Estar a gusto con el trabajo no es suficiente motivo para quedarse en una empresa, los líderes se han convertido en un factor clave de retención o de fuga de talento, en especial con el ingreso de nuevas generaciones al mercado laboral.
Los jefes pueden ser un factor clave para la retención de talento, pero también se pueden convertir en un elemento importante para motivar a las personas a dejar una empresa. De acuerdo con una encuesta de Computrabajo, el 43% de las personas ha renunciado a un trabajo por malos liderazgos, la principal razón para dejar un empleo, por encima incluso de factores como el salario.
“Cuando el jefe no se comunica bien contigo, no te retroalimenta, no te sientes cómodo, no sientes que estés aprendiendo con él, es muy común que aunque la empresa te dé lo que estás buscando, decidas irte”, señala Vanessa Castañeda, académica de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) y especialista en Recursos Humanos.
Según la encuesta de Computrabajo, los liderazgos negativos han orillado a más personas a buscar nuevas oportunidades laborales, a pesar de que las actividades que realizaban les agradaban. Los otros motvios más comunes para renunciar a un empleo son la búsqueda de una mejor oferta salarial (26%), el crecimiento profesional (25%) y el interés por mayor flexibilidad en la forma de trabajar (6%).
“Hoy más que nunca las compañías se están dando cuenta de que el salario emocional de sus colaboradores está resultando un aspecto crítico para mantener el trabajo en la misma empresa, además del salario, dado que las personas valoran cada vez más la importancia de cuidar sus espacios de trabajo y su bienestar emocional”, comenta Alejandra Martínez, responsable de Estudios de Mercado Laboral de Computrabajo México.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), alrededor de 60,873 personas dejaron su empleo el año pasado por conflictos con superiores. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que las salidas voluntarias por conflicto con jefes crecieron en 33% en términos anuales.
Ana Estrada, directora general de la firma Brújula Interior, puntualiza que a medida que la percepción sobre el trabajo va cambiando y la mentalidad de los colaboradores se transforma, los líderes juegan un papel cada vez más relevante en las salidas voluntarias.
“Si nos vamos a la época de los perfiles tradicionalistas, se pensaba que el trabajo por sí solo dignificaba y esto significaba acceso a bienestar. Pero con la generación X esto empezó a cuestionarse y entre las personas comenzó a cobrar consciencia que tener un trabajo es bueno y un ingreso también. Pero estas dos variables no bastan para olvidarse de que la satisfacción también es importante, así se empezó a mover la aguja hacia dos preguntas: ¿a cuántas personas le gusta su trabajo? Y ¿cuántas personas odian a su jefe?”, detalla la especialista.
Las especialistas consultadas coinciden en que antes de las disrupciones en el mercado laboral empujadas por el ingreso de generaciones como los millennials (entre 27 y 43 años)o centennials (menos de 27 años) han posicionado el liderazgo como un factor principal para permanecer o irse de una compañía.
Dicho con otras palabras, no es que antes no existieran malos líderes, sólo que se normalizaban muchas cosas y lo importante era tener empleo. “Tú le preguntabas a un tradicionalista si estaba conforme con su jefe y su respuesta era ‘qué más da, si es mi jefe y es parte de la estructura’. El trabajo era aceptado con la estructura que nos tocaba, incluyendo el jefe. Pero no significa que estuviéramos a gusto con los líderes, sólo que el peso de tener trabajo a nivel social era tan importante que no era algo a lo que se le ponía atención”, explica Ana Estrada.
El año de la rotación laboral
De acuerdo con OCC Mundial, a finales del año pasado, el 24% de los trabajadores analizaba dejar su empleo, a pesar de arrancar el año en búsqueda de trabajo. Las razones principales:
- Poco crecimiento o sueldos bajos
- Ambiente tóxico
- Mala relación con el jefe
- Incumplimiento de promesas.
De hecho, diversas mediciones muestran una tendencia hacia altos niveles de rotación en 2023 como resultado de una percepción de mejora en el entorno para buscar empleo y un deseo de la fuerza laboral por mejorar sus condiciones, eso incluye el ambiente laboral y los jefes.
Los líderes se han convertido en uno de los motivos principales de renuncia por distintos factores, destaca Vanessa Castañeda. La mala relación con los jefes lleva a las personas a salir de una empresa porque suelen ser con quienes pasan la mayor parte del tiempo los colaboradores y, hasta cierto punto, está idealizado como un modelo a seguir, un maestro. En ese sentido, cuando no saben delegar, retroalimentar o la comunicación es contradictoria, la relación con las personas se fractura.
“Es como una relación de pareja. Estás la mayor parte del tiempo con esa persona y ahí pones tus ilusiones; intentas generar un aprendizaje, un vínculo y quieres que la relación te deje aprender y crecer, y cuando te topas con muchos factores que son más de personalidad y relacionamiento, definitivamente la persona prefiere retirarse”, detalla.
Para la especialista es probable que en aquellas organizaciones donde se desarrolla a los líderes y no se tienen establecidos procesos de retroalimentación, éstos se conviertan cada vez más en un factor de renuncias, pues en la medida que se normalice más en los espacios de trabajo el enfoque en las personas y sus emociones, se demandará con más fuerza un liderazgo empático.
¿Cuándo se renuncia por un jefe?
Ana Estrada considera que una señal clara de que el jefe se está convirtiendo en un motivo importante para renunciar es minimizar el contacto con él o ella. “Dime qué quieres y yo te lo mando, pero porfa no hablemos”. A esto también se agrega la falta de compromiso y sólo dar lo mínimo necesario, pero sin aportar nada nuevo.
Por su parte, Vanessa Castañeda engloba al menos cuatro síntomas:
- No sentirse identificado
- Incomodidad con el jefe
- La comunicación no fluye
- No hay aprendizaje
Sin embargo, apunta la especialista, uno de los retos para mejorar el liderazgo es la falta de confianza de los colaboradores para compartir opiniones, lo que genera un círculo vicioso: no hay confianza para comunicar, no fluye la relación y el líder no se entera de lo que puede mejorar.
De acuerdo con Gallup, el 70% del compromiso en el trabajo depende de las acciones de los jefes. En ese sentido, las especialistas consideran que el desarrollo del liderazgo es un aspecto fundamental para enfrentar los desafíos de atracción y retención de talento que viven en la actualidad las empresas.
Gerardo Hernández
Fuente: El Economista