Disminuir los fraudes y garantizar la seguridad de las y los usuarios son puntos de atención prioritarios de las instituciones financieras, debido a que estos organismos son los responsables de garantizar los recursos patrimoniales de la sociedad, el efectivo de las empresas y de las dependencias gubernamentales.
Y es que, a decir de la doctora Muna Buchahin, presidenta de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados, Capítulo México (ACFE, por sus siglas en inglés), el incremento de los fraudes en nuestro país ha sido notorio: “cifras de 2021 señalan que el 90% de los mexicanos lo hemos sufrido, siendo el fraude cibernético el que ha incrementado exponencialmente, en un 72%”.
La especialista señala que este fenómeno se presenta, principalmente, por la falta y poca atención que se brinda a la capacitación, así como el deficiente enfoque preventivo y detectivo de quienes se encuentran en los puestos estratégicos en las instituciones financieras y bancos. “Las organizaciones privadas y gubernamentales deben procurar que sus miembros adquieran el conocimiento especializado en materia de prevención, detección e investigación de fraudes”.
Así lo explicó en la mesa redonda “La importancia de la capacitación, certificación y adquisición de competencias en el sector de la seguridad”, organizada por la UDLAP Jenkins Graduate School, en el marco de la clausura del diplomado en Seguridad Bancaria, que realiza en colaboración con SEPROBAN y la Asociación de Bancos de México.
Durante su intervención, Javier Hernández Vargas, director ejecutivo de Seguridad Protección e Inteligencia en Grupo Financiero Banorte, compartió con las y los graduados del diplomado que la capacitación, así como las certificaciones internacionales deben ser parte integral de las instituciones financieras.
Explicó que en diversas instituciones aún existen resistencias culturales que no impulsan la profesionalización y capacitación continua en sus equipos. En contraste, señaló que son los propios profesionales, los que están o aspiran a áreas estratégicas quienes, de forma individual, están apostando por ampliar sus conocimientos en materia de investigación, prevención de fraude, ciberdelincuencia o factores criminógenos, debido a los retos y grado de especialización que se requiere para estos puestos.
“Acciones como la que ha iniciado la UDLAP Jenkins, o la Certified Fraud Examiner (CFE, por sus siglas en inglés), que ofrece ACFE, ayudan y van fortaleciendo al sector”.
Para el doctor en Seguridad Pública, Noé Sánchez López, quien es socio fundador de Training Black, centro de evaluación de estándares de competencia, mencionó que si la banca y las instituciones financieras no capacitan a su personal se incrementan las posibilidades de riesgo; entendiendo riesgo como “la posibilidad de que puedan ocurrir hechos que impacten en el debilitamiento de las instituciones y que atente contra sus objetivos”.
Noé Sánchez agregó que actualmente, en materia de capacitación el sistema bancario se encuentra en proceso de transición: “Estamos transitando a un modelo preventivo donde ya se establecen objetivos y lineamientos específicos. Evidentemente las reformas constitucionales, como la que se llevó a cabo en 2011, en materia de derechos humanos, o el nuevo sistema penal acusatorio han contribuido a esa transición”.
Sin embargo, señaló que existen vacíos que se deben atender, dado que el plan que regula la capacitación en nuestro país es el Programa Rector de Profesionalización que desde el 2016 no se actualiza: “Es una oportunidad para que la banca fortalezca y retome ese camino para que la seguridad bancaria sea integral. Diplomados como este responden a esa oportunidad, y buscan dotar a los profesionales de herramientas metodológicas, de los estándares de competencia para afrontar la política criminal.
La banca en México se apoya de sistemas tecnológicos para disminuir fraudes
De manera general, se puede afirmar que la banca está invirtiendo recursos importantes en tecnología, en sistemas de detección y equipamiento que le permite disminuir fraudes; por lo que la profesionalización en áreas muy específicas es indispensable. Así lo explicó Javier Hernández Vargas de Banorte y docente del diplomado de Seguridad Bancaria de la UJGS.
“Hoy sabemos que mucha transaccionalidad es electrónica; el manejo de tarjetas, compras por internet, el comercio electrónico; entonces, si no te ayudas de la tecnología para que te permita detectar esto, vas un poco lento. Pero no es solo en la tecnología, sino también en la gente capacitada que le permita hacer el análisis de las reglas, la parametrización necesaria para entender cómo se puede dar ese modus operandi del ataque.
“En la banca el recurso humano capacitado, certificado, aunado a la tecnología de vanguardia son las activos que, en general, todos los bancos estamos implementando para hacer frente a los fraudes” concluyó.
La mesa redonda “La importancia de la capacitación, certificación y adquisición de competencias en el sector de la seguridad”, impartida a los 35 graduados del diplomado de Seguridad Bancaria fue moderada por Irma Pérez, Directora de Proyectos de Negocio e Innovación en Seguridad, SEPROBAN.
Fuente: La Jornada