Legisladores han compartido sus propuestas para que las tropas estadounidenses se desplieguen en territorio nacional, pero ¿qué tan probable es que pase?
La amenaza de una invasión estadounidense a México se ha incrementado en fechas recientes. La crisis de fentanilo, que ha ocasionado más de 80 mil muertes en Estados Unidos, ha provocado que legisladores y expresidentes planten propuestas para que el ejército norteamericano ingrese a suelo nacional y se encargue de combatir a los cárteles de droga que imperan a lo largo del territorio nacional.
Legisladores del Partido Republicano han compartido sus propuestas para que las tropas de Estados Unidos se enfrenten a los cárteles de droga, pese a que esto signifique una violación a la soberanía de México. Los republicanos, Dan Crenshaw y Michael Waltz, son los principales promotores de estas ideas; no obstante, no son los únicos, en el Senado la idea es secundada por los senadores Lindsey Graham y John Kennedy, pero ¿qué tan probable es que esto se haga realidad?.
¿Cómo una iniciativa se convierte en ley en Estados Unidos?
Pese a que los legisladores estadounidenses han presentado proyectos que plantean utilizar al ejército de su país para combatir a cárteles de droga en México, la realidad es que no todas las propuestas logran hacerse realidad. Actualmente, la Cámara de Representantes está bajo el control de los republicanos, situación que puede ayudar a aprobar leyes que impulsen sus miembros, pero esto no significa que las propuestas no enfrenten trabas.
Para que una propuesta avance en la Cámara de Representantes (integrada por 435 miembros) debe contar con la mayoría de votos, lo que significa que al menos 218 miembros de la Cámara deben votar a favor de dicha propuesta de ley para que sea considerada aprobada por la Cámara de Representantes.
La situación en el Senado es mucho más compleja, ya que solo son 100 miembros y de ellos 49 son republicanos. En esta Cámara se presenta una situación conocida como “filibustero”, que es cuando los legisladores evitan que una propuesta llegue a votación. Para que una propuesta pueda ser votada, al menos 60 senadores deben pedir que termine el debate e inicie la votación, por lo que los republicanos necesitan el apoyo de, al menos, 11 demócratas, para que sus proyectos sean votados.
Cuando una propuesta es votada en el Senado, se necesita que al menos 51 senadores voten a favor para que sea aprobada. Una vez que el Senado y la Cámara de Representantes aprueban sus propias leyes sobre un asunto, se elaboran dos versiones diferentes. Si el proyecto es aprobado tanto por la Cámara de Representantes como por el Senado, se va al presidente a continuación.
No obstante, llegar hasta ese punto es raro. De acuerdo con Donald Ritchie, historiador emérito del Senado de Estados Unidos: “el sistema estadounidense nunca fue diseñado para ser fácil. Incluso cuando el liderazgo de la Cámara y el Senado están en el mismo partido, no siempre piensan igual sobre la legislación”. El experto aseguró que al expresidente Trump le hubiera gustado que el Senado se deshiciera de la obstrucción del filibustero y utilizara la mayoría del 51 por ciento para aprobar cualquier propuesta.
Además, el Senado y la Cámara de Representantes necesitan que el presidente firme los proyectos para que se conviertan en ley. Cuando la legislación es aprobada en ambas Cámaras, va a la Casa Blanca, donde el mandatario en curso puede firmar la propuesta o desecharla; en caso de vetar la iniciativa, el Congreso puede anular el veto del presidente con un voto de dos tercios en ambas Cámara de Representantes y Senado.
Republicanos que buscan invadir a México
Ante este contexto, los legisladores Dan Crenshaw y Michael Waltz plantearon una propuesta en la que se pide que el Ejército estadounidense se encargue de combatir a los cárteles mexicanos, ya que acusan que la violencia ocasionada por el narcotráfico ha causado la muerte de miles de estadounidenses. La medida obtuvo el apoyo del exfiscal general de Trump, Bill Barr, quien escribió un artículo de opinión de aprobación en el Wall Street Journal. Los miembros pro-Trump de la Cámara como la representante Marjorie Taylor Greene y la representante Beth Van Duyne también han secundado estas ideas.
Por su parte, en el Senado, los legisladores Lindsey Graham y John Kennedy anunciaron su propio plan que “daría a los militares la autoridad para perseguir a estas organizaciones dondequiera que existan”. De igual manera, los exfuncionarios de seguridad nacional de Trump, Chad Wolf y Rob Law, apoyaron la designación de carteles como terroristas y el uso de las fuerzas armadas contra ellos en un artículo de marzo para el America First Policy Institute.
Por su parte, el expresidente Donald Trump, quien actualmente enfrenta cargos penales, también reveló que ha pedido a sus asesores políticos que elaboren planes de invasión a México en caso de que llegue a ganar en las próximas elecciones presidenciales de 2024. No es la primera vez que el magnate tiene estas ideas, el exsecretario de Defensa Mark Esper reveló que el expresidente le había preguntado previamente si era posible llevar a cabo ataques aéreos encubiertos unilaterales contra laboratorios de drogas mexicanos en 2019.
Pese a las constantes amenazas, de los republicanos, que buscan utilizar al ejército estadounidense para que combata a los Cárteles de droga en México, la realidad es que es difícil que sus proyectos no enfrenten trabas en la Cámara de Representantes y en el Senado.
Luz Elena Morales
Fuente: El Heraldo de México