Presuntos integrantes de la corporación castrense descargaron sus armas en contra de cinco civiles desarmados sobre la carretera.
Luis Adán Rodríguez Santiago viajaba en su camioneta por Nuevo Laredo, Tamaulipas, junto a su pareja —quien estaba embarazada— y otras tres personas. Se dirigían a un convivio, pero fueron víctimas de un ataque armado que les impidió llegar.
De acuerdo con un testimonio de Luis, quien conducía una Chevrolet Tahoe, cuando estaban a la altura del kilómetro 9 del Libramiento Vial Mex II, Carretera Federal Nuevo Laredo-Piedras Negras, se dieron cuenta de que una pick up de la Guardia Nacional (GN) los estaba siguiendo.
Las declaraciones retomadas en un comunicado del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo apuntaron que cuando la unidad castrense estaba aproximadamente a 50 metros de distancia, comenzaron a escucharon varios disparos. En un intento por evadir la lluvia de fuego, Luis trató de cambiar de carril, pero perdió el control y se estrelló contra un muro de contención.
El joven compartió que mientras los agentes militares vaciaban sus cargadores en su contra les gritaron “¡Corran, corran o aquí los matamos!”.
Una mujer embarazada y un hombre de 54 años son, hasta ahora, las víctimas mortales del ataque. (ROGELIO MORALES /CUARTOSCURO)
Durante el ataque, perpetrado por al menos tres miembros de la Guardia Nacional incluyendo a un artillero, Luis sintió que una bala le entró por la espalda y salió por su pecho. Intentó correr para ponerse a salvo y, cuando volteó a ver la escena de la agresión, vio que el resto de sus acompañantes estaban en el suelo.
En ese momento se percató de que Miriam, quien estaba embarazada de su bebé, había resultado herida. Trató de acercarse a ella y, cuando estaba a un par de metros, los uniformados le gritaron “No te acerques, culer*, te vamos a matar”. En respuesta, el joven les suplicó que auxiliaran a su pareja, pero su petición fue ignorada. “Nomás se nos quedaron viendo, luego la abracé [a Miriam] y se arrimaron a la troca y se fueron los de la Guardia Nacional”.
El artillero le dio la instrucción a sus compañeros de retirarse, por lo que abandonaron el lugar. Minutos más tarde, otro vehículo de la GN acudió al sitio y les brindó apoyo.
El saldo del infame ataque fue el asesinato de Felipe García, de 54 años, y de Miriam Mariana Flores, 15 años, quien tenía ocho meses de embarazo. Por otro lado, además de Luis también resultaron heridos Edwin Leonel (de 14 años, primo de Luis) y Verónica Patricia Treviño, de 24, amiga de Luis.
El ataque ocurrió la mañana del 16 de abril. (Especial)
Habría sido un error de los guardias nacionales
En una entrevista con Azucena Uresti, el presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos, explicó que en el lugar de los hechos se encontraron al menos 83 casquillos percutidos. Fueron más de ocho decenas de balas las que los presuntos miembros de la GN dispararon en contra de los cinco civiles desarmados.
Durante su conversación con la periodista, Ramos denunció el silencio que, hasta el momento, han mantenido las distintas corporaciones castrenses, desde la Guardia Nacional hasta la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“Es un mensaje de encubrimiento al más alto nivel, de un comandante que tiene las manos manchadas de sangre […] No se explica cómo tres guardias nacionales dispararon y en lugar de prestarles auxilio los abandonaron a su suerte”, añadió el activista.
Hasta ahora se desconoce la identidad de los supuestos miembros de la GN que ejecutaron el ataque. (ROGELIO MORALES /CUARTOSCURO)
Como parte de las investigaciones, el presidente del Comité señaló que tienen en la mira un par de videos que mostrarían el rumbo que tomó la camioneta de la GN tras el ataque. Además, se estaría trabajando en el retrato hablado de uno de los elementos militares que no llevaba el rostro cubierto.
Aunque se desconoce el motivo por el cual los presuntos guardias nacionales habrían llevado a cabo estas ejecuciones, El País compartió fragmentos del testimonio de Verónica Treviño, quien indicó que, aparentemente, todo habría sido un fatal error.
Después de haber sido impactada por la ráfaga de balas, la joven intentó escapar. “Quería cruzar la cerca, porque dijeron que nos iban a matar. Pero luego checaron la troca y dicen ‘güey, la cagamos, la cagamos, no tenían nada’”.
Baruc Mayen
Fuente: Infobae