, pero que —en el último tiempo— el periodo fue perfeccionado por los investigadores de esa universidad.
“Estos recursos brindan un apoyo importante y sientan una base sólida para resolver los problemas que restringen el desarrollo de la industria láctea china, que depende de países extranjeros”, destacó Jin Yaping.
Cabe destacar que algunos países han prohibido las ventas del ganado estrella —Holstein-Friesian— al gigante asiático. A la par, las naciones que venden animales de esta raza experimentan escasez en sus respectivos rebaños, informó el medio internacional Global Times. No debe extrañarnos que el gigante asiático priorice su autosuficiencia en el sector agropecuario, puesto que en la capital, Pekín, se han vuelto más independientes en la producción de semillas clave y han incrementado la inversión en tecnologías relacionadas con este sector. Todo como un esfuerzo para lograr la seguridad alimentaria nacional.
Adriana Juárez
Fuente: El Heraldo de México