Alvaro Aragón Ayala
La agenda legislativa en pro de la renuncia o cese de la Auditora Superior del Estado pasó de las acusaciones directas a la fase de las determinaciones concretas bajo el riesgo de que los diputados de Morena cambien su discurso, se rajen y cancelen la agenda que busca la destitución de la Emma Guadalupe Félix Rivera. Pese a la división de Poderes, el ex mandatario estatal Quirino Ordaz Coppel le apuesta a que el gobernador Rubén Rocha Moya proteja a la auditora.
La estancia de Emma Guadalupe Félix en la ASE es atribuida por el priismo a un pacto fraguado por Quirino Ordaz Coppel en el Tercer Piso del Gobierno Estatal dando a entender que los diputados de Morena carecen de “autonomía” para actuar contra la auditora. Jugándose su última carta, los quirinistas difunden que el acuerdo se realizó con Rubén Rocha Moya, enviando la señal que de él dependerá el destino de Emma Guadalupe. La felonía raya en la perversidad pues pretende colocar a los legisladores de Morena como simples “tentáculos” del gobernador.
La villanía política persigue borrar la demanda de renuncia o cese exigida por los diputados de Morena de la 63 y la 64 Legislatura y desaparecer de los archivos los memorándums históricos en los que legisladores plasmaron acusaciones de corrupción contra Quirino Ordaz y su proclividad a la frivolidad y los dispendios y señalaron a Emma Guadalupe Félix Rivera de protegerlo, simulando o manoseando las auditorías.
El maquiavélico plan quirinista pretende que sean los diputados de la 64 Legislatura quienes avalen o “certifiquen” a la inquilina de la ASE y la vistan con los ropajes de la honestidad, transparencia y eficiencia, lo cual colocaría en el ridículo a los legisladores de Morena y convertirían en un hazmerreír los discursos anticorrupción de la Cuarta Transformación.
La jugada quirinista busca intimidar para que los diputados de Morena de 64 legislatura cambien su discurso y procura “presionar” para que aquellos que fueron reelectos en sus curules, como es el caso del diputado Marco Antonio Zazueta, callen y reculen en la exigencia del cese o la renuncia Emma Guadalupe Félix Rivera. Quirino pone el riesgo la imagen del gobernador filtrando un supuesto pacto de impunidad que se ratificaría con la permanencia de la titular de la Auditoría Superior del Estado.
Quirino Ordaz construyó e hizo difundir la infantil y malvada mentira de que el reclamo de la dimisión es un capricho de la ex diputada del PAS, Angélica Díaz Quiñonez, porque Emma Guadalupe Félix la auditó, lo cual es falso de toda falsedad. La acusación-versión, propagada con una alta carga de distracción,no funciona ya que choca con la realidad y los sucesos parlamentarios pasados y presentes.
LOS DIPUTADOS Y LA AUDITORA
La demanda del cese del de Emma Guadalupe Félix Rivera data del 2019, 2020 y 2021. En el 2019 abundaron las acusaciones de los diputados de Morena contra la Auditora Superior por proteger, dijeron, al ex gobernador Mario López Valdez, y al entonces mandatario Quirino Ordaz Coppel.
Hay un rosario de constancias legislativas y periodísticas de las denuncias de diputados de Morena de la 63 Legislatura contra el pésimo desempeño de la auditora. Las acusaciones las siguen elevando los activos del partido guinda de la 64 Legislatura, exigiendo la destitución de la titular de la ASE.
En funciones de diputada de Morena y presidenta de la Comisión de Fiscalización de la 63 Legislatura, Graciela Domínguez Nava dijo que la actuación de Emma Guadalupe Félix Rivera, resultó poco objetiva y responsable, sobrepasó sus atribuciones y trató en los hechos de ignorar la subordinación legal que debe, por ley, al Poder Legislativo, al pasar por encima del Congreso.
El 28 de noviembre del 2021, Marco Antonio Zazueta -quien también fue diputado de la 63 Legislatura dijo que todo indica que Félix Rivera es cómplice de hechos de corrupción de funcionarios ya que, habiendo cuentas reprobadas y elementos que pueden constituir delitos por mal uso de recursos públicos o de programas institucionales, la ASE no concluye los casos y no lleva los expedientes a la Fiscalía.
Miembro de la Comisión de Transparencia, Anticorrupción y Participación Ciudadana y secretario de la Comisión de Fiscalización de la actual Legislatura, Zazueta precisó que la ASE, “difícilmente, hoy por hoy, cumple con las exigencias sociales contra la corrupción, el dispendio, el derroche y la frivolidad en el gasto público”.
