El director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Pedro Zenteno Santaella, destacó que profesionalizar y humanizar el trato hacia la derechohabiencia es uno de los objetivos para consolidar el organismo. Por ello, en las unidades médicas “formamos especialistas que otorguen un servicio de salud más humano en beneficio de los mexicanos”, indicó.
En la clausura e inauguración de Cursos de Especialización y Posgrado en Medicina Issste 2022, felicitó a los 603 médicos que terminaron la residencia y a 2 mil 665 que la inician, a quienes convocó a poner en primer lugar al ser humano, “porque los pacientes no son un expediente o un número, son madres o padres de familia, niñas o niños; tratémoslos de la mejor manera”.
Al entregar 44 reconocimientos y menciones honoríficas a los graduados, agradeció su apoyo, dedicación y labor primordial durante la primera línea de atención a enfermos por covid-19. “Deben sentirse orgullosos de ser parte de la familia Issste, y contribuir en la atención con calidad y calidez a 13.5 millones de derechohabientes”.
“El Issste es vanguardia en la formación, es un instituto fundamental para garantizar el derecho humano a la salud y la seguridad social”, por ello la importancia de contar con el recurso humano para poder llegar y cubrir a lo largo y ancho del territorio nacional, junto con el sector salud, a 130 millones de mexicanos.
Zenteno enfatizó que es en la prevención donde se requiere trabajar para que el primer nivel de atención cuente con personal suficiente y equipo que permita consolidarlo.
En este sentido dijo: “se escucha muy fuerte, pero para algunos, si no hay enfermos no hay negocio, por eso es fundamental el tema de la prevención; hablamos de la pandemia, pero atrás de esa gran pandemia tenemos otras: obesidad, hipertensión, diabetes, las cuales se pueden prevenir para evitar tener enfermos crónicos a futuro. Ahí es donde nos estamos enfocando”.
Especialistas del IMSS en Jalisco salvan la vida de hombre tras electrocutarse
Especialistas de la Unidad de Quemados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco realizaron un trabajo intetral para salvar la vida de Javier, un contratista en sistemas eléctricos de 46 años de edad, quien estuvo a punto morir tras electrocutarse en la vía pública.
Después del accidente Javier fue trasladado al Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO), donde permaneció 42 días en cuidado intensivo por parte de un equipo médico integral, cuyo trabajo evitó, entre otros riesgos, la amputación del brazo izquierdo, debido a la extensión y profundidad de las lesiones.
El doctor Pablo González Hernández, jefe de la Unidad de Quemados, encabezó los trabajos y explicó que el paciente fue evaluado de manera minuciosa e inmediata, y se pasó a diversos tratamientos como el de cristaloides, reanimación hídrica, aseo quirúrgico y limpieza de la piel lesionada.
Señaló que las quemaduras que sufrió Javier se extendieron en varias partes de su cuerpo, incluso creyeron que podría perder extremidades, pero “gracias a una técnica de aseos quirúrgicos seriados bajo anestesia se logró que hubiera una integración de 99 por ciento de los injertos colocados”.
“Cuando vimos que estaba en condiciones, lo egresamos de este servicio para continuar con nosotros, pero en procesos de rehabilitación para que pueda retomar su vida”, detalló el experto.
El doctor González Hernández mencionó que el CMNO tiene una de las Unidades de Quemados más importantes del país, porque cuenta con alta tecnología para atender lo que se denomina “grandes quemados”, porque cerca de 300 provienen cada año de diversas regiones del país cuando se presenta algún tipo de catástrofe.
“Hablamos de personas que tienen lesiones de segundo o tercer grado en áreas como rostro, cuello, área perineal o de grandes y pequeñas articulaciones; lo mismo que de pacientes con más de 20 por ciento de superficie quemada, incluso el 100 por ciento”, añadió.
El titular de la Unidad de Quemados dijo que tanto para él y su equipo, integrado por cirujanos plásticos reconstructivos, médicos internistas, intensivistas, rehabilitadores, anestesiólogos, sicólogos, nutriólogos, terapistas físicos y un amplio equipo de enfermería, es una enorme satisfacción egresar con éxito este tipo de casos.
Por su parte, Javier narró: “tuve un accidente mientras estaba trabajando en un poste, cuando tuve contacto con un cable de 23 mil voltios. Me desmayé y quedé colgado a una altura de 12 metros. La corriente seguía y abajo había luz trifásica, así que era muy difícil bajarme”.
Señaló que “el IMSS es lo máximo, gracias a él estoy vivo. Yo digo que mi padre y mi madre me dieron la vida el 11 de agosto de 1975, pero se me volvió a dar el 20 de octubre (de 2021)”, afirmó Javier.
Fuente: La Jornada