En 2021 se estancó el gasto gubernamental en salud en comparación con 2020, pues no hubo crecimiento; en total se destinaron 697.5 mdp.
Pese a la pandemia de Covid-19, la cual suma una cuarta ola en el país impulsada por la variante Ómicron del coronavirus que ha llevado los contagios a un pico de más de 60,000 casos reportados en un solo día, expertas abundaron que el gasto gubernamental en salud para 2021representó 2.7% del PIB, muy por debajo del 6% que aconseja la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“En 2019 inició la transición de uno de nuestros sistemas de salud pública que era antes el Seguro Popular y se transitó al Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar), el nuevo programa que atiende a las personas que no cuentan con acceso a la seguridad social formal. Se ha planteado como un programa universal de salud, pero en la realidad y la práctica no lo es; los países que lo impulsan (un programa universal) están gastando entre 8 y 10% del PIB y es difícil acceder a un programa de salud universal para toda la población con 2.7% del PIB”, explicó Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, en conferencia de prensa.
Asimism,o abundó que en 2021 se estancó el gasto en salud en comparación con 2020, pues no hubo crecimiento; el gasto en salud ascendió a 697.5 millones de pesos, de los cuales se transfirieron 54.8 millones de pesos a fideicomisos públicos a través de la Secretaría de Salud y la Secretaría de Marina, 12% más que el año pasado. Sin estas transferencias, el gasto en salud se habría reducido en 0.9% con respecto al año previo, de acuerdo con la experta.
El Insabi cerró el 2021 gastando tres veces más el presupuesto aprobado con aportaciones a fideicomisos públicos: 52,900 millones de pesos vs 16,700 millones de pesos. En contraste, recortó en 21% el gasto en subsidios a la prestación de servicios públicos y 68% el gasto en materiales y suministros médicos.
Además de 112,000 millones de pesos que ejerció el Insabi en 2021, tuvo un sobregasto de 25% (22,700 millones de pesos) con respecto al presupuesto aprobado y su gasto fue 0.2% (10,500 millones de pesos) menor con relación a 2020.
Durante el seminario “Impacto del Covid-19 y sus variantes en una comunidad enferma”, Marilú Acosta, médica general y vocera de Clínica en el Hogar, recordó que si bien la variante Ómicron ha registrado un descenso, aún quedan algunos semanas para afrontar.
“Aunque aparentemente a nivel mundial la ola de Ómicron está en descenso, siguen habiendo muchísimos casos porque todavía estamos arriba de la ola. En México será un virus estacional de verano e invierno, siendo sus estaciones favoritas”, indicó.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde que Ómicron se identificó por primera vez hace solo 10 semanas, se han notificado casi 90 millones de casos, más de los que se notificaron en todo 2020.
En ese sentido, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, aseguró hoy que la quinta semana del 2022 arrancó con una disminución de 31% en casos de Covid-19, además de que en 25 de los 32 estados hay una tendencia de baja en las hospitalizaciones.
Por otro lado, ambas expertas reiteraron la importancia de impulsar la cultura de la prevención y atención a tiempo, además de promover las consultas en línea para no dejar fuera a ningún segmento de la población.
“Hay un número de mortalidad oficial de personas que han muerto con un diagnóstico de Covid-19, pero en realidad se tienen que contabilizar las muertes que fueron en exceso. En estos últimos dos años ha habido más muertes de las que han estado esperado entre 12 millones y 22 millones de mortalidad. La pandemia sí nos ha costado mucho en temas de mortalidad”, precisó Acosta.
Mónica Garduño
Fuente: Forbes