Mike Vigil, ex director de operaciones internacionales de la DEA, aseguró que muchos ex gobernadores del PRI recibían dinero de los cárteles de la droga con la finalidad de recibir protección a cambio.
El 4 de marzo del 2021, durante una entrevista en vivo, el ex colaborador de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) estableció un diálogo con los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela en su noticiero en La Octava, donde hablaron de la narcopolítica en México cuando Vigil estaba en activo.
“Los grupos criminales tratan de poner sus propios candidatos, porque para ellos lo que necesitan es protección y necesitan individuos que se van a aliar con ellos”, declaró durante la entrevista.
Motivo por el cual los criminales se dedican a poner dinero en las campañas de los políticos que saben que se pueden sobornar “y eso sucedió bastante en la época de Pablo Escobar en Colombia y yo creo que eso va a suceder también en México”. Ante esta estimación, el ex director de operaciones dijo que esto ya había ocurrido, pero no en una gran escala.
Esta estrategia obedece a la necesidad de los cárteles para lavar su dinero, para proteger las rutas de trasiego y a los líderes de las organizaciones.
Vigil, quien fue comisionado en Hermosillo, Sonora, cuando gobernaba el PRI, explicó que los criminales manejaban alianzas estratégicas con los gobernadores, pues eran ellos los que controlaban a la Policía Estatal, lo que amplía el margen de maniobra para que cometan sus actos delincuenciales.
“Los narcotraficantes ya sabían a quién le podían pagar para protección, entonces fue una alianza muy fuerte de los grupos criminales con el PRI”, agregó. Es bajo esa lógica que el ex director de operaciones de la agencia estadounidense aseguró que los cárteles inyectaban mucho de sus recursos en sobornos a los altos funcionarios, pues era como una inversión.
“Cuando estaba el PRI dominando la política, los cárteles le estaban pagando bastante dinero a muchos gobernadores, a jefes de la fuerza de seguridad y muchos oficiales de alto rango”, aseguró, y para ejemplificar su postulado, trajo a colación al ex alcalde del PRI, Mario Ernesto Villanueva Madrid, quien fue jefe del ejecutivo local en Quintana Roo, quien fue relacionado con grupos criminales.
“No quiero dar nombres, pero hay muchos”
Pero no sólo mencionó la presunta colusión de los priistas; sino que también explicó que la estrategia federal actual en materia de seguridad pública no está dando los resultados que debería. “Esta política de ‘abrazos y no balazos’ no está funcionando”, declaró. Y dijo que aunque la administración de AMLO haya detenido el combate frontal contra el narco, la violencia ahí sigue.
Estas declaraciones contra el Partido Revolucionario Institucional (PRI) salen a la luz en una fecha importante para el partido, pues en este jueves, ya que es su aniversario 92 de fundación, lo cual representa casi un siglo de política del partido que ahora dirige Alejandro Moreno.
Bajo esta óptica sobresale la administración de Enrique Peña Nieto, el último gobierno federal del PRI, donde la casa blanca, los tratamientos para niños con cáncer que resultaron ser agua destilada, el desfalco de Javier Duarte, Etileno XXI, los 21 casos abiertos contra César Duarte, la desaparición de 43 normalistas en Iguala, la reforma energética, el caso Lozoya, la “Estafa Maestra”, la matanza de Tlatlaya, la Operación Safiro y el auge del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fueron algunos de los precedentes por los cuales perdió popularidad ante el electorado.