El objetivo es mejorar la autosuficiencia alimentaria de maíz, frijol, trigo, arroz, café, caña de azúcar, cacao, amaranto, chía, miel y leche
En la ruta para la eliminación del uso del glifosato en los cultivos agrícolas, que será en enero de 2024, en el país existen en proceso de desarrollo múltiples y muy ricas experiencias de agricultura sustentable, con reducción o eliminación de este herbicida y de otros agroquímicos.
En 34 regiones que involucran 500 municipios en 27 Estados, el objetivo es mejorar la autosuficiencia alimentaria de maíz, frijol, trigo, arroz, café, caña de azúcar, cacao, amaranto, chía, miel y leche.
En la conferencia Transición Agroecológica de Productores de Pequeña y Mediana Escala sin uso de Glifosato, el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera, comentó que el gobierno trabaja de manera firme y continua para cumplir el Decreto presidencial del 31 de diciembre de 2020.
Ordena la reducción gradual y posterior eliminación en enero de 2024 del uso del herbicida glifosato en el país. Y a la par se prohíbe también el maíz transgénico.
Los protagonistas de este cambio son los productores de pequeña y mediana escala, beneficiarios del programa Producción para el Bienestar (PpB). Los de gran escala se incorporan a esta tendencia, dijo.
Estas experiencias se presentan en la Estrategia de Acompañamiento Técnico de Producción para el Bienestar (EAT), con el apoyo de técnicos agroecológicos y de productores innovadores en localidades de Jalisco, Chiapas, Michoacán, Oaxaca y Guerrero.
Y el director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Francisco Javier Trujillo, comentó que el espíritu del Decreto presidencial establece claramente la sustitución del herbicida glifosato por tecnologías agroecológicas y no por otra sustancia química, que pudiera tener efectos nocivos con el medio ambiente o la salud humana.
Afirmó que es prioridad de la Secretaría de Agricultura ofrecer a los productores nuevas técnicas que generen la confianza del usuario y permitan mantener la alta capacidad productiva y rentabilidad que tiene el campo mexicano en la actualidad.
José Atahualpa Estrada, dijo que la EAT involucra no solo es aspecto técnico sino también el desarrollo rural, la organización de los productores, la revaloración del conocimiento de los agricultores y el diálogo de saberes entre técnicos y científicos.
Además, propicia el relevo generacional al integran el trabajo de Jóvenes Construyendo el Futuro que trabajan de la mano de sus tutores campesinos.
Precisó que en el país existen 556 Escuelas de Campo (ECAS), para el cultivo de granos, cuyo propósito es actuar como faros agroecológicos. Se encuentran en 177 municipios de 21 estados. Cada plantel cuenta con un productor innovador, que es el líder del desarrollo participativo de la región y de ellos, 18% son mujeres.
En las ECAS, bajó la inversión en agroquímicos. Así en las productoras de maíz pasó de $3,300 a $1,500 pesos por hectárea y en bioinsumos subió de $300 a $1.500 pesos por hectárea. En cuanto a rendimiento por hectárea en maíz aumentaron de 2.3 a 2.5 toneladas. El aumento fue modesto porque se enfrentaron a sequía, heladas y ahora lluvias intensas.
Participaron en la conferencia, productores de la Ciénega de Chapala; del municipio de Tila, Chiapas; de los Valles Centrales de Oaxaca; de Angamacutiro, Michoacán y de Ometepec, Guerrero.
Bertha Becerra
Fuente: El Sol de México