A la exigencia de una decena de expresidentes nacionales del PRI de adelantar la designación de quien suceda a Alejandro Moreno del tricolor en agosto de 2023, ante la negativa del campechano de renunciar al cargo por sus pésimos resultados electorales, se sumaron 15 exgobernadores priistas.
A la exigencia de una decena de expresidentes nacionales del PRI de adelantar la designación de quien suceda a Alejandro Moreno en la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del tricolor en agosto de 2023, ante la negativa del campechano de renunciar al cargo por sus pésimos resultados electorales, se sumaron 15 exgobernadores priistas.
“Estamos convencidos, por el bien del partido, que es tiempo de considerar una pronta renovación de la dirigencia actual, de convocar a una revisión a fondo de los documentos básicos, de contar con una nueva narrativa de Proyecto Alternativo de País y de replantear estrategias que permitan fortalecer nuestras capacidades para competir con éxito en los procesos electorales que vienen. Aún es tiempo de reposicionarnos para participar con activos suficientes en alianza o coalición”, cita la carta pública firmada por los siguientes exmandatarios estatales:
Guillermo Mercado Romero, de Baja California Sur; José Reyes Baeza, Fernando Baeza y Patricio Martínez, de Chihuahua; Rogelio Montemayor Seguy y Enrique Martínez, de Coahuila; Rigoberto Ochoa Zaragoza, de Nayarit; José Natividad González y Benjamín Clariond Reyes-Retana, de Nuevo León; Miguel Borge Martín, de Quintana Roo; Jesús Aguilar Padilla, de Sinaloa; Samuel Ocaña y Armando López Nogales, de Sonora; Marco Mena, de Tlaxcala, y el zacatecano Alejandro Tello.
Los exgobernadores manifestaron que haber perdido “19 gubernaturas y además posiciones importantes de representación popular en los niveles federal y local de gobierno”, según los inconformes, obliga “a hacer un alto en el camino para realizar un examen a fondo del rol y la misión que el partido y su dirigencia deben desempeñar en este momento”.
Y manifestaron su desacuerdo con el incumplimiento de Moreno a su compromiso de mantener el diálogo en privado con los expresidentes nacionales del partido, que asumió frente a ellos, para tratar de encontrar soluciones a la crisis interna.
“Lamentamos la decisión de la dirigencia nacional de rechazar y diferir el diálogo que se había acordado previamente y expresamos nuestra solidaridad al grupo de exdirigentes del Comité Ejecutivo Nacional que, con la intención de aportar su experiencia y conocimiento para contribuir a enfrentar la grave situación por la que atraviesa el partido, han realizado planteamientos que no deben ignorarse”.
Rolando Ramos
Fuente: El Economista