Generar cambios en las políticas públicas, fomentar acciones y programas de intervención para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, es uno de los objetivos de la investigación “Evaluar los factores que contribuyan a un envejecimiento saludable”, expuso la doctora Cristina Elizabeth Izábal Wong.
La docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), señaló que, en su interés por conocer los factores de riesgo en los adultos mayores, sector poblacional que ha aumentado considerablemente en el mundo y se estima que para el 2025 una de cada 6 personas en México va a ser mayor de 60 años, desde el 2017 vienen desarrollando este proyecto que realiza a partir del Grupo de Investigación en Procesos Cognitivos.
“Este es un factor muy importante que nos hace pensar sobre los cambios en las políticas públicas que deben ser llevados a cabo porque al ser una mayor parte de la población arriba de los 60 años tendríamos entonces que buscar cómo mejorar esa calidad de vida, porque aun y cuando la expectativa de vida ha aumentado, eso no quiere decir que todas las personas llegan con ese envejecimiento saludable”, explicó.
Informó que dicho estudio lo desarrollan en el área de atención geriátrica, en un hospital público de Culiacán, Sinaloa, aplicado en personas de entre los 60 a 85 años de edad, instrumentos de evaluación para conocer e identificar rasgos distintivos propios de esa etapa de la vida, misma que dijo, no debe ser vista como un proceso de enfermedad.
“Lo que nosotros estuvimos trabajando fue poder identificar cuáles eran las características que tienen los adultos mayores, si nosotros lo pensamos, esa percepción que hay respecto al envejecimiento se ha ido modificando conforme avanzan los años”, mencionó.
Como parte de este proyecto que fue presentado en el 2018, en el Congreso de la Psicología Social en México, compartió que se ha identificado que tener una alta escolaridad es un factor determinante para un envejecimiento saludable y que esperan en la próxima etapa del proyecto poder identificar y comparar los factores de protección con respecto a las personas de baja escolaridad.
“Se ha identificado que personas que tienen una alta escolaridad o que son más frecuentes sus hábitos de lectura y escritura, son aquellos que tienen una mejor reserva cognitiva y, por tanto, si tienen una mayor prevalencia para desarrollar alguna demencia como el Alzheimer, en vez de empezar los síntomas entre los 65 o 70 años, estos pueden alargarse hasta después de los 70 u 80 años”, puntualizó.
La especialista, destacó que se encuentran trabajando con base en los lineamientos de la Organización Panamericana de la Salud que depende de la OMS, y que esperan de los resultados de la investigación poder proponer acciones, cambios en las políticas públicas y, sobre todo, proporcionar a los adultos mayores estrategias que les permitan sobrellevar la vejez con mayor bienestar.
“Una vez que establezcamos cada uno de esos lineamientos, cuáles son las estrategias que debemos seguir, poderlo llevar a cabo a partir de un programa de intervención, es el ideal, poder dar un retorno a todas esas personas que están participando en la investigación a través de programas de intervención para estos cuidados del envejecimiento saludable”, indicó.