Crónica de las Salutaciones a la Rocha Moya

Eduardo Sánchez Encinas

Previo a su mensaje formal el Gobernador saludó a todos sus invitados uno a uno

La música le daba escena. Era el tenor sinaloense José Manuel Chú interpretando Cantares. El Gobernador se preparaba para liberar su  mensaje.

Golpe a golpeeeee, veeerso a versoooooo- Golpe a golpeeeee, verso a versooooo- Golpe a golpeee, veeeerso a versooooooooooo”.

Y sí. Para todos tuvo. El humor fue su hilo conductor en las salutaciones. Su repertorio de espontaneidades fue amplio desde que le cedieron la palabra.

La voz del Presidente de la mesa directiva Gene René Bojórquez le daba la palabra.

“Mensaje del ciudadano Rubén Rocha Moya Gobernador Constitucional del Estado de Sinaloa ( aplausosy bravos). En los términos previstos en el artículo 128 de la Ley Orgánica del Congreso del Estado que nos rige se le concede el uso de la voz…”  

Rocha Moya quería saludar uno a uno a los más de 3 millones de sinaloenses pero no había tiempo.

“Todos merecen que yo hoy los mencione por su nombre, entenderán que eso no es posible, pero los tengo en mi corazón. Por lo tanto les mando un fuerte abrazo a todas las sinaloenses y a todos los sinaloenses”, vitoreraba

El demócrata ya embestido como Gobernador pediría licencia para saludar al menos uno a uno a sus amigos presentes en el Congreso de Sinaloa. Quién podría negárselo. Ni Gene René Bojórquez, el Presidente de la mesa directiva. La voz era ya de Rubén Rocha Moya.

 “Luego quiero pedir que me disculpen porque ya los saludó a cada uno de ustedes el Presidente (de la mesa directiva del congreso), pero yo también los quiero saludar a cada uno de los que han venido y que son mis invitados. Concédanme esa venia compañeras y compañeros Diputados”, aclaraba.

Fue un festín verbal repleto de bromeo y anecdotario, de carreta sinaloense y chacoteo. Era un Rubén Rocha en la cercanía de la informalidad y adelantándose al futuro de Quirino. El Congreso le celebraba todo.

“Ya casi le digo embajador…”. Las risas y los aplausos sonaban fuertes.

Al saludar al aún gobernador Quirino Ordaz Coppel sí rescataba su civilidad política al asistir a la ceremonia con su familia y el orden de lo encontrado hasta la fecha. Si hay algo destartalado habría un mes para darse cuenta.

 “Yo creo que el Gobernador Quirino ha actuado con responsabilidad, con institucionalidad y con una actitud amistosa”.

Rocha levantaba la cortina de las persecuciones personales

Saludo a Quirino Ordaz

 “Y le digo porque a mi me gusta ser muy claro. Y me dicen oye vas a perseguir. No voy a perseguir a nadie. Yo no voy a perseguir a nadie. Yo veo para adelante. Pero todos los proceso de ley corren”.

Era hábil, pero dejaba claros los peros

 “Entonces tenemos que dejar que las instituciones.. no empezar con bravuconerías de que vamos a ver donde te encuentro. Nada de eso. Solo lo que los procesos de ley indiquen”.

El Gober ni tardo ni perezoso llamaba a los senadores presentes a darle el sí a la propuesta del Presidente López Obrador para ya montar a Quirino en la embajada de España. No había apuro aclaraba, pero si quería ayudar.

 “Pero además voy a aprovechar, voy a nombrar a los Senadores uno por uno y ya de pasadita les diré: ahí les encargo que voten por la propuesta del Presidente para que Quirino sea embajador”, le mencionaba.

“No es porque quiera que se vaya lejos ( risas), simple y llanamente es porque es un propuesta que creo yo es digna de parte del Presidente”, asentaba.

En el recuento de los Senadores no podía dejar sin referencias a Mario Zamora Gastelúm al que le refrescaba su respeto y le recordaba los detalles finos de la democracia.

No voy a perseguir a nadie

 “Reconozco tu compromiso con Sinaloa. Eres un joven valor sinaloense, fuiste muy digno como competidor, te respeto. Las cosas que haya habido ahí, son cosas de la democracia y los demócratas no le ponemos cuidado a eso sino a lo que viene para adelante”, le diría.

Entre apapachos orales y citas anecdóticas leía la larga lista de invitados especiales. Sus dedos pasaban del índice indicativo al pulgar del like para señalarlos en la sala.

Fue para Américo Villarreal, delegado de Morena para la elección que lo llevó a la Gubernatura un reconocimiento personal.  Había promesa de reembolso para la contienda próxima de Tamaulipas. Echarle la mano si es que Américo se pudiera animar.

 “Le debo.. ¿donde estás Américo?. Le debo un pedazo de la Gubernatura porque el fue el delegado… ayy te lo pagaré en Tamaulipas ( entre risas) por aquello digo de que tengas intenciones de…”, le reviraba.

A los alcaldes que pretendieron la gubernatura los jugueteó igual.  A Gerardo Vargas lo movió de municipio. A Estrada Ferreiro le celebro su “buen carácter”.

 “Gerardo Vargas..mazatl..ya mero te mandaba a Mazatlán, primero acuérdate que ibas para Culiacán y luego te mandaron para Ahome y ahora ya te estoy haciendo que vas pa¨ Mazatlán… Gerardo Vargas.”

Hacía pausa y continuaba.

Estrada Ferreiro el batalloso

“El Químico Benitez ( entre aplausos)…Mi querido amigo muy batalloso, pero yo también soy muy batalloso. Somos batallosos los dos, Jesús Estrada Ferreiro”.

Rocha no paraba de sonreír y marcaba su ruta política.

“Fueron aspirantes a la gubernatura y me dicen oiga va atender bien al Químico o va a ver bien a Gerardo. Y le digo aquí no vengo a jugar vencidas políticas con nadie. Venimos a hacer equipo con todos para sacar adelante a Sinaloa”.

 Era el día del Gobernador. Su protesta y solo su salutación. Sin duda.