Rentable negocio nació en el Congreso y se mantiene en varias administraciones municipales para algunos asesores y capacitadores que hoy son funcionarios
Culiacán, Sinaloa. – Con el ardid y el manto de la protección legislativa, Edgar Adair Espinoza y Karen Manzanarez montaron su laboratorio político.
Su especialidad es construir figurines de dudoso manejo económico, de supuesta cercanía popular para maniobrarlos rumbo al desastre financiero.
Su cuenta desafortunada habla de dos alcaldes dentro del mismo modelo que se conducen como entes aturdidos, sin aparentes decisiones propias y que, tras un corto tiempo, aprenden bien como instalarse en las observaciones de la Auditoría Superior del Estado por su terrible desaseo. Gildardo Leyva y Cecilia Ramírez tienen historias paralelas.

Made in Edgar Adair
De empleado-asesor-capacitador en el Congreso de Sinaloa del entonces Legislador Gildardo Leyva Ortega se ungió con pase mágico como Secretario del Ayuntamiento de El Fuerte tras la elección del 2021.
Acostumbrado a los poderes plenipotenciarios, Edgar Adair -desde temprano de la gestión municipal- fraguó el desplome del señor de las cachuchas. Tanteó y midió como experto alquimista los viejos vicios, las afinidades y las inclinaciones de Gildardo para darle la vida que necesitaba, mientras él no solo asechaba sino tomaba las riendas de las tierras del dominio de San Juan Bautista de Carapoa.
Por más de dos años mantuvo a Leyva Ortega embriagado de sol, polveado por make up compactos, distraído en comisiones llenas de aventura. Lo llenaba de aspiraciones de juventud.
Pero la realidad en El Fuerte era otra. El desastre financiero era más que obvio y el señor de las cachuchas tardó en darse cuenta. Ya había firmado mucho y aceptado otro tanto antes de correrlo. Ya era un pilluelo forjado en la escuela de la Karen y del Edgar Adair.
Gildardo era un digno egresado de los prestidigitadores político-financieros más desfachatados de la zona.
Así, los pliegos de observaciones de los primeros años de la ASE demostraron que no estaba la administración de Leyva Ortega muy lejos de la de la priista Nubia Ramos en latrocinios.
Los números son claros. La Auditoría Superior del Estado observó como probables daños al erario público en 2021 alrededor de 39 millones de pesos con Nubia Ramos, en 2022 más de 18 millones de pesos ya con Leyva Ortega y en la del 2023 más de 7 millones de pesos. La del 2024 puede dar la sorpresa.

¿La Alcaldesa Ceci, la nueva presa?
A poco más de 6 meses de la administración de Cecilia Ramírez Montoya, la pareja de funcionarios- “instructores”, Karen Manzanárez y Edgar Adair Espinoza Robles siguen forjando nuevos becarios.
El peor escándalo de las últimas administraciones municipales surgió alrededor de inhumanos despedidos de personal, abusos y falta de sororidad en el Municipio de Guasave.
Ese par está detrás de todo. Uno dueño de la Tesorería Municipal y la otra metida en las entrañas de la Presidencia con oficina recién remodelada.

El desastre financiero puesto al descubierto fue la cereza del pastel luego de maniobrar pesimamente en varias áreas gubernamentales como en el caso de la ex Directora del Instituto Municipal de las Mujeres de Guasave, Kena Leyva Camacho y el despido de Ana Karen Gaxiola que sacudió fuerte la imagen de Ramírez Montoya para bautizarle a nivel público como la Alcaldesa de la Cavernas.
La obsesión de la Doctora Ceci por mantener a ese par en la administración habla ya de una dependencia emocional casi hipnótica o de una serie de complicidades en el manejo de los recursos que parecen irrompibles.
La Alcaldesa de Guasave Cecilia Ramírez está a casi nada de graduarse con honores en la escuela de pillos más prolífica de Sinaloa o de virar con inteligencia y deshacerse, por fin, de las malas compañías.
