El consejo de vigilancia de la Cooperativa La Cruz Azul, conformado por José Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez, resolvió la exclusión de 206 socios, vinculados a la antigua administración de Guillermo Billy Álvarez Cuevas, por la presunta venta ilegal de cemento a través de empresas factureras (con un ingreso estimado de 8 millones de pesos al día) y lavado de dinero, al término de la asamblea general ordinaria celebrada ayer en las oficinas corporativas en Gran Sur.
El abogado Eugenio Olvera, enlace de la cementera, explicó que este grupo de trabajadores ha implementado una contabilidad alterna, además de un trasiego de cemento paralelo al que tiene la cooperativa, por medio de “la explotación de la fábrica de Hidalgo, que sigue secuestrada por socios que no quieren reconocer a la nueva administración”.
“Existe una dispersión de 8 millones de pesos al día”, subrayó en entrevista. “Estas personas siempre estuvieron vinculadas sentimental y económicamente con los Álvarez Cuevas (Billy y Alfredo), que pretendían estar por encima del consejo de administración. Es lo más probable, porque ese fue el sentir de la mayoría de los socios (de un universo de 716) con una votación unánime, es que habrá un cimbronazo fuerte en la estructura de la cooperativa”.
Tras la asamblea de socios, precisó Olvera, lo que sigue es el trámite administrativo para fincar responsabilidades jurídicas.
“Los 206 socios van a tener que responder con su capital social e, incluso, con su propio patrimonio. Habrá litigios seguramente, pero ellos prefirieron ser omisos a cualquier defensa al interior de la asociación empresarial”.
Esto ocurre después de que el pasado 13 de abril un grupo minoritario de socios informara la recuperación de las oficinas ubicadas en Torres Adalid, movilización encabezada por el consejo que dirigen Federico Sarabia y Alberto López. En medio del conflicto administrativo, la directiva de Víctor Velázquez determinó en febrero pasado la salida de Álvaro Dávila como presidente ejecutivo del equipo futbol, a quien se relacionaba también con Billy Álvarez.
“Dávila es una persona que pareciera, en los hechos, que logró un campeonato; pero la realidad es distinta. Sólo se colgó del trabajo de otras personas, cuando en realidad a lo que se dedicaba era a jugar golf con directivos de la Femexfut”, aseguró.
“Llegó a Cruz Azul porque tenía mucha simpatía al interior de la federación, en un momento en el que el club estaba rompiendo con todo su pasado. Pero no tuvo absolutamente nada que ver con los logros”.
Alberto Aceves
Fuente: La jornada