Richard Lizárraga Peiro
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Cuando Héctor Melesio Cuén Ojeda decida salirse de la secretaría de Salud marcará la debacle del PRI, PAN y otros partidos ya que se incorporaría de inmediato al PAS para consolidar un ambicioso proyecto rumbo al 2024 con la estructura envidiable de este partido, sus regidores, sus ocho diputados y seis alcaldes. En calidad de dirigente y activista permanente del PAS, el destino del PRI sería su cadaverización total, el futuro del PAN sería su pulverización y la atomización de otros partidos.
Superando retos, Héctor Melesio Cuén Ojeda se convirtió en el funcionario clave del gobierno de Rubén Rocha ya que en el marco de su ejercicio como titular de la secretaría de Salud le otorga el plus y le da brillo al gabinete estatal, en donde otros colaboradores del gobernador Rubén Rocha Moya apenas acaban de superaron el caos y las inercias heredadas por el gobierno de Quirino Ordaz Coppel.
Sobre la administración de Rubén Rocha y los funcionarios de primer nivel se orquesta una asonada política y comunicativa, como reacción a la incomodidad que genera la lectura de la posible y probable renuncia o cese de la titular de la Auditoría Superior del Estado, Emma Guadalupe Félix Rivera.
La auditora obstruye las indagatorias sobre el quehacer deshonesto de Quirino Ordaz, quien en 5 años colapsó al gobierno estatal. La administración quirinista desfondó el erario público con la protección de Emma Guadalupe Félix. En el ocultamiento de latrocinios jugó un papel preponderante la ex titular de la secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas, María Guadalupe Yan Rubio, y el manto protector de los diputados del PRI.
Cuén Ojeda llegó a la secretaría de Salud después de impulsar la candidatura de Rubén Rocha Moya en el marco de la alianza Morena-PAS. En el proceso de integración del gabinete rochista dejó correr los comentarios que lo colocaron en el centro de la polémica. Se le manejó primero como el virtual secretario general de Gobierno, pero el propio Cuén sabía que esa posición estaba destinada para un abogado.
Con la secretaría más importante en sus manos, por la pandemia que se vive, la de Salud, Cuén Ojeda dejó que los opinólogos, articulistas, analistas y columnistas lo candidatearan tanto para la SEPyC como para la secretaría de Desarrollo Económico y otras posiciones, robando las primeras planas de los medios estatales y llenando toda clase de espacios noticiosos. Ese manejo periodístico lo hizo crecer.
De la institucionalidad de Héctor Melesio Cuén Ojeda hacia el gobernador Rubén Rocha Moya ya nadie tiene duda. Esa simbiosis que mantiene con el jefe del Ejecutivo Estatal despierta la furia de algunos morenistas que aún no comprender los acuerdos políticos de alto nivel y que enanizan sus conductas buscándole chichis a las culebras en vez de cumplir al cien por ciento con sus funciones de secretarios o subsecretarios de gobierno.
Pero donde más desencadena la ira es entre los pocos operadores “en tierra” que le quedan en el PRI a Quirino Ordaz Coppel y entre los diputados tricolores que consideran al fundador del Partido Sinaloense y los ocho diputados de este partido, elementos fundamentales para el aterrizamiento de jugadas políticas de alto calado en el Congreso Local.
Así, los quirinistas “puros” dan de coletazos ante lo que parece la inminente salida de Félix Rivera de la ASE que habría sido cocinada en el Tercer Piso con la anuencia de Rocha Moya. Les molesta la injerencia del PAS en esa jugada, dolidos aún por la participación del PAS en la alianza con Morena en el pasado proceso electoral.
Los priistas no solo han colocado en la mesa de la discusión la capacidad del gobierno de Rubén Rocha Moya para manejar las finanzas públicas, porque tuvo el arrojo de solicitar un crédito que ya fue pagado para superar la crisis económica heredada, sino que le ponen plazos a la renuncia del secretario de Salud porque les incomoda no solo el brillo que le da a la administración pública estatal, sino también el crecimiento de los diputados del PAS.
Les dolió a los priistas el hecho de que el diputado del PAS, Gene Bojórquez, presidente de la Mesa Directiva del Congreso, haya dicho que se buscará la salida de la titular de la ASE porque con ella “salen más caro el caldo que las alfóndigas” y no hay transparencia en el manejo de las cuentas públicas de nadie ni combate a la corrupción.
La demanda del PAS se suma a la exigencia del cese de Emma Guadalupe Félix Rivera de los diputados de Morena de la LXIII y de la LXIV Legislatura. No es una demanda nueva ni aislada ni independiente. Cuenta, además, con argumentos jurídicos, administrativos y contables muy sólidos.
Quirino Ordaz está asustado y enojado porque según él ya había pactado la permanencia de la titular de la ASE para que lo protegiera y ocultara sus rapiñajes en una maraña contable-administrativa y con la realización de falsas auditorías. El ex gobernador dejó en la ruina a Sinaloa y no quiere que se le toque ni con el pétalo de una rosa. El quirinismo golpea a Rocha y a su más fiel colaborador creyendo que los van a doblegar.
En el juego de la protección a Quirino participan diputados locales del PRI, quienes siguen las instrucciones del ex gobernador de moverle el agua a Cuén Ojeda para restarle brillo al gabinete de Rocha, aunque saben que si el secretario de Salud sale del gabinete estatal pintaría peor el panorama para el PRI, el PAN y otros partidos, dado de que se incorporaría de inmediato al PAS para consolidar un ambicioso proyecto rumbo al 2024 con la estructura envidiable del partido estatal, sus regidores, sus ocho diputados y sus seis alcaldes.
Con Héctor Melesio Cuén Ojeda fuera del gabinete y en calidad de dirigente y activista permanente del PAS, el destino del PRI sería su cadaverización total, el futuro del PAN sería su pulverización y la de otros partidos la atomización. Marcaría la debacle y la “desaparición” del escenario político-electoral de varios institutos políticos que todavía no se reponen del descalabro de las elecciones del 2018 y del 2021.
Incluso, a los morenistas grillos les conviene que Cuén permanezca en el gabinete estatal porque ya les demostró, desde afuera, sin mover un dedo, que el PAS que él creó, no solo tiene estructura y capacidad de movilización, sino que ya se convirtió en la plataforma estatal en apoyo al proceso de revocación de mandato, estrategia del presidente Andrés Manuel López para consolidar su ruta rumbo a la sucesión del 2024.
Por lo pronto, el secretario de Salud sigue creciendo y dándole brillo al gabinete estatal y acatando las indicaciones en materia de Salud del gobernador Rubén Rocha Moya