Falta que lo aprueben los congresos de ambos países y definir presupuestos, destaca Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano. Lo importante es ver si para Estados Unidos será una prioridad, señala José María Ramos, investigador, del Colef.
A pesar de los anuncios hechos por los gobierno de México y Estados Unidos sobre un nuevo marco de colaboración en materia de seguridad que sustituya la Iniciativa Mérida, lo único que se tiene hasta hoy es una intención, llamada Entendimiento Bicentenario, pues no ha sido aprobado por los congresos de ambos países, no existe un plan de acción, no se sabe con qué recursos contará, ni cuando pueda comenzar a implementarse.
Además, no se tiene claro cómo se diseñarán las intervenciones gubernamentales y si contarán con los indicadores que permitan evaluar su diseño, desempeño y resultados, particularmente del lado mexicano, donde la mayoría de los programas puestos en marcha por el gobierno mexicano actual, sin planeación, ni indicadores de gestión, plantearon especialistas.
Como oportunamente se informó, el pasado 31 de enero, México y Estados Unidos presentaron tres metas, once áreas de coordinación, 26 objetivos conjuntos y 102 acciones de cooperación aprobadas de manera conjunta para apuntalar el instrumento Entendimiento Bicentetario.
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) comentó que lo presentado por los gobiernos de México y Estados Unidos el lunes pasado, en realidad no se trata de un plan de acción, sino la ampliación de los planteamientos que ya se habían hecho públicos, aunque con un poco más de información sobre lo que pretenden hacer.
Son una inspiración de temas que no permite tener una idea de cómo los pretenden operar y si ya se tiene perfectamente claro qué es lo que se entiende por cada uno de los temas en ambos países, expuso.
Recordó que ese nuevo instrumento, debe ser aprobado tanto por el Congreso de Estados Unidos como por el de México y, sobre todo definir presupuestos.
Además, requiere establecer las responsabilidades de cada una de las instituciones encargadas de implementarlo, así como establecer los indicadores que permitan imprimir una lógica de política pública y dar seguimiento a las metas y objetivos planteados.
En ese sentido recordó que, una de las principales áreas de oportunidad que tienen las intervenciones de gobierno en México es precisamente el asunto de los indicadores de desempeño y de resultados.
“Somos, más bien, un país que centra sus esfuerzos un poco levantando el dedo al aire para ver cómo vamos a hacer las cosas, más que a partir de tener una claridad específica de cómo se va a implementar y evaluar los programas”, abundó.
Dijo que si no se cuentan con un buen sistema de indicadores, ocurrirá lo que generalmente pasa con las intervenciones gubernamentales mexicanas: creemos que estamos avanzando pero no tenemos elementos para poderlo asegurar.
En ese sentido dijo que si en estos momentos preguntáramos si funcionó o no la Iniciativa Mérida, en realidad no hay forma de decirlo porque no se tienen elementos para respaldar alguna aseveración.
Por esos argumentos consideró que para hacer un análisis sobre la viabilidad de Entendimiento Bicentenario se podrá hacer hasta que ya se haya aprobado el programa se tengan elementos para ello.
Dijo que con lo conocido del instrumento binacional hasta ahora, por ejemplo en materia de prevención de criminalidad transfronteriza, modos seguros de viaje y comercio y reducir el tráfico ilícito de armas o reducir la capacidad de las organizaciones del crimen y sus cadenas internacionales de suministro, lo que inmediatamente surge es preguntarse: ¿Cómo se van a lograr los objetivos?
En ese sentido dijo que en estos momentos surgen muchas interrogantes, sobre todo, si se atiende a la “supuesta” estrategia del gobierno federal de “abrazos, no balazos. Por ejemplo, cómo se logra reducir el poderío de los delincuentes si no hay una claridad en torno a qué significa “abrazos y no balazos”, cuestionó.
Recalcó que el combate a la delincuencia no es un tema de “echarle ganas”, sino de proyectos claros y formas de atender un problema que no tan fácilmente vemos en la tradición de nuestra administración pública.
Falta ver qué tan relevante es para Biden: José María Ramos
Por su parte José María Ramos García, profesor-investigador, adscrito al Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la Frontera Norte, dijo que se trata de una propuesta interesante, ambiciosa, general en el que se abordan diferentes temas de la agenda bilateral en materia de seguridad.