El 27 de diciembre del año pasado, el reelecto diputado Marco Antonio Zazueta exigió el cese o la renuncia de Emma Guadalupe Félix Rivera porque “la Auditoria Superior del Estado da protección a los corruptos en Sinaloa, porque tiene en la ‘congeladora’, en un archivo temporal y clasificados como reservados numerosos expedientes de presuntos desvíos de recursos públicos que suman más de 6 mil millones de pesos que no se han logrado recuperar por esa ‘trampa’ legal”.
“Desde la 63 Legislatura se detectaron omisiones y otras acciones irregulares de la auditora Emma Guadalupe Félix, que dan para una remoción, pero la realidad es que no se contaba con los votos necesarios para concertar esta inquietud de varios diputados, pero ahora ya tienen el respaldo de al menos 27 legisladores”, puntualizó.
En la más reciente comparecencia de Emma Guadalupe Félix Rivera ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, los diputados de Morena Marco Antonio Zazueta Zazueta, César Ismael Guerrero Alarcón, Nela Rosiely Sánchez Sánchez, Rita Fierro Reyes y Cecilia Covarrubias, revelaron que la ASE al frente de Félix Rivera ha tenido pocos resultados en prevención, denuncias penales presentadas, sanciones, recuperación de recursos por malos manejos de funcionarios públicos detectados en las auditorías.
TERCER PISO Y LOS DIPUTADOS
La difusión de que Quirino Ordaz Coppel pacto su impunidad y la permanencia de Emma Guadalupe Félix Rivera en la Auditoría Superior del Estado en el Tercer Piso y la siembra de la percepción de que la exigencia de su cese es un “capricho” de la ex diputada Angélica Díaz, del PAS, es una estrategia para promover la “marcha atrás”, la reculada, de los diputados de Morena en su demanda de destitución de la auditora.
El diputado del PAS, Gené Bojórquez, lanzó la histórica frase con la auditora “nos sale más caro el caldo que las albóndigas”, y reveló que el Congreso Local incluyó en su agenda la remoción de la titular de la ASE, lo cual asustó y encolerizó a Quirino Ordaz, quien entró a operar para que Morena no toque a Emma Guadalupe Félix
De salirle bien la jugada, Quirino Ordaz Coppel demostraría “poder de influencia” en el Tercer Piso y exhibiría a los diputados de Morena como un ente sumiso, sujeto a negociaciones extra legales que vulnerarían su autonomía. La trama impactaría negativamente en la imagen de Rubén Rocha porque confirmaría un pacto de impunidad a favor de Quirino y de que los legisladores morenistas solo actúan para acatar las decisiones del gobernador.
En una primera instancia, los diputados de Morena quedaron en ridículo al aprobar la cuenta pública de Quirino Ordaz del 2019 que estaba plagada de irregularidades y del uso de recursos cuya aplicación no fue comprobada. El ex mandatario dejó las arcas vacías, sin dinero para cubrir el aguinaldo y las últimas quincenas de diciembre, obligando al gobierno estatal a solicitaran varios préstamos bancarios para cumplir con el pago de estas obligaciones.
Emma Guadalupe Félix Rivera presume su estatus de intocable porque posee un rosario de irregularidades administrativas del paso de Enrique Inzunza Cázarez en el Tribunal Superior de Justicia derivadas de “auditorías alternas” solo para consumo doméstico. Los comprometedores documentos obran en poder de “periodistas claves” y de importantes figuras políticas del estado.
El contenido de esos documentos revelados en el pasado a cuentagotas por algunos periodistas de Sinaloa “reventaría” el proyecto de concentración del poder del secretario general de Gobierno y de su clan de privilegiados, a quienes usa de “orejas” y de difusores de perversidades en Palacio de Gobierno.
El diputado del PAS, Gene René Bojórquez Ruiz, insiste en que la ASE ha fallado porque se le ha destinado 564 millones de pesos desde 2017 a la fecha y el órgano fiscalizador solo ha recuperado 39 millones, además que actualmente hay 600 millones pendientes por solventar por las dependencias.
“Nos ha salido más caro el caldo que las albóndigas ¿Por qué no se ha actuado de manera correcta? Y ver la manera de que no se use este órgano con fines partidistas. Si vamos a actuar de esta manera que no damos resultados a la sociedad, pues está difícil. Los números ahí están, los números duelen. El resultado está a la vista de todos y es un resultado desafortunado para la sociedad sinaloense”, expuso.