Escuela de manejo pone borrachos a sus alumnos para que sientan los horrores que es manejar ebrio

En las clases, apoyadas por la policía local, los conductores tienen permitido consumir alcohol antes de ponerse al volante.

Conocer los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol es el objetivo de una escuela de manejo en Japón, donde los instructores permiten que los estudiantes ingieran cierta cantidad de algunas bebidas antes de ponerse al volante. La campaña está apoyada por la policía y surgió luego de un accidente automovilístico en el que murieron tres niños provocado por un sujeto en estado de ebriedad

La escuela, ubicada en la ciudad de Chikushino enFukuoka, Japón, ofrece una cantidad regulada de alcohol a los estudiantes interesados en ser parte de la campaña. Una hora antes de conducir beben una lata de cerveza, una copa de vino y otra más de licor para después ponerse al volante e intentar superar ciertos obstáculos y caminos con curvas, todo supervisados por una persona que se encuentra sobria. 

Escuela de manejo en Japón deja beber a sus estudiantes para crear conciencia sobre accidentes. Foto: Pixabay

De acuerdo con The Guardian, la campaña está apoyada por la policía local y surgió por un accidente automovilístico ocurrido hace 17 años en aquella ciudad en la que dos niños, de tres y cuatro años, así como su hermana de uno, fallecieron cuando otro vehículo impactó el de su familia. El sujeto, que conducía en estado de ebriedad, señaló que se sentía capaz de conducir y es bajo este argumento que otros conductores han hecho lo mismo. 

Experimento con clases de manejo bajo los efectos del alcohol

Los primeros en ser parte de la campaña fueron dos reporteros de Chikushino que hicieron una primera prueba sin haber consumido alcohol, luego uno de ellos ingirió la cantidad ofrecida por la escuela mientras que el otro lo acompañó como copiloto para ser testigo del cambio en su forma de conducir, relata The Guardian. 

En el experimento, el conductor cambió su manera de conducir pese a señalar sentir bien. Foto: Pixabay

El conductor tenía el pulso acelerado, las manos frías y la cara roja, pero aún así dijo sentirse en buen estado para ponerse al volante. Sin embargo, tras la prueba el copiloto -que no había ingerido alcohol- indicó que en varias ocasiones su compañero aceleró y desaceleró aún cuando se trataba de un camino recto en la carretera. Debido a ello, detuvieron la prueba antes de las curvas, para evitar incidentes ya que también se desvió por un momento al carril contrario. 

La campaña surge tras un accidente en el que tres hermanos murieron. Foto: Pixabay

Celeste Gutiérrez

Fuente: El Heraldo de México