La familia enfrenta un doble dolor pues el padre podría recibir una sentencia de cadena perpetua.
Una tragedia llegó a la vida de una familia de manera tan intempestiva que acarreó otra, pues cuando un padre y su hijo de 17 años se quedaron sin gasolina y fueron a buscar el combustible, un conductor atropelló al menor causándole la muerte, lo que trastornó de dolor al hombre quien tomó un arma y asesinó a quien le arrebató la vida al adolescente.
El hecho ocurrió en el condado de Person, en Carolina del Norte, Estados Unidos, la madrugada del pasado lunes 14 de agosto, cuando padre e hijo caminaban hacia una vialidad más transitada para que los automovilistas los ayudaran a conseguir gasolina, pero en el camino ocurrió el fatal accidente.
Asesinato tras accidente mortal
De acuerdo con el sheriff del condado de Person, Kevin Morris, el conductor de la camioneta -identificado como Jeffrey McKay, de 39 años- transitaba por una calle cuando tuvo un fatal encuentro con un padre y su hijo, pues atropelló al adolescente, causándole la muerte al instante, pero tras el accidente se bajó de su camioneta y llamó al 911 para informar lo sucedido.
El cuerpo del menor de 17 años quedó tendido en el piso, por lo que el padre -identificado como Chad Woods, de 41 años- entró en desesperación, tomó un a pistola y comenzó a disparar al hombre que minutos antes había atropellado a su hijo, los servicios de emergencia alcanzaron a llevarlo a un aspiración, pero murió más tarde por sus heridas. Según la narrativa de los hechos, Woods tomó la camioneta con la cual su hijo fue atropellado y huyó del sitio dejando ambos cuerpos. La policía arribó al lugar y encontró dos cadáveres, por lo que comenzaron a investigar.
Detienen al padre del adolescente muerto
Una vez que los cuerpos fueron identificados, la policía llegó a la casa familiar del adolescente muerto y arrestó al padre quien está acusado de los delitos de asesinato en segundo grado y hurto de vehículo motorizado; por los cuales deberá comparecer el próximo lunes 21 de agosto. El asesinato en segundo grado conlleva una pena máxima de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, según las pautas de sentencia de Carolina del Norte.
“Simplemente, estaba fuera de sí. Decía ‘mató a mi hijo. Mató a mi hijo'”, dijo Lawrence Clayborn, padre de Woods.
Sobre las víctimas se informó que McKay era un trabajador de mantenimiento en el Departamento Correccional de Carolina del Norte, que vivía en Youngsville. Mientras que el adolescente deseaba ser técnico informático, así como mantenerse positivo y ayudar a la gente. “Era una muy buena persona”, dijo su hermano.
Diana Mabel González Salgado
Fuente: El Heraldo de México