“Declárese el estado de excepción por grave conmoción interna y calamidad pública, en todo el territorio nacional, causado por la emergencia en el sector eléctrico”, dijo el mandatario.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró el viernes un nuevo estado de excepción por 60 días, debido a la crisis energética que enfrenta el país y para garantizar la continuidad del suministro eléctrico a nivel nacional.
El presidente también dispuso la movilidad de militares y policías a nivel nacional para garantizar la seguridad de las instalaciones del sector eléctrico, a fin de “prevenir sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas” que podrían afectar su funcionamiento, según el decreto publicado por la presidencia del país en la web.
“Declárese el estado de excepción por grave conmoción interna y calamidad pública, en todo el territorio nacional, causado por la emergencia en el sector eléctrico con el objetivo de garantizar la continuidad del servicio público de energía eléctrica”, agrega el decreto firmado por Noboa.
La declaratoria del nuevo estado de excepción se produce a puertas de que los ecuatorianos acudan a las urnas el domingo para pronunciarse sobre un referendo planteado por Noboa sobre seguridad.
Una sequía causada por el fenómeno climático de El Niño ha afectado la producción de las represas hidroeléctricas, que son la principal fuente de electricidad de Ecuador, lo que ha provocado extendidos cortes de energía planificados.
El gobierno declaró esta semana en emergencia al sector eléctrico y denunció a funcionarios del Ministerio de Energía ante la fiscalía del país por supuestamente haber ocultado información sobre los problemas en el suministro de electricidad.
Los cortes de energía eléctrica a nivel nacional se mantendrán el sábado, dijo el Ministerio de Energía en un comunicado. El domingo el gobierno garantiza el servicio con normalidad.
Noboa declaró a inicios de enero un estado de excepción en Ecuador por 90 días para permitir que los militares realicen patrullajes conjuntos con la policía, en medio de un aumento de la violencia que el gobierno atribuye a una pelea de bandas de narcotraficantes.
Reuters
Fuente: El Sol de México