Estudiantes de Biología participan en reforestación de la reserva El Chirimole

Un equipo estudiantes y académicos de la Facultad de Biología, coordinados por Gerardo Bojórquez Castro, así como personal de la fundación Tuvanosa, emprendieron acciones de reforestación en la reserva El Chirimole, un área destinada a la conservación, tras sembrar trescientos individuos entre periquillo, amapa rosa de monte y apomo.
Gerardo Bojórquez Castro, investigador universitario informó que es agosto de cada año, cuando se llevan a cabo estas acciones ya que el clima y la lluvia permiten que estas plantas prosperen.
“La amapa rosa de monte es una de las principales que utilizamos en reforestación en este lugar con base en estudios poblacionales y densidades, y características que la misma población lo permite, es una reforestación que se debe hacer a partir del 10 de junio al 10 de septiembre, considerando que las lluvias sean normales, aunque por eventualidades a veces se desfasan, ahorita las lluvias nos han favorecido, donde la cantidad de humedad se nota”, compartió.


Mencionó que con base en análisis y revisiones a través de visitas que se hacen a esta reserva, si se detectan poblaciones bajas se trata de incluir cierta cantidad de plantas para ser remplazadas, en la idea de que estas se recuperen o se eleven año con año.
En relación a aquellas especies en riesgo, según estudios poblacionales y de medición que se realizan a lo largo y ancho del país, dijo que, aunque se vean colinas o cerros llenos de plantas o arbustos, Sinaloa podría ser la única entidad de la República Mexicana que tiene a la amapa rosa de monte, debido a las acciones antropogénicas del hombre que se las están acabando, así como por las condiciones climáticas.
Compartió que una reserva no es la mejor cuando se tiene árboles que cubren la tierra desde una vista satelital, sino aquella que se compone de plántulas juveniles, árboles jóvenes, hasta adultos reproductivos.
Del impacto que han logrado al emprender estas acciones en el 2012, Bojórquez Castro, recordó que El Chirimole tenía muchos espacios abiertos debido a acciones antropogénicas, y a diez años de estos trabajos de reforestación hoy se pueden observar que aquellos lugares se han cerrado por el crecimiento y nacimiento de especies, dando vida de nuevo al lugar.
Para finalizar, recordó que a partir de la segunda o tercera semana de septiembre estarán emprendiendo, como cada año, la donación de especies de periquillo, amapa rosa de monte y apomo, cantidad que oxida entre mil 500 plantas de estas variedades, por lo que invitó a estar atentos al sitio donde emprenderán estas acciones.