Cuén Ojeda, el mejor aliado de Rocha

María Margarita Free del Castillo 

Uno de los grandes proyectos de Héctor Melesio Cuén Ojeda es servirle a Sinaloa. De ahí viene su suma al proyecto de Rubén Rocha Moya y a la Cuarta Transformación. Sus críticos le fabrican una y mil historias basadas en espejos y en clavados desde el malecón y lo atacan con intrigas y crónicas fantasiosas apoyadas por el clásico “se dice” o “al parecer” o con suposiciones que visten con el ropaje de verdades a medias. Entre los críticos de Cuén sobresalen aquellos que atacaron con furia el proyecto político-electoral de Rubén Rocha Moya y que intentaron manchar el resultado del proceso inventando la historieta de la narcoelección. 

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Antes de bregar en política Héctor Melesio Cuén Ojeda ya era una persona visible y notable en la escena pública, sobre todo en las colonias populares en donde compartía su tiempo ayudando a la gente. Duró más de 30 años en posicionar en Culiacán su laboratorio de análisis clínico, Laboratorios Cuén; desde joven es conocido porque ha sido un incansable promotor del deporte y miembro fundador del Club Painani, creadores del Maratón de Culiacán.  

Esas cualidades -es muy destacado por su participación en varios maratones- le ganaron muchas simpatías en la sociedad culichi, pues conjugaba el deporte con su trabajo en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Desde 1980 es profesor de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Químico Biológicas con licencia o permiso.  

A partir de 1990 fue director de la FCQB y en 1997 laboró en cargos administrativos dentro de la universidad, uno como director de Control de Bienes e Inventarios durante el periodo de Jorge Luis Guevara Reynaga, hasta ser electo rector para la gestión periodo de 2005 al 2009. El Plan Buelna de Cuén Ojeda ayudó a rescatar a la UAS colocándole los cimientos para la construcción de la nueva Universidad del Conocimiento. 

La atención se centra ahora en el dirigente del Partido Sinaloense porque fue invitado por el gobernador electo Rubén Rocha Moya a formar parte del gabinete estatal y porque su partido es la segunda fuerza política de Sinaloa. Cuén no responde todavía a esa invitación y eso genera inquietud política.  

La alianza PAS-Morena ganó las elecciones el pasado 6 de junio. Rocha se alzó como gobernador electo y el partido fundado por Héctor Melesio Cuén Ojeda se elevó como la segunda fuerza política-electoral en Sinaloa. 

Muchos años atrás Héctor Melesio Cuén empezó a incursionar en la iniciativa privada: con apoyo préstamos personales y créditos montó un laboratorio clínico a lado de su casa y después fue instalando laboratorios en las colonias más marginadas de Culiacán para llevar esos servicios a las clases más necesitadas. En varias ocasiones ha declarado públicamente que una de sus grandes inspiraciones de vida ha sido su abuelo paterno, Melesio Cuén Cázares. 

El abuelo de Cuén fue un hombre muy querido y respetado en Badiraguato; fue médico, tres veces alcalde, comerciante, botánico, minero, agricultor, carpintero, político (también diputado local), dueño de una funeraria, introductor del cinematógrafo en Badiraguato, instaló la primera tortillería y la primera paletería y creó la primera línea transportista. Fue un hombre muy querido, que siempre le extendió la mano a los más necesitados. Fue un hombre de trabajo diario. 

Cuén Ojeda le cambió la imagen a la UAS. La sacó del hondable de la anarquía. Antes de su periodo rectoral, tanto estudiantes, maestros y trabajadores administrativos de la Universidad Autónoma de Sinaloa elegían a dicha autoridad mediante el voto directo y secreto y a través de una Junta de Gobierno. Eso era motivo de borracheras, paros de clases y de agresiones de todos contra todos. 

En 2006 ya como rector impulsó una modificación al artículo 36 de la Ley Orgánica de la universidad para establecer que “el Rector será nombrado por el H. Consejo Universitario en votación secreta y por cédula de una terna que presente la Comisión Permanente de Postulación…”.  

Ahora la elección de autoridades en la UAS privilegia la academia. Antes se colaban toda clase de especímenes a las direcciones y a otros cargos. Se trataba de los personajes que se ganaban la popularidad y los votos emborrachando alumnos o regalándoles carnes asadas u organizándoles “reventones” públicos o privados. Eso se acabó. 

