Falla estrategia para contener a cárteles en México: InSight

InSight Crime reveló que la tasa de asesinatos de mujeres es alarmante, debido a que desde el 2015, los feminicidios han incrementado en 135%, pasando de 427 a 1,004 en el 2021.

Al igual que un gran número de países de América Latina, México experimentó un incremento de la violencia, principalmente por parte de los cárteles de la droga que se enfrentan por los territorios, señaló el Balance de InSight Crime sobre los homicidios en el 2021 registrados en cada país de la región, y los factores que causan el derramamiento de sangre.

Según el análisis, a pesar de una leve reducción en los asesinatos durante el año pasado, México presenció una terrible violencia de carteles que, a manera de pequeños ejércitos, se enfrentaron por todo el país.

InSight Crime destacó que durante el 2021 se registraron 26 asesinatos por cada 100,000 habitantes y si bien los homicidios disminuyeron, “realmente no se sintió la mejoría”, ya que se superaron las 33,308 muertes violentas por cuarto año consecutivo.

Por lo anterior, se dijo que, en total, la disminución fue de cerca del 3% con respecto a los 34,514 asesinatos del 2020, por lo que se mantuvo la tendencia de los homicidios en el país, que ha sido relativamente estable desde el pico del 2018.

Y es que para InSight Crime, México no ha logrado mantener bajo control a los grupos del crimen organizado que impulsan la violencia en el país, con seis estados (Guanajuato, Baja California, Michoacán, Estado de México, Chihuahua y Jalisco), aportando la mitad de los asesinatos nacionales.

La consultora experta en crimen organizado añadió que la criminalidad de México se ha vuelto cada vez más fragmentada y depredadora, lo que ha creado un clima de hiperviolencia, pues en la mayoría de los asesinatos se utilizan armas de fuego, y los grupos criminales cuentan con un flujo constante de armas de alto poder que llegan desde Estados Unidos.

Y si bien el tráfico de drogas, especialmente de las sintéticas, sigue siendo un factor importante que contribuye a los brotes de violencia, el secuestro y la extorsión también se han vuelto cada vez más rentables.

Asimismo, se hizo énfasis en la alarmante tasa de asesinatos de mujeres, ello al indicar que desde el 2015, los feminicidios han incrementado en 135%, pasando de 427 a 1,004 en el 2021. Mientras que en el país se han presentado más de 900 feminicidios cada año desde el 2018, o alrededor de 75 cada mes, por lo que “no hay duda de que la violencia de género continúa siendo un problema grave en México”.

Sicarios en el mar

InSight Crime advirtió sobre la nueva forma en que delincuentes se transportan para cometer asesinatos a lo largo de las zonas costeras de México: las motos acuáticas.

En un análisis titulado “Sicarios del mar: hombres armados se movilizan en motos acuáticas en México”, se indica que la decisión de utilizar motos acuáticas en trabajos de ataque y fuga proporciona varios beneficios a las organizaciones criminales, entre ellos el elemento sorpresa les permite a los perpetradores atacar rápidamente en playas turísticas donde las víctimas en general no sospechan que puedan estar en peligro.

Ello al recordar que el pasado 25 de enero, un ciudadano argentino fue asesinado en una playa de Playa del Carmen, México, por dos sospechosos que huyeron de la escena en una moto acuática, siendo el tercer ataque de este tipo en los últimos meses, por lo que también representa el resurgimiento de esta táctica, que se informó por primera vez en el 2016.

La consultora señala que, aunque en los ataques por agua los sicarios se ven obligados a bajarse y llegar hasta la orilla, cuentan con la misma rapidez de un ataque en motocicleta terrestre, con el beneficio adicional de que la policía queda en la orilla.

“Si bien dicho modus operandi se había utilizado exclusivamente en las costas de Acapulco, en meses recientes se han producido asesinatos en motos acuáticas en varios lugares a lo largo de la joya turística de México: la Riviera Maya. Dicha modalidad de ataque da cuenta del declive de las áreas históricamente más seguras de México”, subraya el análisis.

Fuente: El Economista