Entre 2020 y 2022 la cifra de personas en situación de pobreza se redujo 8.9 millones, es decir casi la población de la Ciudad de México. Al comienzo de la década había 55.7 millones en esa condición, para el año pasado se ubicaban en 46.8 millones, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Destacó que, en ese lapso, el porcentaje de población del país con carencias sociales pasó de 43.9 a 36.3 por ciento.
Al dar a conocer los resultados de la Medición Multidimensional de la Pobreza 2022, el organismo añadió que, en el mismo periodo mencionado, también la pobreza extrema disminuyó de 8.5 a 7.1 por ciento. Esto significa que dejaron de estar en esa clasificación 1.7 millones de personas, debido a que en 2020 eran 10.8 millones y el año pasado fueron 9.1 millones.
Sin embargo, al medir el cuatrienio (2018-2022), la pobreza extrema “permaneció en niveles similares”, pues pasó de 8.7 a 9.1 millones, es decir, transitó de 7 a 7.1 por ciento.
José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Coneval, expuso que entre los factores que “influyeron para que se diera este proceso de reducción de los niveles de pobreza entre 2020 y 2022” están: “el tema (alza) del salario mínimo”, el incremento en general de los ingresos laborales y también las “poco más de 11 mil intervenciones o programas sociales en los tres niveles de gobierno en el país” y entre ellos los 121 programas sociales del gobierno federal.
El consejero John Scott sostuvo que la Pensión para Personas Adultas Mayores ha tenido un impacto positivo en el sector. “Se observa una mejora muy importante en las condiciones de la población de 65 años y más, que no tienen seguridad social, pero que sí disponen de este apoyo”. Precisó que la pobreza por ingresos en esta población ha disminuido.
El informe establece también que la población no pobre y no vulnerable aumentó 3.6 puntos porcentuales en el intervalo referido; pasó de 23.5 por ciento a 27.1, lo que indica que, en esos dos años, 5.1 millones de personas mejoraron sus ingresos y no experimentaron ninguna de las seis carencias que mide el Coneval.
Las carencias evaluadas en este ejercicio son: rezago educativo, ausencia de acceso a servicios de salud, falta de seguridad social, no tener posibilidad de vivienda y en caso de tenerla que ésta carezca de calidad y espacios adecuados y no se cuente a una alimentación nutritiva y de calidad.
De igual forma, el reporte indica una marcada disminución en la pobreza moderada, que de encontrarse en 35.4 por ciento en 2022 pasó a 29.3.
En conferencia de prensa, el titular del Coneval advirtió que “los indicadores de pobreza multidimensional no significan a priori una calificación para la gestión de un gobierno, sea federal, estatal o municipal”, pero “ciertamente sí nos permite ver algunas tendencias en cuanto a la evolución no sólo de los indicadores que tomamos en la estimación, sino también algunos macroeconómicos”.
Ariadna Montiel, secretaria de Bienestar, celebró la disminución de la pobreza y consideró que es resultado de “la aplicación de los programas de Bienestar”, del incremento salarial y de las remesas. Remarcó que las transferencias monetarias directas y sin intermediarios “generan un ingreso básico para las familias, llevando justicia social”.
No obstante la disminución de la cantidad de pobres, el Coneval alertó sobre el alza de dos carencias: el acceso a la salud y a la seguridad social. “Las personas que presentaron carencia por acceso a los servicios de salud pasaron de 16.2 a 39.1 por ciento entre 2018 y 2022, es decir, de 20.1 aumentaron a 50.4 millones de personas.
Scott expresó estar preocupado porque hubo en ese cuatrienio “30 millones más de personas sin acceso a la salud, y muchos de ellos están concentrados en la parte baja del ingreso”. Los expertos sostuvieron que esto se debió a los cambios en el sistema de salud, al dejar sin efecto el Seguro Popular, pasar al Instituto de Salud para el Bienestar y ahora al IMSS-Bienestar.
Sobre el rezago educativo en esos años, el porcentaje de la población en esta condición pasó de 19 a 19.4 por ciento, lo que equivale a 23.5 millones de personas en 2018 y a 25.1 millones en 2022, esto es, 1.6 millones de personas más.
Carolina Gómez Mena
Fuente: La Jornada