La distinción de Doctor Honoris Causa que la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) le otorgó al escritor y biólogo David Bradford Werner, es un honorable acierto, ya que reconoce la gran trayectoria a nivel internacional que el biólogo ha dedicado al trabajo en atención primaria de la salud y la rehabilitación, destacaron colaboradores que han trabajado de la mano con el hoy condecorado.
Mario Carranza Aguilar, María Teresa Zorrilla Palomar y Dolores Vicencio Acevedo expresaron su orgullo de que la Máxima Casa de Estudios Sinaloense esté otorgando este distintivo a una persona que laboró durante tantos años a la promoción de la salud de las comunidades marginadas en el estado, al igual que del país y el mundo.
“Estoy muy contento porque David es un hombre que ha trabajado mucho por México, el estado de Sinaloa, y le ha dado mucho. Ha trabajado en favor de los derechos humanos de las personas con discapacidad, en programas de promoción y orientación de personas con discapacidad, es pionero de la salud pública. Es un personaje que tiene mucho reconocimiento a nivel internacional y faltaba el reconocimiento de la UAS”, indicó Carranza Aguilar.
“Me da mucho gusto el reconocimiento a David porque ha sido una persona que toda su vida la ha dedicado al servicio a la comunidad, y su impacto es mucho más que solo sus libros, es todo su testimonio de amor y entrega en donde la ciencia la acerca al servicio de la salud y organización de la participación social en las comunidades de Sinaloa, y muchas comunidades de México”, comentó Zorrilla Palomar.
“Estamos muy complacidos porque realmente hasta después de 50 años se le ha hecho justicia de toda su labor que ha realizado en la sierra de Sinaloa, y nos complace mucho a todos los rehabilitadores que David esté recibiendo este reconocimiento, porque realmente se lo merece, (…) estamos muy contentos de que la Universidad le dé este reconocimiento que es sumamente merecido, que todos apoyamos con muchísimo cariño”, mencionó Vicencio Acevedo.
De igual manera, agradecieron la atención de la Casa Rosalina al reunir a tantas personas que están sumamente agradecidas por la atención de David Werner, quien, mediante sus libros y filantropía, ha ayudado a la rehabilitación y el cuidado de la salud tanto física como mental de la comunidad.