“Estoy bien”, dice Biden ante votantes de Michigan

El presidente Joe Biden trató de reactivar su campaña de reelección el viernes en el crucial estado de Michigan, donde el candidato de 81 años quiso tranquilizar a los votantes estadunidenses sobre su agudeza mental y advirtió de los peligros de su rival republicano Donald Trump.

Biden hizo una parada sorpresa en un restaurante con temática de garaje en un suburbio del oeste de Detroit, donde dijo a los comensales que planeaba “terminar el trabajo”, y dijo de Trump que “la alternativa no es una gran alternativa”.

Refiriéndose a sus recientes problemas de salud, Biden dijo: “Les prometo… que estoy bien” Cuando una comensal se rió a carcajadas de su broma de que “sólo tenía 41 años”, Biden bromeó: “Dios te quiera, eres como mi hermana”.

Mientras el Air Force One volaba hacia Detroit, el portavoz de la campaña, Michael Tyler, dijo a los periodistas que las donaciones “se dispararon” durante la rueda de prensa de Biden del jueves por la noche hasta siete veces el nivel habitual.

Biden recibió un impulso a primera hora del día cuando dos destacados demócratas -el representante James Clyburn y el gobernador de California Gavin Newsom- dijeron que debía seguir en la carrera.

Pero hubo señales de que su apoyo se estaba debilitando en otros ámbitos, ya que otros dos legisladores le pidieron que abandonara la contienda.

“Es hora de seguir adelante. Con un nuevo líder”, dijo en un comunicado el representante Mike Levin, de California. Levin, como muchos otros que han pedido a Biden que abandone, se enfrenta este año a una competitiva batalla por la reelección.

Al menos 19 legisladores le han instado a que se haga a un lado para que el partido pueda elegir a otro candidato tras su vacilante actuación en el debate del 27 de junio contra su rival republicano Trump.

Llamadas cruciales

A los demócratas les preocupa que los bajos índices de aprobación de Biden y la preocupación de que sea demasiado viejo para el cargo puedan hacerles perder escaños en la Cámara de Representantes y el Senado, dejándoles sin control del poder en Washington si Trump gana la Casa Blanca.

En su esfuerzo por frenar nuevas deserciones, Biden mantuvo llamadas telefónicas por separado con grupos de legisladores hispanos, asiáticos y demócratas, según sus ayudantes. Aunque los dos principales líderes del grupo hispano han respaldado a Biden, algunos otros miembros no se han pronunciado.

Representantes, donantes y activistas demócratas están tratando de determinar si Biden es su mejor apuesta para derrotar a Trump en las elecciones del 5 de noviembre y servir otro mandato de cuatro años en la Casa Blanca.

Biden y otros demócratas han advertido que una amplia agenda política elaborada por aliados conservadores llamada Proyecto 2025 daría a Trump un cheque en blanco para seguir con sus caprichos. Trump se ha distanciado del proyecto.

Trump será el centro de atención nacional la próxima semana, cuando el Partido Republicano celebre su convención en Milwaukee para otorgarle la candidatura presidencial.

Reuters

Fuente: La Jornada