La pandemia es uno de los principales factores que han hecho que los actos de suicidio hayan incrementado de manera alarmante en el último año, señaló la psicóloga universitaria, Cristina Elizabeth Izabal Wong.
La docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), informó que según datos obtenidos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en México, en el 2020 se registraron 7 mil 896 muertes por suicidio, de las cuales el 12 por ciento de los casos prevalece a niños y adolescentes.
“De ese 12 por ciento, en comparación a los años anteriores, se identificó que es un aumento del 37 por ciento en los casos de los niños y adolescentes de los 10 a los 14 años, lo cual es un dato bastante relevante e importante que nosotros también lo podamos abordar y que empecemos a identificar cuáles serían estas características”, detalló.
Indicó que estas cifras que han posicionado al suicidio como la quinta causa de muerte en niños menores de 15 años en México, ha aumentado de manera considerable en el último año, siendo la emergencia sanitaria por COVID-19 uno de los factores determinantes en el número de personas que decidieron quitarse la vida.
“Esto es algo que ya se venía identificando desde años anteriores, que cada vez eran menores las edades en las que se presentaba el suicidio y desgraciadamente se ve que esta tendencia va en aumento. Toda esta situación de la pandemia, del aislamiento son algunos de los principales factores que ha generado que todos estos actos de suicidio hayan ido en aumento en este último año”, apuntó.
De igual manera, mencionó que la depresión es una de las principales características que se ha identificado como motivo para cometer suicidio, así como la falta de socialización con sus pares al verse obligados a permanecer en casa, sumado a características como la desigualdad social, la pobreza y la violencia.
“Todo esto de quedarnos en casa, el aislamiento también ha aumentado las situaciones de violencia intrafamiliar, entonces, toda esta situación que se va gestando dentro del hogar es otro de los factores y, sobre todo, en los casos de niños que han sufrido algún abuso sexual o psicológico, es uno de los motivos que los llevan a pensar en este tipo de actos”, declaró.
Para poder ayudar a prevenir el suicidio, la psicóloga llamó a estar atentos a todas aquellas señales que las personas que están pensando en quitarse la vida están manifestando, en los niños y adolescentes, dijo, pueden identificarse cambios en su conducta, en su físico, en sus hábitos de higiene, dejan de hacer actividades que le generaban placer, se aíslan, se exponen a situaciones de riesgo e incluso llegan a consumir alcohol y drogas.
“En muchas de las ocasiones las personas comienzan a hablar con respecto al suicidio, mencionando que esa sería una buena opción, que no tiene ningún caso seguir viviendo, que a lo mejor todos estarían mejor si esa persona no estuviera ahí; en otros de los casos, empiezan a mostrar mucha preocupación y a buscar cuestiones con respecto a la muerte”, explicó.
Si ya existe la sospecha de que la persona tiene pensamiento suicida, la especialista recomendó hablar con ella al respecto, preguntarle cómo se siente, acompañarlo, escucharlo sin emitir ningún juicio, hacerlo sentir en confianza, y expresarle en todo momento lo importante que son para nosotros.
Asimismo, comentó que, al observar estas características en las personas, es importante confiar en nuestra intuición, procurar siempre cuidar de la salud y el bienestar de ellas, pero sobre todo buscar la ayuda de un profesional de la salud.
La pandemia es uno de los principales factores que han hecho que los actos de suicidio hayan incrementado de manera alarmante en el último año, señaló la psicóloga universitaria, Cristina Elizabeth Izabal Wong.
La docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), informó que según datos obtenidos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en México, en el 2020 se registraron 7 mil 896 muertes por suicidio, de las cuales el 12 por ciento de los casos prevalece a niños y adolescentes.
“De ese 12 por ciento, en comparación a los años anteriores, se identificó que es un aumento del 37 por ciento en los casos de los niños y adolescentes de los 10 a los 14 años, lo cual es un dato bastante relevante e importante que nosotros también lo podamos abordar y que empecemos a identificar cuáles serían estas características”, detalló.
Indicó que estas cifras que han posicionado al suicidio como la quinta causa de muerte en niños menores de 15 años en México, ha aumentado de manera considerable en el último año, siendo la emergencia sanitaria por COVID-19 uno de los factores determinantes en el número de personas que decidieron quitarse la vida.
“Esto es algo que ya se venía identificando desde años anteriores, que cada vez eran menores las edades en las que se presentaba el suicidio y desgraciadamente se ve que esta tendencia va en aumento. Toda esta situación de la pandemia, del aislamiento son algunos de los principales factores que ha generado que todos estos actos de suicidio hayan ido en aumento en este último año”, apuntó.
De igual manera, mencionó que la depresión es una de las principales características que se ha identificado como motivo para cometer suicidio, así como la falta de socialización con sus pares al verse obligados a permanecer en casa, sumado a características como la desigualdad social, la pobreza y la violencia.
“Todo esto de quedarnos en casa, el aislamiento también ha aumentado las situaciones de violencia intrafamiliar, entonces, toda esta situación que se va gestando dentro del hogar es otro de los factores y, sobre todo, en los casos de niños que han sufrido algún abuso sexual o psicológico, es uno de los motivos que los llevan a pensar en este tipo de actos”, declaró.
Para poder ayudar a prevenir el suicidio, la psicóloga llamó a estar atentos a todas aquellas señales que las personas que están pensando en quitarse la vida están manifestando, en los niños y adolescentes, dijo, pueden identificarse cambios en su conducta, en su físico, en sus hábitos de higiene, dejan de hacer actividades que le generaban placer, se aíslan, se exponen a situaciones de riesgo e incluso llegan a consumir alcohol y drogas.
“En muchas de las ocasiones las personas comienzan a hablar con respecto al suicidio, mencionando que esa sería una buena opción, que no tiene ningún caso seguir viviendo, que a lo mejor todos estarían mejor si esa persona no estuviera ahí; en otros de los casos, empiezan a mostrar mucha preocupación y a buscar cuestiones con respecto a la muerte”, explicó.
Si ya existe la sospecha de que la persona tiene pensamiento suicida, la especialista recomendó hablar con ella al respecto, preguntarle cómo se siente, acompañarlo, escucharlo sin emitir ningún juicio, hacerlo sentir en confianza, y expresarle en todo momento lo importante que son para nosotros.
Asimismo, comentó que, al observar estas características en las personas, es importante confiar en nuestra intuición, procurar siempre cuidar de la salud y el bienestar de ellas, pero sobre todo buscar la ayuda de un profesional de la salud.