En México 53 por ciento de las personas ocupadas están en la informalidad, mientras en la región de América Latina son uno de cada dos trabajadores, señaló la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En la presentación del Panorama Laboral 2022, América Latina y el Caribe, Roxana Maurizio, especialista regional de la OIT, señaló que la elevada la informalidad en el mercado laboral aunado a los bajos salarios, aumenta la probabilidad de que los trabajadores sean más pobres.
“El problema más acuciante para la región es la calidad del empleo y los insuficientes ingresos laborales y totales generados por los trabajadores y sus familias”, señaló.
La tasa de informalidad regional ya llegó a 50 por ciento como era antes de la pandemia, aunque en algunos países es mucho mayor, 60 por ciento o más.
“La realidad es que una de cada dos personas trabajan en la informalidad, que suele estar acompañada inestabilidad laboral, bajos ingresos, sin protección social”, dijo la directora regional de la OIT, Claudia Coenjaerts.
Además, aun cuando se ha recuperado el empleo desde mediados de 2020, entre el 40 y 80 por ciento ha sido en el sector informal.
Adicionalmente, el informe advierte que los ingresos reales de personas trabajadoras en la región están siendo afectados por una tasa de inflación regional que se habría ubicado por encima del 8 por ciento en 2022 y que causó una pérdida del poder adquisitivo de los salarios medios y los salarios mínimos.
En el caso de los salarios mínimos, por ejemplo, en nueve de los 17 países analizados el valor real era inferior al de antes de la pandemia.
“El impacto de la informalidad, sumado al de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, es fundamental para entender por qué debemos estar alertas al ‘fenómeno del trabajador pobre’, es decir de aquellas personas que aún teniendo un empleo, incluso formal, pueden encontrarse en situación de pobreza”, explicó Maurizio.
El documento de la OIT señala que la tasa de desocupación regional promedio estimada a fines de 2022, de 7.2 por ciento “es significativamente menor” que la de 2019, antes de la crisis de la pandemia de covid-19, cuando registró un nivel de 8 por ciento.
La recuperación del empleo en 2022 fue más intensa entre mujeres que entre hombres, y entre jóvenes que entre los adultos, ambos sectores que habían sido ferozmente impactados en la crisis laboral.
El informe destaca que la región es afectada “por la conjunción de múltiples crisis a nivel global, como la persistencia de la pandemia o la guerra entre Rusia y Ucrania, y al mismo tiempo enfrenta la perspectiva de un crecimiento económico bajo, las secuelas de una elevada inflación, limitado espacio fiscal y altos niveles de endeudamiento”.
Esto plantea “un escenario complejo e incierto”, indica.
Fuente: La Jornada