Por el valor ecosistémico que representa y por estar estrechamente ligada a la fauna nativa, la Nannotrigona perilampoides, nombre científico que se le da a la abeja nativa sin aguijón, conocida como “negritas” en el estado, no representa peligro alguno para el humano, sino lo contrario, ya que brinda un gran servicio de polinización, es estudiada por María Fernanda Galaviz Aragón.
La estudiante de la Maestría en Ciencias Biológicas de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), a través de su proyecto de tesis denominado “Caracterización y Modelo de Nicho Ecológico” de esta especie, pretende identificar dónde se encuentra y qué condiciones ambientales y ecosistémicas necesitan para desarrollarse, puesto que se encuentra en peligro de extinción.
“La importancia de esta investigación es dar a conocer que, de 20 mil especies de abejas que existen en el mundo, alrededor de 2 mil, muy poco conocidas, las tenemos en nuestro país, esta falta de información sobre todo en el norte, aquí en Sinaloa es de una mayor relevancia, porque desconocemos las especies que tenemos, así como todo la flora y la fauna”, compartió.
Entre los factores que la ponen en riesgo, añadió que está el uso de pesticidas, plaguicidas y el cambio climático, derivándose con ello la baja de poblaciones, además de ser desplazadas por una especie exótica, que es la abeja europea.
Por lo que con el desarrollo de nuevas técnicas para su estudio como lo es el Modelado de Nicho Ecológico, se contribuirá a tener mayor conocimiento sobre la especie, en ese sentido expresó que una vez generado ese conocimiento es que podrán implementar estrategias y herramientas para su conservación, no solo de esta especie, sino de todo el ecosistema.
De las potencialidades que tiene esta especie, no solo ecológicas, está la meliponicultura que es la producción de miel, que, aunque en poca cantidad, es cinco veces más cara que la miel de la abeja europea, sin dejar de lado el propóleo y la cera que esta produce, melaza que tiene también un potencial curativo utilizado por las tribus indígenas, siendo cultivadas desde la época prehispánica.
“Para los productores de miel que utilizan la abeja europea que no utilizan nuestro recurso, hablando de cantidad que es menor el precio es bastante relevante y los costos de producción son bajos, donde un litro de miel de melipona puede llegar a valer hasta cinco veces más”, expuso.
Otro potencial de la abeja nativa sin aguijón está en la agricultura de invernadero, al brindar el servicio de polinización, por lo que conlleva a una importancia económica y ecológica para la región.
Ante estas características de la abeja nativa que construye sus nidos de cinco a veinte centímetros de forma de tubo, Galaviz Aragón exhortó a cuidar, respetar y valorar a la especie por el trabajo que tienen en nuestro ecosistema.