Arnoldo Valle Leyva gasta su casi primer millón para irse a la mar en su “joyita náutica”.
Llorando la ausencia del galán
Traidor la halla la luna y la deja el sol
Añadiendo siempre pasión a pasión, memoria a memoria, dolor a dolor.
(Luis de Góngora)
“El Inge” compró casa y yate el mismo día. Un afortunado sábado 13 de abril del 2013. Se gastó su casi primer millón para irse a la mar.
“El Valle” andaba de suerte, traía dinero para poco a poco pagar un par de créditos. Qué bonito inicio de fin de semana.
De acuerdo a los datos de su declaración patrimonial de los años 2021 y 2022, únicas disponibles en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), tiene un adeudo desde el 13 de abril del 2013 por un barco o yate cuyo monto original era de más de 913 mil pesos.
En su declaración inicial del 2021 el monto del adeudo aparece “testado” bajo una enorme mancha negra en el documento. Oculto pues sin razón o por muchas de ellas.
Solo la “x” indica que tiene un crédito hipotecario por un barco/yate,( algunos dicen que es Lanchita), que es del declarante, Arnoldo Valle Leyva y que la fecha de adquisición es del 13/04/2013. Muy revelador.
La fecha no es coincidencia. Ese mismo 13 del mes posterior al arranque de la primavera del 2013 (13/04/2013), según los datos oficiales dados por “El Inge”, en la página 4 entregada al Contralor General de la Universidad Autónoma de Sinaloa, al degradado Manuel de Jesús Lara Salazar, en el apartado de bienes inmuebles, se asienta que el declarante tiene una casa con superficie de terreno y construcción y monto testados, pero que indica que la forma de adquisición fue la compra-venta y la forma de pago fue por crédito.
Con apenas 4 años al frente de la Dirección de Comunicación Social de la UAS y una remuneración mensual por su cargo público declarado en 2021 de 29 mil 872 pesos que incluye conceptos de sueldos, honorarios, compensaciones, bonos y otras prestaciones después de impuestos, ya le alcanzaba para contratarse dos créditos. Uno para una casa y otro para un yate.
Quien miente en lo poco,
miente en lo mucho
Bajo protesta de decir verdad, “El Inge” puso esos datos en sus declaraciones patrimoniales exageradamente testadas. Borró hasta su correo institucional.
Es verdad. Alguien que miente acerca de las cosas pequeñas mentirá también sobre las grandes. ¿Porqué decir que era ingeniero sin estar titulado? No había documento ni cédula como lo asienta mentirosamente en su currículo publicado en la página de la Plataforma Nacional de Transparencia.
Ahí, en el apartado de la Formación Académica, asegura que tiene nivel licenciatura de la Facultad de Ingeniería de la UAS, que estudió en el periodo 1994-1999 y que el documento que lo avala es el título y la cédula que tiene fecha del 2011. Una vil mentira. Pero eran sus datos.
Otra situación se puede observar en la declaración patrimonial y de intereses. En los datos curriculares del declarante de ambas versiones 2021 y 2022, dice que su escolaridad es doctorado y que está en curso.
Tal vez muy pronto mutará el alías para ser “El Doc”.
La “institución patito” en donde aparentemente estudia sí cuenta con registro de la Asociación Nacional de universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), por lo menos.
Se trata del Centro de Investigación e Innovación Educativa del Noroeste y que la carrera y/o el área del conocimiento es la Maestría en Psicopedagogía e Innovación Educativa. No hay manera de corroborarlo con documento o archivo anexo. Lo que sí es que varios miembros de la comunidad universitaria recurren a los servicios de esa noble institución para lograr maestrías y doctorados que les permitirán tener una mejor remuneración económica.
Su información pública es contradictoria. Su currículo en la Plataforma Nacional de Transparencia, no incluyen estos datos.
“El Inge” echa fama y se tira a dormir. Todo un Príncipe del Engaño.
La mentira es un pecado muy feo…
(Diálogo del Cardenal al Obispo en Cúcara y Mácara de Óscar Liera)
Nadie miente sin necesidad. Y en la Declaración de situación patrimonial modificada de Arnoldo Valle Leyva, elaborada antes del día de las madres, el 08 de mayo del 2022 y aparentemente entregada al Contralor General de la Universidad Manuel de Jesús Lara Salazar, no se cuenta con sello de recibido de parte del funcionario Universitario. Podría hasta ser no oficial. O sí. Con la UAS no se sabe.
Sin embargo, esa versión está en la PNT junto a la del 2021 que es la declaración inicial. Otra que no goza de sello ni firma de recibida y solo establece que fue elaborada el 08 de junio del 2021.
En la del 2022 se conoce que “El Inge” a 10 años aún debe más de la mitad del monto del crédito del Yate de más de 913 mil pesos, pero el crédito de la casa ya lo saldó. Incluso ya no aparece en los documentos de esa declaración, tal vez por una omisión.
La del 2021 advierte que la fecha de adquisición como ya se asentó es del 13/04/2013 y no está contemplado como adeudo. En ocho años la pagaron. Para entonces, 2021, la casa ya era toda suya.
Del Yate por el contrario en la declaración del 2022 se señala que aún se adeudan 466 mil 544 pesos del crédito hipotecario que de seguro es a 20 años con abonos chiquitos.
Le gustan los lujos no hay duda. Y mantener una joyita náutica como su “lanchita” tiene su desembolso económico y requieren de un nivel adquisitivo bastante regular y en ocasiones hasta alto.
El precio de mantenimiento, refacciones, seguro, atraque y otros servicios deben ser un dolor de cabeza. Dignos detalles de otra entrega.
Hay puñales en las sonrisas de los hombres;
cuanto más cercanos son, más sangrientos.
(William Shakespeare)
“El Inge” sigue en silencio. Agazapado. Como marinero y su fama en cada puerto.
Si hubo un derroche en la Comunicación Social en el periodo del Rector Juan Eulogio Guerra Liera como pretende asentarlo un medio estatal es imposible que el nombre del Director C, clave de puesto 2906, Arnoldo Valle Leyva quede fuera y limpio.
Si hubo lo que dicen que hubo “El Inge” sabe. Si no, también lo sabe.
De los últimos años, el manoteo y los contratos serán para otra historia.
Declaración Patrimonial 2022