El tamiz auditivo neonatal es una prueba sencilla y rápida, que permite detectar la disminución de la audición o sordera en recién nacidos, sin causar dolor o molestia alguna, es prioritario que se realice al nacimiento y hasta los tres primeros meses de edad, indicó Luis Martín Aguilar Chirino, especialista en otorrinolaringología del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
“Cuando no se llega a detectar a tiempo van a existir problemas en el desarrollo de los niños, sobre todo en lenguaje y en el aprendizaje. Un niño que no escucha, es un niño que no puede aprender, es casi imposible que pueda aprender a leer y a escribir”, enfatizó.
El médico universitario manifestó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 6 de cada mil recién nacidos padecen hipoacusia severa o profunda, afectando con mayor frecuencia a pacientes que hayan requerido estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.
“El tamiz auditivo es una prueba rápida, es una prueba que no causa dolor, no causa molestia a los bebés a quienes les realizamos esta prueba, consiste en colocar un audífono en los oídos de los bebés para poder detectar si hay algún grado o alguna pérdida auditiva y poder, posteriormente, derivarlo a que, si estos niños son candidatos a colocar un auxiliar auditivo o bien inscribirlo a un programa para un implante coclear”, detalló.
Aguilar Chirino señaló que al generar este tipo de información si bien, es para que las personas tengan conocimientos sobre pruebas en los bebés que quizás no se escuchan mucho, también es un llamado a que a todos los niños se les practique el tamiz auditivo dado la prevalencia de pequeños con problemas en la actualidad, destacando que existen ciertos factores de riesgo que hacen que el niño sea propenso a presentar pérdida de la audición, como el haber requerido ventilación mecánica, aquellos que padecieron bilirrubina, bajo peso al nacer, entre otros.