Sin embargo, subrayó, lo importante es ver si para Estados Unidos será una prioridad, como el tema de migración, cambio climático, sobre todo en el contexto del proceso electoral que se avecina en esa nación.
Mencionó que tan solo el tema del acceso a las armas será un asunto delicado porque hay una polarización al respecto en esa nación.
Recordó que Estados Unidos anunció el instrumento en abril de 2021 y prácticamente no lo retomó en el resto del año.
El académico expuso que, tan solo en materia de combate al tráfico de drogas, lo que hay que ver es si va a ser prioritario en la agenda de Estados Unidos o le va a cargar todo a México, como tradicionalmente ha sido hasta ahora, pues esa nación no ha reducido el alto consumo de dogas que tiene.
Destacó que lo planteado hasta ahora superaría a la Iniciativa Mérida, la cual atendió aspectos como capacitación, y colaboración, pero no redujo los factores estructurales que ocasionan las problemáticas que preocupan a ambos países, como el incremento en el tráfico de drogas sintéticas.
Tambien enfatizó la necesidad de que se cuente con mecanismos de monitoreo de las intervenciones gubernamentales y cuáles van a ser los incentivos para que las autoridades de los tres niveles de gobierno trabajen para lograr los objetivos, sobre todo porque ahora las problemáticas son más complejas que hace 10 años.
Define la relación entre ambos países en materia de seguridad: Roberto Zepeda Martínez
A su vez Roberto Zepeda Martínez, académico del Centro de Investigaciones de Norte América de la UNAM, comentó que es muy importante contar con un instrumento como ese porque define la relación entre ambos países en materia de seguridad, trafico de personas , entre otros.
Dijo que lo que debe de prevalecer es la colaboración entre ambos países.
De inicio es algo bueno porque se supone que se va perfeccionando la estrategia, se estás aprendiendo de errores del pasado.
Desde su perspectiva dijo que es relevante que ahora se incluya el tema de salud y se plantee como primer punto el asunto de “proteger a nuestra gente”, lo cual implica un cambio de paradigma, porque lo que se busca es propiciar una seguridad más enfocada en las personas.
Además destaca el tema de salud, particularmente en el tema de las drogas.
El académico recalcó que la viabilidad de Entendimiento Bicentenario depende de la voluntad de ambos países y los recursos que se apliquen, así como la cooperación bilateral.
Comentó que el fortalecimiento institucional de México es relevante para el éxito del instrumento, ya que es un área donde hay retos importantes, a pesar de que es un rubro que trataba incluso Iniciativa Mérida.
Alentador que se abra a áreas no tratadas en Iniciativa Mérida, señala David Pérez Tejeda
Por su parte David Pérez Tejeda, director de Asuntos Binacionales del gobierno de Baja California comentó que para un estado fronterizo como esa entidad es muy importante contar con mecanismos sólidos en materia de seguridad como los contemplados en esa iniciativa.
Vemos con buenos ojos que incluya un espectro mucho más diverso en cuanto a los temas que toca y porque se actualiza en algunas áreas como ciberseguridad, indicó.
El funcionario estatal, destacó que para los estados fronterizos es muy importante que se trabaje conjuntamente en la solución de problemas públicos como el tráfico de migrantes y trata de personas.
Dijo que ciudades como Tijuana viven actualmente una crisis migratoria generada por las caravanas y la llegada de personas hasta esta frontera en pequeños grupos, pero constante, con la intención de ingresar a Estados Unidos.
Eso aunado a la expulsión de migrantes desde el vecino país del norte, tanto mexicanos como de otras nacionalidades que viven en situación vulnerable en la frontera.
Dijo que para solucionar esas y otras problemáticas que se viven en la frontera es muy importante el involucramiento de las autoridades federales de ambos países, así como la cooperación internacional de manera fluida, por ejemplo para compartir información.
Entendimiento Bicentenario robustece el trabajo de cooperación binacional ya realizado y creemos que incluye muchos aspectos que van a ayudar a resolver de fondo problemas públicos, remarcó.
Pérez Tejeda dijo que el acuerdo llega en un momento oportuno para la frontera porque actualmente necesita el apoyo de los gobiernos federales de ambas naciones para solucionar los problemas que enfrenta. Ahora, el siguiente paso es ver el cómo y el con qué, remarcó.
Diego Badillo
Fuente: El Economista