“El Químico” Benítez contra la comunidad científica 

Alvaro Aragón Ayala 

El alcalde Guillermo -El Químico- Benítez retornó a la época de las cavernas y lanzó un desafío a la comunidad científica internacional orientando la celebración del Carnaval de Mazatlán 2022, el cual, de acuerdo al razonamiento científico, detonaría más la pandemia aumentando el número de contagios y muertes.   

Escuchando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de las autoridades sanitarias locales, estatales y nacionales, los carnavales más importantes del mundo ya fueron cancelados para evitar que estallen “reacciones en cadena” y continúe sin freno la propagación del virus del coronavirus.  

No se celebrarán el Carnaval de Río de Janeiro, el Carnaval de Venecia, el Carnaval de Tenerife, el de Barranquilla Colombia, el de Mardis Gras de Nueva Orleans, el Carnaval de la Colonia de Alemania y el Carnaval de Niza, entre otros. 

Acatando las recomendaciones derivadas del razonamiento científico, en México ya se cancelaron los Carnaval de Veracruz, Campeche, el Carnaval de Mérida, el Carnaval de Huejotzingo, el Carnaval de Pinotepa de Luis, el Carnaval de San Juan Chamula, y otras festividades que ocasionan concentraciones masivas. 

Viviendo en su “cueva de la ignorancia” y cegado por su ambición, el alcalde de Mazatlán insiste en realizar el Carnaval de Mazatlán 2022, poniendo en riesgo la salud y la vida de la población. Quien opera la organización y la firma de los contratos de la “gran” fiesta callejera y toma las decisiones en la Dirección de Cultura, Arte y Turismo de Mazatlán, es su hijo Yazid Yahave Benítez Ocaranza. 

La organización del Carnaval continúa firme bajo la dinámica de la firma de convenios y pago de anticipos. Si la megapachanca se cancela los beneficiados con contratos se quedarán con el anticipo, pero, el acuerdo es que regresen “por debajo de cuerda” la mitad de los recursos que se le entregaron. El plan de “El Químico” es culpar de las “pérdidas” al gobernador Rubén Rocha y a las autoridades de salud 

El negocio es redondo y sencillo. Se trata de exprimir el presupuesto de 150 millones de pesos con los que cuenta la Dirección de Cultura. El hombre orquesta en el trinquete en perjuicio del erario público es Yazid Yahave Benítez, quien también tramó el día 31 de diciembre la fiesta callejera “Bienvenido 2022”.   

Ensoberbecido por el “poder municipal” y los negocios que cocina a traspatio con el presupuesto público, Guillermo –El Químico” Benítez, inventó una “consulta populachera” para que sea el “pueblo”, no la comunidad científica, no las autoridades sanitarias, quien determine si se celebrará o no el Carnaval. La determinación del alcalde es rupestre, cavernícola.  

El presidente municipal echó así por un caño el razonamiento y el método científico, induciendo, a la vez, reuniones de “apoyo” a la realización de la megafiesta con personas que están interesadas en hacer negocio no en proteger la salud y la vida de la población. 

Jurídica o legalmente, la consulta “es vacía”, útil únicamente para la práctica de la politiquería barata. Celebrar el sondeo en materia de salud pública se sale del método científico y de todo razonamiento lógico. El resultado de dicha consulta no será determinante para la toma de una decisión final. 

El alcalde fabricó una reunión de respaldo al carnaval a la que no acudió ninguna autoridad sanitaria y en la que se tocó solamente el interés financiero. En el encuentro estuvieron el secretario municipal de Desarrollo Económico, Turismo y Pesca, Ricardo Valverde Cárdenas, la regidora del PRI, María Esther Juárez Nelson y el presidente de la Canaco-Mazatlán, Roberto Lem y varios hoteleros. 

La regidora priista y su esposo Fernando Latamedí Hass son propietarios del Hotel Mazatlán, mangonean el Patronato de Faro y planean quedarse con los terrenos de la planta tratadora de aguas residuales El Crestón. En el predio los magnates hoteleros y restauranteros proyectan crear un desarrollo turístico particular con dinero público. 

Con su mentalidad cavernícola y su inclinación por el dinero fácil, “El Químico” Benítez desechó cualquier investigación científica y sepultó las recomendaciones de la OMS y de las autoridades sanitarias estatales que sostienen, con base en métodos científicos que el virus que provocó la pandemia se propaga por la movilidad y la concentración masiva de personas. 

El investigador José Luis Mateos Trigos, adscrito al Departamento de Estudios Complejos del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que para medir la intensidad de los contagios y darles seguimiento es necesario conocer las redes de contacto de las personas, los lazos humanos que se establecen todos los días al coincidir en el espacio y el tiempo con otros, ya que estos vínculos, dijo, son “las carreteras por las que transita el coronavirus”.  

El alcalde de Mazatlán pretende construir entonces una peligrosa carretera que conduzca al pueblo, del Carnaval a los hospitales públicos o privados o bien a los panteones municipales o privados.