Es a partir de ese periodo que figuras muy perversas que tenían el control de la UAS y que la mantenían en un estado de permanente caos, comenzaron a fabricar leyendas en torno al control de Cuén del alma mater.  

Quienes no aceptaron el nuevo modelo educativo-académico de la UAS y que se negaron regresar a las aulas o a sus puestos administrativos, o renunciaron o fueron despedidos, y se convirtieron en destructores de la imagen de Cuén. Pero el proyecto de la nueva Universidad, los resultados académicos, la excelencia de la institución, se ha encargado de callarlos. De dejarlos en el ridículo.

Aquellos que mantuvieron por años sumida en la anarquía a la casa rosalina ahora se llaman “adalides de la educación superior” y se parapetan en medios de comunicación para lanzar sus ataques, al grado de que el rescate de la UAS le ha traído a Cuén Ojeda amenazas contra él y contra su esposa Angélica Díaz de Cuén y calumnias contra su familia. 

Al término de su rectoría en 2009, Héctor Melesio Cuén Ojeda abrazó un nuevo proyecto. Decidió incursionar en política, fuera de la UAS. Formó la asociación “Cuenta conmigo por un Sinaloa Mejor” y buscó la candidatura de la alcaldía de Culiacán. Finalmente, la coalición conformada en ese entonces por el PRI y Partido Nueva Alianza lo nomina candidato ciudadano, logrando en 2011 obtener la mayor votación en la historia electoral de Culiacán. Ganó la elección de todas todas. 

A un año de presidir la presidencia municipal (2012) pidió licencia para contender a una senaduría por el Partido Nueva Alianza. Ese proyecto fue “reventado” a base de intrigas y a la traición de Elba Esther Gordillo y su yerno Fernando González. 

Luego de ese aprendizaje político-electoral, ese mismo año Cuén Ojeda creó el Partido Sinaloense, una especie de insurgencia ciudadana que despertó la envidia de tirios y troyanos y que “puso a parir cuates” a los propietarios del PRI y el PAN y al resto de los partidos políticos. En las elecciones del 2013 logró alcanzar varias diputaciones en el Congreso del Estado. 

Simultáneamente, al ver el crecimiento político de Cuén Ojeda y las simpatías que levantaba el PAS en la sociedad y entre los propios grupos de universitarios, gobiernos del PRI y enemigos de la educación pública, comenzaron a financiar una serie de ataques contra el ex rector de la UAS, tejiendo una y mil leyendas a su alrededor que lejos de destruirlo lo han fortalecido. 

No son gratuitos los ataques contra Cuén Ojeda: provienen de grupos que perdieron el control de la UAS y que quieren regresar a la institución al estado de caos en el que se encontraban. Los ataques persisten. Ahora son enfocados por quienes que en la pasada elección se sumaron al proyecto de Mario Zamora Gastélum, del PRI-PAN-PRD en calidad de operadores o asesores en comunicación.  

No le perdonan que haya sumado el PAS a Morena ni que haya ayudado a Rubén Rocha en la jornada electoral a alcanzar la gubernatura de Sinaloa. Los detractores de Cuén siempre patinan en el mismo espejo o se cuelgan del mismo malecón. Siempre usan el mismo sonsonete para intentar desacreditarlo. El odio contra él es mayúsculo ya que perdieron la elección el 6 de junio y atribuyen esa derrota al respaldo que le dio Cuén y el PAS a Rocha. Su candidato era Mario Zamora.  Ahora en los ataques no solo le suman propiedades y empresas, sino que también atacan a su esposa Angélica y a sus hijos. Es el precio del triunfo. 

Entre los críticos de Héctor Melesio Cuén Ojeda sobresalen lógicamente los mismos que en la pasada campaña inventaron la historieta de la narcolección y que a toda costa buscaron, a través de la difamación y la calumnia, la derrota de Rubén Rocha Moya. Le apostaban a que perdiera la elección.  

Intrigaron y calumniaron a Rocha…pervirtieron y siguen pervirtiendo el ejercicio del «periodismo». No toleran que el mejor aliado de Rocha en Sinaloa sea precisamente Héctor Melesio Cuén Ojeda. 

Mujeres por Sinaloa