Álvaro Aragón Ayala
El gobernador electo Rubén Rocha Moya puso freno a los clarividentes de la comunicación que venían manejando una lista de personajes viables a ocupar la secretaría general de Gobierno, anunciando para el cargo a Enrique Inzunza Cázarez, mandando una segunda lectura de que su gabinete carecerá de cualquier vínculo político con Quirino Ordaz Coppel y su equipo “de alto nivel”.
La primera lectura del futuro gabinete sin nexos o compromisos con Quirino Ordaz Coppel lo ofreció Rocha Moya al revelar que la próxima titular de la Secretaría de Transparencia y Rendición de Cuentas será la diputada, aun en funciones, y presidente la Junta de Coordinación Política, Graciela Domínguez Nava.
Enrique Inzunza Cázarez en su desempeño de Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia no se dejó mangonear por el gobernador Quirino Ordaz Coppel con quien tuvo encuentros ríspidos que empezaron cuando rechazó prestarse al juego del mandatario, quien lo quería traen “de edecán varonil” en todo tipo de eventos.
El desaire impactó en la “sensibilidad” de Quirino, quien presionó en varias ocasiones orientando mediáticamente la salida de Inzunza Cázarez de la presidencia del Tribunal. Después, el Magistrado Presidente fue víctima de una conspiración, a la cual se prestó el Fiscal General Juan José Ríos Estavillo. Se trató de un complot para desprestigiarlo. Una juez de Mazatlán fue la pieza que movieron para la perversa maquinación, con altas dosis de difamación y calumnia.
La diputada Graciela Domínguez Nava enfrentó, como coordinadora de la bancada de los diputados locales de morena y presidenta de la Junta de Coordinación Política, la ira del gobernador Quirino Ordaz, quien, al no poder controlarla, intentó cuando menos en dos ocasiones desplazarla de ambas funciones, comprando incluso a cuando menos a cuatro diputados traidores de Morena.
La diputada Graciela Domínguez, presidente a la vez de la Comisión de Fiscalización de la 63° Legislatura, ha sido una persistente vigilante de la aplicación del presupuesto autorizado a Quirino Ordaz Coppel, a quien ha acusado de incurrir en actos de corrupción, y sobre el que ha exigido a la Auditoría Superior del Estado la práctica de auditorías específicas.
Con el nombramiento de Enrique Inzunza, manda un contundente mensaje: la desvinculación del gobernador electo y del futuro gabinete de Quirino Ordaz Coppel, quien en los últimos días se ha colgado de la imagen de Rubén Rocha Moya para dar a entender que es su “amigo”, generando confusión. Morena ya precisó que la sociedad no debe confundir diplomacia con una futura impunidad ni enredar civilidad política “con perdón y olvido”.