A Eunice le pasó algo similar, ella se percató que se le habían borrado las huellas digitales cuando necesitaba hacer un trámite bancario para recibir sus pagos de jubilación.
Guadalajara. – Instituciones bancarias y crediticias, Secretaría del Bienestar, Instituto Nacional Electoral y otras dependencias privadas y oficiales han detectado que cada vez más adultos mayores se enfrentan al problema de que sus huellas dactilares no son captadas por los aparatos tecnológicos. Dermatólogos advierten que por la pandemia de COVID-19 el uso de sustancias corrosivas como cloro, alcohol y geles sí influyen en el deterioro de la primera capa de piel.
Georgina, septuagenaria, estuvo peregrinando por varias instituciones bancarias para aperturar una cuenta de ahorros. La respuesta era la misma: “no se leen sus huellas digitales”. Varios bancos se negaron a concretar el trámite. Finalmente, uno sí la aceptó con la condición de llevar todas las identificaciones oficiales que tuviera a la mano.
A Eunice le pasó algo similar, ella se percató que se le habían borrado las huellas digitales cuando necesitaba hacer un trámite bancario para recibir sus pagos de jubilación.
“Hacía manualidades, usaba pintura, a veces me ponía guantes y a veces no. Cuando hice los trámites para la jubilación, me hicieron un archivo electrónico y al momento de tomar la huella digital, nada, nada y nada. ¡No la leía el aparato! Aunque tenía ya una cuenta bancaria, tenían que registrarme para recibir los pagos. Por más que me lavaba bien las manos, que por la grasa, me decían, nada se veía. Pero otra ejecutiva (bancaria) lo que hizo fue tomarme todas las huellas dactilares y de los diez dedos sólo leyó cinco. Y así quedó, un registro por excepción. Como no leía los pulgares me registraron todos los dedos”, comentó en entrevista con El Heraldo de México.
Por su parte, la delegada de la Secretaría de Bienestar en Jalisco, Katia Meave confirma que algunos trámites con bancos se han complicado “porque su huella digital ya no la leen los lectores”. Especialmente los casos se dan con trámites para el INAPAM.
“Hemos identificado algunos adultos mayores que no han podido hacer sus trámites de cuentas bancarias porque ya su huella digital ya no la leen los lectores. Hemos recibido muchas solicitudes, sobre todo de personas que requieren su identificación del INAPAM porque les piden una serie de documentos para acreditar su identidad y ha sido una realidad que hemos tenido que enfrentar y que se ha agravado ahorita con el tema del uso de muchos químicos (para higiene)”.
En el Instituto Nacional Electoral (INE) también han detectado este tipo de casos, sin embargo, aquí no hay problema porque se registran todas las huellas digitales de ambas manos.
Ricardo Quiñones Venegas, director del Instituto Dermatológico de Jalisco explicó que todavía no hay un diagnóstico sobre el número de casos. Sin embargo, en los últimos dos años sí se han registrado pacientes mayores de 50 años con estas complicaciones en la huella digital que han acudido a la institución con una petición: ¿cómo hago para volver a tener mi huella digital?
“Han tenido problemas de reconocimiento de la huella digital en trámite bancario. La petición es como retorno a tener mi huella. Es difícil porque es un detrimento por edad, desgaste, aseo de manos o uso de productos químicos corrosivos. Sin duda, en la pandemia sobre todo en la primera etapa nos exigían bastante el uso de gel alcoholado y el lavado de manos generó un desgaste importante (de la primera capa de piel). El alcohol que se comenzó a utilizar en los geles era de 90 grados, con el tiempo se encontró que era suficiente con 70 a 74 grados de alcohol. Esa intensidad de grados era muy deshidratante y repercute en que la arquitectura de la primera capa de la piel: la epidermis, generó un desgaste importante. Por la intensidad del producto y la frecuencia en su uso”, comentó a este medio informativo.
Estos factores de uso de químicos corrosivos, incluyendo jabones, impactaron en la piel. Además, muchas amas de casa usaron productos clorados para las labores domésticas e higiene, sin utilizar guantes para proteger sus manos. Pero también hay otras enfermedades que repercuten afectando la piel y la huella dactilar.
“Hay una enfermedad, el fenómeno de Raynaud, se puede acompañar en artritis y otras enfermedades reumatológicas. Una disminución importante de la arquitectura de la huella dactilar por disminución del flujo sanguíneo. Consiste en un aspecto amoratado en dedos, especialmente en manos pero también puede darse en pies, esto puede ser con horas de duración particularmente en las mañanas. A mayor temperatura fría el fenómeno de Raynaud aparece más. Hay un momento en que la circulación sanguínea se ve tan comprometida que se ve amoratado, vino tinto o blanco, el vaso sanguíneo tiene el mínimo de sangre para que el tejido subsista y lejos de manifestarse rojizo se ve blanco”, añade el especialista en dermatología.
También hay pacientes con cáncer en pulmón, tubo digestivo y colon que tras recibir tratamientos de quimioterapia se les genera disminución en la huella dactilar.
“Si el paciente supera el proceso canceroso maligno, se encontró que meses después de haber sido suspendida la quimioterapia con Capecitabine (fármaco) hay una recuperación importante de la huella. Entonces es muy dependiente del medicamento”.
Se vuelve difícil recuperar la huella digital en los dedos de las personas adultas mayores especialmente quienes desempeñaron trabajos manuales rudos e inclusive muchos de ellos son médicos que requieren lavarse múltiples veces las manos durante sus jornadas laborales han visto este fenómeno de la huella de identidad borrada.
“Es difícil, por más que se les ponga urea (en los dedos de los pacientes) en 10 o 20% y cremas que tienen el calificativo de ‘restauradoras’, no es fácil, porque el desgaste ya se dio. Hay que considerar otros factores como el tipo de piel, la actividad laboral, la edad. No está establecido en la literatura médica si esto se da más por género, en el caso de las mujeres que tienen mayor actividad del quehacer doméstico o si lo registra más un trabajador industrial por el uso de productos químicos, aunque quizás aquí no se dé mucho porque se les exige el uso de guante protector. Los casos que yo he atendido fueron mujeres. Es lógico porque no siempre se ponen los guantes para realizar sus quehaceres en casa”, añadió el doctor Quiñones.
Conforme vayan incrementándose los casos de la huella dactilar borrada en la población, seguramente instituciones bancarias y oficiales optarán por otras opciones como registrar las huellas dactilares de los diez dedos en ambas manos, además de recurrir a los biométricos facial y ocular, coinciden los entrevistados.
- Con el fenómeno de Raynaud los dedos se vuelven blancos por la falta de circulación sanguínea y luego cambian a color azul amoratado.
- En los últimos dos años, el doctor Quiñones ha visto tres casos así, complicaciones en reconocimiento de huella dactilar.
Adriana Luna
Fuente: El Heraldo de México