El viaje de Lee Harvey Oswald a México aún guarda secretos, de su reunión con la KGB a supuestos dobles

Enrique Berruga Filloy, autor del libro “El cazador de secretos”, alusivo a la presencia del asesino de JFK en nuestro país, enumera las piezas del rompecabezas que podrían hallarse con la desclasificación de archivos ordenada por Trump

¿Por qué el gobierno de Estados Unidos ordenó al entonces embajador en México, Thomas Clifton Mann, no profundizar en las investigaciones sobre los movimientos, contactos y conversaciones que sostuvo Lee Harvey Oswald, asesino del presidente John F. Kennedy, durante su estancia en la Ciudad de México?

¿Por qué la Casa Blanca envió agentes para catear la casa del entonces jefe de la oficina de la CIA en México, Winston Scott, ubicada en las Lomas de Chapultepec, para decomisar y quemar expedientes alusivos al asesino de Kennedy?

Si Oswald era sólo un fanático procastrista de bajo perfil, ¿por qué en su breve estancia en México logró tener roce con la intelectualidad izquierdista y hasta se reunió con el segundo de a bordo de la KGB?

Estas son algunos vacíos de información sobre la visita de Oswald a la Ciudad de México, entre el 27 de septiembre y el 2 de octubre de 1963, que podrían encontrar respuesta en caso de que el presidente Donald Trump cumpla la promesa de desclasificar la totalidad de los archivos relacionados con el atentado contra Kennedy.

El pasado 23 de enero, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva que argumenta que, más de 50 años después de los asesinatos del presidente John F. Kennedy, del senador Robert F. Kennedy y del reverendo Martin Luther King, Jr, el gobierno federal no ha hecho públicos todos los registros relacionados con esos hechos.

“Sus familias y el pueblo estadounidense merecen transparencia y verdad. Es de interés nacional que se hagan públicos, sin demora, todos los registros relacionados con esos asesinatos”, destaca el documento.

Según el decreto presidencial, a más tardar el próximo 7 de febrero el director de Inteligencia Nacional y el fiscal general, en coordinación con el asistente del presidente para Asuntos de Seguridad Nacional y el asesor jurídico del presidente, presentarán un plan para la divulgación “total y completa” de los registros relacionados con el asesinato del presidente Kennedy.

La misteriosa estancia de Oswald en Ciudad de México antes del asesinato de Kennedy

En la trama para ejecutar al mandatario número 35 de Estados Unidos, acción que se concretó el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, un expediente que tiene aún muchas lagunas es la presencia de Oswald en la Ciudad de México, siete semanas antes del magnicidio.

Eran años álgidos de la Guerra Fría y en aquel tiempo la capital mexicana tenía embajadas de los países que eran hostiles hacia Estados Unidos (la URSS, Cuba y los satélites de Europa de este), por lo que era una urbe vigilada permanentemente por los servicios secretos estadounidenses.

Lo más importante sería saber si aquí, en México, es donde se orquestó el asesinato de Kennedy; con quiénes se sentó Oswald a planear el ataque, o si fue una mera coincidencia que haya ido a México

“Lo más importante sería saber si aquí, en México, es donde se orquestó el asesinato de Kennedy; con quiénes se sentó Oswald a planear el ataque, o si fue una mera coincidencia que haya ido a México”, cuestionó el diplomático Enrique Berruga Filloy, autor de “El cazador de secretos”, un libro que reconstruye los siete días que Oswald estuvo en México.

“La versión oficial nos dice que Oswald vino por una visa para viajar a Cuba y de ahí a la Unión Soviética, pero, si ese era su único objetivo ¿por qué tuvo reuniones tan extrañas en México, difíciles de creer para una persona supuestamente introvertida y tan poco sociable como era Oswald?”, reflexionó el autor, quien fue contactado por El Sol de México para preguntarle sobre los principales huecos informativos que hay sobre el paso de Oswald en el país y las luces que podría arrojar la futura desclasificación de archivos.

Lee Harvey Oswald tuvo una serie de enlaces en México, que sería muy interesante saber si fueron con las personas con las que tramó el asesinato, lo cual derribaría la tesis de que fue una persona que actuó en solitario y que sí hubo un complot detrás del asesinato de Kennedy”, expuso el diplomático.

Oficialmente se sabe que durante su estancia en la Ciudad de México, Oswald habría visitado la Embajada de Cuba y el consulado soviético, supuestamente buscando visas para viajar a ambos países. Sin embargo, se ignoran detalles y transcripciones completas de las conversaciones personales y telefónicas que el asesino sostuvo con personal diplomático cubano y soviético, así como reportes de inteligencia obtenidos mediante vigilancia en las embajadas.

En aquellos años álgidos de la Guerra Fría, la capital mexicana tenía embajadas de los países que eran hostiles hacia Estados Unidos

“Sería muy interesante saber cuáles son las razones que le dieron al embajador de Estados Unidos en México, Thomas Mann, para prohibirle que diera seguimiento al asunto en México. Él, cuando asesinan a Kennedy, dice: ‘Este personaje estuvo aquí hace siete semanas, seguramente aquí podemos encontrar alguno de los hilos conductores del asesinato’. Mann de inmediato mandó señales a Washington para investigar el caso, pero se lo prohibieron tajantemente”, recordó Berruga.

Exembajador de México ante la ONU, expresidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, exsubsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, entre otros cargos, Berruga Filloy dijo que otro asunto que ha tendido un velo de misterio durante más de 60 años es la quema de documentos del entonces encargado de la CIA en México.

“Sería muy interesante saber por qué se ordenó quemar los expedientes que estaban en poder del que era jefe de la oficina de la CIA en México, Winston Scott. Entraron a su casa en las Lomas de Chapultepec y pasaron horas y horas en la chimenea quemando documentos que posiblemente tenían que ver con el caso Kennedy”, planteó.

Una pieza del rompecabezas que nunca se ha encontrado, según Berruga, es la que explica los contactos de alto nivel de Oswald en México. “Él en Estados Unidos nunca se reunió con un cubano, nunca contactó a un soviético; sin embargo, llegando a la Ciudad de México sí los vio, y de hecho coincidió con el segundo de abordo de la KGB, el número dos a nivel mundial de la policía secreta soviética, Valeriy Vladimirovich Kostikov, lo que me parece muy difícil de creer que sea una mera coincidencia”.

¿Lee Harvey Oswald tuvo un doble? Revelaciones sobre inconsistencias y sospechas en sus visitas a consulados

Estas aparentes incongruencias podrían tener sentido si se da crédito a la posibilidad de que Lee Harvey Oswald haya tenido uno o más “dobles” tanto en México como en Estados Unidos.

Un documento elaborado por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) titulado “Análisis de las actividades de Lee Harvey Oswald en la Ciudad de México” refiere que Oswald visitó el Consulado Cubano al menos una vez, ya que su solicitud de visa lleva su firma. Sin embargo, “la posibilidad de que alguien lo suplante en otros contactos con los consulados se considera plausible”.

Publicado en el portal de National Archives e identificado con el folio 108-10142-10167, el documento consigna que un análisis de las conversaciones telefónicas interceptadas indica que alguien, identificado como Oswald, visitó el Consulado cubano al menos dos veces y el Consulado Soviético al menos tres veces.

Estas aparentes incongruencias podrían tener sentido si se da crédito a la posibilidad de que Lee Harvey Oswald haya tenido uno o más ‘dobles’ tanto en México como en Estados Unidos

Testimonios de testigos como Silvia Duran, empleada del Consulado cubano, han sido cuestionados. Durán afirmó que Oswald nunca visitó el Consulado Cubano el 28 de septiembre de 1963, pero la CIA interceptó una conversación que vinculaba a Oswald con el consulado ese día. “Esto genera dudas sobre su credibilidad y si realmente era Oswald quien visitaba el consulado o un impostor”.

El documento menciona un incidente donde un hombre que se identificó como “Lee Oswald” llamó al Consulado soviético el 1 de octubre, pero el traductor notó que hablaba en un ruso “terrible”, lo que es incompatible con la habilidad lingüística de Oswald , quien hablaba ruso con fluidez.

El análisis de inteligencia destaca que se registraron varias llamadas a los consulados el 27 de septiembre que podrían haber sido hechas por un impostor, ya que las conversaciones fueron en español y no hay evidencia de que Oswald hablara ese idioma.

Además, casualmente, ninguna de las sedes diplomáticas obtuvo imágenes de Oswald durante sus visitas, a pesar de que ese tipo de inmuebles videograban a prácticamente todos sus visitantes.

Las descripciones proporcionadas por testigos, como Silvia Duran y el entonces cónsul de Cuba en México, Eusebio Azcue, sobre la fisonomía de Oswald no coinciden exactamente con su verdadera apariencia física, lo que sugiere que el individuo que visitó los consulados podría no haber sido el Oswald que apareció ante las pantallas de televisión minutos después del magnicidio.

Juan Carlos Rodríguez

Fuente: El Sol de México